Avanzó en Chile la ISO 26000

23.07.2011 | América Latina

El acuerdo que cerró la plenaria de ISO 26000 marca un hito para el futuro de la norma, pues la última versión del documento discutido en Santiago podrá ahora transitar a la fase de borrador preliminar o borrador de comité (Committee Draft-CD), lo que acerca la norma a su publicación programada para fines de 2010, luego de la respectiva votación del Grupo de Trabajo Internacional de la ISO en fecha a definir. Hubo grandes avances en cuanto al alcance de la norma en diferentes países. Además, se decidió suprimir el capítulo de la Guía que proponía ejemplo de buenas prácticas.


 

Con el acuerdo de avanzar hacia el borrador oficial de la futura norma ISO 26000, los 365 delegados de 76 países que participaron en Santiago del más grande foro internacional de normalización, finalizaron este viernes la VI Reunión Plenaria del Grupo de Trabajo de Responsabilidad Social.
Organizado por la Organización Internacional de Normalización (ISO) y el Instituto Nacional de Normalización (INN), el encuentro alcanzó el consenso en los cinco temas aún en discusión y que despertaron controversia entre los diferentes grupos de interés representados en la plenaria.
Tras cinco días de intenso trabajo y debate, los participantes revisaron y perfeccionaron el documento -que viene elaborándose desde el año 2005- en materias como la definición de la esfera de influencia de la Responsabilidad Social y las normas de comportamiento, la referencia del gobierno que tomará la ISO 26000, la priorización en la implementación de las prácticas socialmente responsables y de cómo se hará referencia a las diferentes iniciativas de Responsabilidad Social como por ejemplo, Global Reporting Initiative y Pacto Global, entre otras.
El acuerdo que cerró la plenaria de ISO 26000 marca un hito para el futuro de la norma, pues la última versión del documento discutido en Santiago podrá ahora transitar a la fase de borrador preliminar o borrador de comité (Committee Draft-CD), lo que acerca la norma a su publicación programada para fines de 2010, luego de la respectiva votación del Grupo de Trabajo Internacional de la ISO en fecha a definir.
La VI Reunión Plenaria del Grupo de Trabajo de Responsabilidad Social – Chile 2008 convocó en Santiago a 225 expertos, 103 observadores y 37 líderes de grupo, que representando a 76 países y 33 organismos internacionales como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y Global Reporting Initiative (GRI), entre otras, lograron consensuar una norma capaz de orientar a organizaciones y empresas en la aplicación de valores, procesos y prácticas en temas como derechos humanos, medio ambiente, asuntos laborales y trabajo con los consumidores y la comunidad.
Un informe de COPOLCO (el comité de consumidores de la ISO) sobre responsabilidad social corporativa lanzado en 2001, puso en marcha este complejo proceso global que busca que las prácticas productivas, políticas y sociales tengan una marca ética.
Inicialmente enfocadas en las corporaciones, las directrices luego se ampliaron para abarcar a gobiernos, organizaciones no gubernamentales y todas las entidades jugando un papel clave en los países que integran la ISO.
Uno de los más importantes acuerdos se relaciona con la aprobación de una cláusula sobre el medio ambiente y los consumidores, “un tema clave en la estrategia de Consumers International”, dijo Sadie Homer experta de CI. El acuerdo reconoce la relevancia del principio de precaución tanto para temas medioambientales como del consumidor, admitiendo la necesidad de proteger a la población de los posibles riesgos que ciertos bienes o servicios pueden entrañar para ellos y el medio ambiente.
“Los productos derivados de la nanotecnología o de la biotecnología, por ejemplo, como los organismos genéticamente modificados, deberían ser examinados bajo esta perspectiva”, comentó Christian Thorun, otro experto de CI presente en la reunión.
Un gran acuerdo de la reunión fue que las entidades (empresas, gobiernos, ONG y otras organizaciones), tendrán responsabilidad dentro de su esfera de influencia. Por ejemplo, una corporación podría ser socialmente responsable si produce sus productos en otro país sin considerar las prácticas laborales o la forma en que esos bienes son producidos.
También se dio un gran paso adelante respecto de los mecanismos legales de verificación de esas directrices. En este sentido, Christian Thorun destaca que “todas las entidades serán responsables de cumplir con las leyes nacionales y, cuando no exista legislación, o cuando ésta tenga una exigencia menor que las leyes internacionales, éstas últimas serán la referencia a tomar en cuenta”. Es decir, se buscará el mejor estándar para la seguridad y el bienestar de las personas.
No obstante, Thorun agrega, “será muy importante señalar explícitamente el deber de los gobiernos de proteger a los consumidores. El estatus de un Estado frente a cualquier otra organización es diferente, por lo que debería tener una exigencia apropiada a su condición, y este es un tema de preocupación para los consumidores”.
Hubo pedidos de las organizaciones de suministrar mejor información a los consumidores sobre opciones de consumo sustentable y convocar, asimismo, a su propia responsabilidad.
“Este es un importante tema que está en la agenda de CI, reflejado en el lanzamiento de una próxima Jornada de Acción Global sobre Consumo Sustentable que buscará informar a los consumidores para que actúen de una manera responsable y sustentable”, dijo Homer, agregando que “será beneficioso para las organizaciones miembros de CI trabajar en esta área”.
La reunión de Santiago, a la que asistieron 397 expertos (48 países en desarrollo y 28 países desarrollados) cerró una etapa de este proceso, abriendo ahora un periodo en el cual los gobiernos nacionales tendrán un papel clave, pues el debate ahora se extenderá más allá de los expertos.
En este sentido, una resolución del Grupo de Trabajo de la ISO llamó a los organismos nacionales de normalización y a los Comités Espejo (grupos nacionales similares al grupo global de trabajo) a “ampliar sus esfuerzos para involucrar a todas las categorías de grupos de interés en su interior y establecer mecanismos de financiamiento para ello”.
La próxima reunión del Grupo de Trabajo se llevará a cabo en Québec, Canadá, en una fecha a determinar. Para entonces, se espera haber contado con un activo trabajo a nivel nacional. Así, todo sugiere que la ISO 26000 verá finalmente la luz en el año previsto: 2010 y que, partir de entonces, algo habrá cambiado en el mundo para bien.

