Ante la crisis los consumidores se vuelven más conscientes y exigen mayor responsabilidad a las marcas
Según el último informe de Fundación Adecco, la crisis está dejando atrás al consumidor sumiso e irreflexivo para dar paso a una figura más crítica y consciente. Un 30% de los ciudadanos declara que dejará de consumir marcas que no considere responsables en 2013. Los valores que se destacan en una empresa responsable son la transparencia (100%), la ética (93%) y el respeto a la comunidad (80%). Sin embargo, 57% de los consumidores creen que las empresas fallan en los primeros dos valores.
El tercer informe “El ciudadano español y la Responsabilidad Corporativa” de Fundación Adecco ha puesto al descubierto efectos positivos de la crisis en el refuerzo de la Responsabilidad Corporativa al generar ciudadanos más ahorradores y críticos.
La crisis y el desempleo han reducido el poder adquisitivo de muchos ciudadanos, que se han visto obligados a reducir o a eliminar sus gastos más superfluos o a activar su prudencia en el consumo.
Para el informe, la crisis está dejando atrás al consumidor sumiso e irreflexivo para dar paso a una figura más crítica, consciente de que, a pesar de ser el último eslabón del sistema, puede influir en la marcha de la economía y ser un importante instrumento de presión frente al mercado.
Un 30% de los ciudadanos declara que dejará de consumir marcas que no considere responsables en 2013, anteponiendo este aspecto a otros como el precio del producto, la fama de la marca o la cercanía del establecimiento.
Pero además, un 29,3% afirma que ya ha empezado a valorar la Responsabilidad Corporativa a la hora de efectuar sus compras, descartando aquellos productos o marcas que no considera responsables.
El conocimiento de la RSE ha aumentado levemente en comparación al estudio pasado. Así, el año pasado un 61,8% declaraba no estar familiarizado con su significado, frente al 52,9% de este año.
Conozcan o desconozcan el significado de RC, los ciudadanos ya no esperan que sea sólo el Gobierno quien de respuesta a los problemas del entorno, sino que demandan a las empresas un compromiso activo para actuar ante asuntos como el desempleo, la corrupción, la pobreza o el medio ambiente.
Los ciudadanos creen que la empresa responsable ideal debe albergar, fundamentalmente, tres valores: transparencia (100%), ética (93%) y respeto a la comunidad (80%). La peor valorada es la transparencia (un 57% la califica como insuficiente), seguida de la ética (un 45% suspende a las empresas en este aspecto). El respeto a la comunidad sale algo mejor parado: sólo un 27% la califica por debajo del aprobado, aunque un 47% sigue opinando que es necesario mejorar.