Con el fin de analizar el trabajo que realizan los parlamentarios para impulsar iniciativas destinadas a profundizar la transparencia y la probidad se dieron especialistas y parlamentarios del Grupo Canadiense de la Unión Interparlamentaria en la Mesa de Trabajo Redes de Integridad Parlamentaria. 

En el marco del Seminario Internacional sobre transparencia y Probidad en los Congresos y en los partidos políticos, expusieron: el senador Donald Oliver, Presidente del Grupo Canadiense de la Unión Interparlamentaria; Juan Pablo Olmedo, asesor del Grupo Interparlamentario Pro Transparencia, Chile; Carlos March, representante de Fundación AVINA, Argentina;  Moisés Sánchez, Director Ejecutivo Fundación Pro Acceso, Chile e Italo Pizzolante, Consultor internacional sobre Responsabilidad Social Parlamentaria. 

Moderó el panel  José Luis Alliende, Secretario Comisión de Ética y Transparencia del Senado de Chile quien destacó la importancia de intercambiar ideas sobre este trabajo de redes, tanto al interior de los diferentes países como en el ámbito internacional. El senador Donald Oliver expuso sobre la experiencia en Canadá en lo relativo a los Códigos de Conductas parlamentarios tanto en el Senado como en la Cámara de los Comunes.

Admitió que pese a lo complejo que ha sido lograr los consensos para converger a un estatuto común a ambas cámaras; dichos Códigos han sido usados como modelos en varios países, entre ellos, Polonia. Precisó que dicho Código prohíbe usar en forma inapropiada la influencia del cargo para fines privados; establece un régimen de divulgación sobre activos financieros, fuentes de ingresos y posiciones y ese resumen se hizo público y regula el tema de los regalos protocolares. Asimismo compartió su reflexión sobre el principio que debe regir la actuación pública, ya que a su juicio significa "poner de lado los intereses privados a favor del bien común". 

Carlos March, representante de Fundación AVINA, Argentina dio a conocer su experiencia en la identificación de oportunidades para un cambio sistémico en América Latina, vinculando y fortaleciendo a personas e instituciones de la región capaces de canalizar el cambio hacia un futuro más sostenible. Precisó que es muy común en nuestra región "ver éxitos individuales, pero fracasos colectivos", por lo que llamó a construir "inteligencias colectivas. En esa línea, definió la ecuación "monopolio + discrecionalidad - transparencia", por lo cual destacó que el Congreso puede fortalecer  su rol pro transparencia, partiendo por la forma de votación nominal que a su juicio obliga a la racionalidad de la política; mejorando la regulación del lobby y velando para que se cumpla con la condición pública de las distintas comisiones, pues muchas veces existen muchas trabas para ingresar.

En tanto, el Italo Pizzolante, Consultor internacional sobre Responsabilidad Social Parlamentaria manifestó que "la confianza es el elemento fundamental para unificar visiones" y dio a conocer el estudio Latinobarómetro que ubica a Chile dentro de los países con mayores niveles de inequidad en la región, lo que incide directamente en las percepciones de confianza en las instituciones, porque "lleva a la gente a pensar que no se gobierna en beneficio de todos". En ese marco expuso luego el concepto de Responsabilidad Social aplicada a los Parlamentos y señaló que "siendo el Congreso la instancia del ciudadano para que sus elegidos tomen decisiones a favor del bienestar de la sociedad, el Congreso en sí mismo se convierte en un punto de encuentro para el diálogo social". Por lo tanto, propuso constituir una Red Interamericana de responsabilidad social Parlamentaria. 

¿Qué significa el concepto Responsabilidad Social Parlamentaria? 

Consultado por este medio Italo Pizzolante explicó que "hay que entender que la responsabilidad supone la movilización de las personas, grupos y/o instituciones a adoptar conductas éticas, caracterizadas por el compromiso activo y libre para alcanzar el bien común de la sociedad; y la Responsabilidad Social supone un estado de conciencia y compromiso que los miembros de una sociedad tienen -ya sea como individuos o como miembros de un grupo- sobre el impacto, negativo o positivo, de sus tomas de decisiones sobre la misma". 

"Hoy, todos conocemos concepto de Responsabilidad Social Empresarial que se formalizó en los años 90, en donde el sector empresarial formó parte de una estrategia de empleo que permitiera la generación de mayor cohesión social con miras a contrarrestar el desempleo y la exclusión social.  Por ello, podrán estar preguntándose ¿por qué involucrar al Congreso en estos temas tan conocidos en el ámbito corporativo? Bueno, el concepto ha ido evolucionando a la par de la conciencia social tanto del sector empresarial como la de los propios Estados, en su necesidad de avanzar hacia un desarrollo económico más sustentable para sus naciones y sociedades. Siendo el Parlamento la instancia del ciudadano para que sus elegidos tomen decisiones a favor del bienestar de la sociedad, se convierte en un punto de encuentro para el diálogo social", agregó el consultor.