La compañía y el sindicato convinieron en no revelar los detalles del acuerdo, pero según los informes preliminares la compañía aceptó pagar una indemnización a 2.700 trabajadores que se quedaron sin empleo tras el cierre de la fábrica de ropa PT Kizone en abril de 2011.

El dueño de la fábrica textil PT Kizone, proveedor de Adidas, se fue de Indonesia por “dificultades financieras”, dejando a los trabajadores sin ninguna compensación por la pérdida de sus empleos, pese a que estaba legalmente obligado a indemnizarlos.

A finales de 2010 incumplió las obligaciones contraídas con sus trabajadores sobre indemnizaciones de cese y compensaciones a las familias de los trabajadores fallecidos. Más tarde, el dueño no pagó los salarios adeudados a los trabajadores hasta diciembre de 2010, y en enero de 2011 huyó del país sin aviso previo. A pesar de algunas tentativas de Green Textile, el principal comprador de la fábrica, que se hizo cargo de ella de febrero a marzo, en abril de 2011 se cerró la fábrica y se proclamó la quiebra.

Desde entonces, los trabajadores de PT Kizone han venido reclamando justicia a través de una campaña de dos años 'Badidas' organizada por una amplia coalición de sindicatos y ONG, incluidos los trabajadores de PT Kizone, United Students Against Sweatshops (USAS), el Consorcio de los Derechos de los Trabajadores (WRC) y la Campaña Ropa Limpia (CRL) para que la compañía aceptara resolver el conflicto.

La cantidad total de la deuda a los trabajadores era de casi 3,4 millones $ EE.UU. Otros compradores de la fábrica cubrieron casi la mitad de la deuda mediante el pago de 1,6 millones de dólares al fondo de indemnización, al que se había negado a contribuir Adidas hasta ahora.

Glenn Bennett, miembro de la junta de Adidas, dijo que la empresa siempre ha sido "simpática" a la difícil situación de los trabajadores, y ha añadido que espera que el dinero “ofrezca ayuda directa a los trabajadores y sus familias afectadas por el cierre de la fábrica». 

La Campaña 'Badidas' pedía 17 universidades y colegios poner fin a sus contratos con Adidas.

Hace unos años Nike, también bajo la presión de las universidades, aceptó pagar un millón y medio de dólares para indemnizar a 1.800 trabajadores en Honduras que fueron despedidos por dos subcontratistas que cerraron sus fábricas. Ahora nuevamente otra de las grandes marcas de ropa toma responsabilidad financiera directa de las obligaciones de los trabajadores de las fábricas de sus contratistas, la responsabilidad se extiende a la cadena de valor.