Con el acuerdo de avanzar hacia el borrador oficial de la futura norma ISO 26000, los 365 delegados de 76 países que participaron en Santiago del más grande foro internacional de normalización, finalizaron este viernes la VI Reunión Plenaria del Grupo de Trabajo de Responsabilidad Social.
Organizado por la Organización Internacional de Normalización (ISO) y el Instituto Nacional de Normalización (INN), el encuentro alcanzó el consenso en los cinco temas aún en discusión y que despertaron controversia entre los diferentes grupos de interés representados en la plenaria.

Tras cinco días de intenso trabajo y debate, los participantes revisaron y perfeccionaron el documento -que viene elaborándose desde el año 2005- en materias como la definición de la esfera de influencia de la Responsabilidad Social y las normas de comportamiento, la referencia del gobierno que tomará la ISO 26000, la priorización en la implementación de las prácticas socialmente responsables y de cómo se hará referencia a las diferentes iniciativas de Responsabilidad Social como por ejemplo, Global Reporting Initiative y Pacto Global, entre otras.

El acuerdo que cerró la plenaria de ISO 26000 marca un hito para el futuro de la norma, pues la última versión del documento discutido en Santiago podrá ahora transitar a la fase de borrador preliminar o borrador de comité (Committee Draft-CD), lo que acerca la norma a su publicación programada para fines de 2010, luego de la respectiva votación del Grupo de Trabajo Internacional de la ISO en fecha a definir.

La VI Reunión Plenaria del Grupo de Trabajo de Responsabilidad Social – Chile 2008 convocó en Santiago a 225 expertos, 103 observadores y 37 líderes de grupo, que representando a 76 países y 33 organismos internacionales como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y Global Reporting Initiative (GRI), entre otras, lograron consensuar una norma capaz de orientar a organizaciones y empresas en la aplicación de valores, procesos y prácticas en temas como derechos humanos, medio ambiente, asuntos laborales y trabajo con los consumidores y la comunidad.

Un informe de COPOLCO (el comité de consumidores de la ISO) sobre responsabilidad social corporativa lanzado en 2001, puso en marcha este complejo proceso global que busca que las prácticas productivas, políticas y sociales tengan una marca ética.
Inicialmente enfocadas en las corporaciones, las directrices luego se ampliaron para abarcar a gobiernos, organizaciones no gubernamentales y todas las entidades jugando un papel clave en los países que integran la ISO.

Uno de los más importantes acuerdos se relaciona con la aprobación de una cláusula sobre el medio ambiente y los consumidores, “un tema clave en la estrategia de Consumers International”, dijo Sadie Homer experta de CI. El acuerdo reconoce la relevancia del principio de precaución tanto para temas medioambientales como del consumidor, admitiendo la necesidad de proteger a la población de los posibles riesgos que ciertos bienes o servicios pueden entrañar para ellos y el medio ambiente.
“Los productos derivados de la nanotecnología o de la biotecnología, por ejemplo, como los organismos genéticamente modificados, deberían ser examinados bajo esta perspectiva”, comentó Christian Thorun, otro experto de CI presente en la reunión.

Un gran acuerdo de la reunión fue que las entidades (empresas, gobiernos, ONG y otras organizaciones), tendrán responsabilidad dentro de su esfera de influencia. Por ejemplo, una corporación podría ser socialmente responsable si produce sus productos en otro país sin considerar las prácticas laborales o la forma en que esos bienes son producidos.
También se dio un gran paso adelante respecto de los mecanismos legales de verificación de esas directrices. En este sentido, Christian Thorun destaca que “todas las entidades serán responsables de cumplir con las leyes nacionales y, cuando no exista legislación, o cuando ésta tenga una exigencia menor que las leyes internacionales, éstas últimas serán la referencia a tomar en cuenta”. Es decir, se buscará el mejor estándar para la seguridad y el bienestar de las personas.
No obstante, Thorun agrega, “será muy importante señalar explícitamente el deber de los gobiernos de proteger a los consumidores. El estatus de un Estado frente a cualquier otra organización es diferente, por lo que debería tener una exigencia apropiada a su condición, y este es un tema de preocupación para los consumidores”.
Hubo pedidos de las organizaciones de suministrar mejor información a los consumidores sobre opciones de consumo sustentable y convocar, asimismo, a su propia responsabilidad.
“Este es un importante tema que está en la agenda de CI, reflejado en el lanzamiento de una próxima Jornada de Acción Global sobre Consumo Sustentable que buscará informar a los consumidores para que actúen de una manera responsable y sustentable”, dijo Homer, agregando que “será beneficioso para las organizaciones miembros de CI trabajar en esta área”.
La reunión de Santiago, a la que asistieron 397 expertos (48 países en desarrollo y 28 países desarrollados) cerró una etapa de este proceso, abriendo ahora un periodo en el cual los gobiernos nacionales tendrán un papel clave, pues el debate ahora se extenderá más allá de los expertos.
En este sentido, una resolución del Grupo de Trabajo de la ISO llamó a los organismos nacionales de normalización y a los Comités Espejo (grupos nacionales similares al grupo global de trabajo) a “ampliar sus esfuerzos para involucrar a todas las categorías de grupos de interés en su interior y establecer mecanismos de financiamiento para ello”.
La próxima reunión del Grupo de Trabajo se llevará a cabo en Québec, Canadá, en una fecha a determinar. Para entonces, se espera haber contado con un activo trabajo a nivel nacional. Así, todo sugiere que la ISO 26000 verá finalmente la luz en el año previsto: 2010 y que, partir de entonces, algo habrá cambiado en el mundo para bien.