Comisión advierte sobre concentración y objetividad en el mercado de la auditoría

06.07.2011 | Mundo

La Comisión Europea inició en octubre  una consulta sobre la industria de las auditoras. Para la Comisión la  última crisis mostró las deficiencias del sector. ¿Facilitan las auditorías la información adecuada? ¿Suscita dudas su independencia? ¿Hay  riesgos en la concentración del mercado en las “Cuatro Grandes”  Deloitte, Ernst & Young, Price y KPMG? El Comisario de Mercado Interior y Servicios, Michel Barnier, sostuvo que “no está claro que los auditores sean realmente objetivos y críticos al examinar los estados financieros de una empresa cuando esa misma empresa es cliente real o potencial de servicios distintos de los de auditoría”. Cómo impactará este escenario en las auditorías de los Reportes de RSE.


 

La Comisión Europea inició en octubre  una consulta sobre la industria de las auditoras. Para la Comisión la  última crisis mostró las deficiencias del sector. ¿Facilitan las auditorías la información adecuada? ¿Suscita dudas su independencia? ¿Hay  riesgos en la concentración del mercado en las “Cuatro Grandes”  Deloitte, Ernst & Young, Price y KPMG? El Comisario de Mercado Interior y Servicios, Michel Barnier, sostuvo que “no está claro que los auditores sean realmente objetivos y críticos al examinar los estados financieros de una empresa cuando esa misma empresa es cliente real o potencial de servicios distintos de los de auditoría”. Cómo impactará este escenario en las auditorías de los Reportes de RSE.
La Comisión Europea inició en octubre  una extensa consulta sobre la función de la auditoría legal y el entorno general en que tienen lugar las auditorías. Para el organismo,  la crisis financiera ha planteado la necesidad de preguntarse si cabe mejorar la función de los auditores con el fin de reducir todo posible nuevo riesgo financiero en el futuro. La crisis ha puesto también de manifiesto ciertas deficiencias del sector de auditoría que deben estudiarse más en detalle.
Más concretamente, la Comisión tiene gran interés en plantear ciertos extremos: ¿Facilitan las auditorías la información adecuada a todos los agentes del sector financiero? ¿Suscita dudas la independencia de las sociedades de auditoría? ¿Conlleva riesgos la concentración del mercado? ¿Podría ser conveniente una supervisión a escala europea? ¿De qué modo pueden satisfacerse las necesidades específicas de las pequeñas y medianas empresas?
El plazo de respuesta a la consulta concluye el 8 de diciembre de 2010.
El Comisario de Mercado Interior y Servicios, Michel Barnier, ha manifestado que: «La veracidad de los estados financieros es esencial para que exista confianza en el mercado. Todos los agentes del sector financiero deben poder confiar en información que refleje la verdadera situación financiera de las empresas. Los auditores tienen una importante función que desempeñar y, por ello, necesitamos auditorías sólidas y completamente independientes. La crisis ha puesto de relieve una serie de fallos en el sector de auditoría, y es preciso estudiar qué mejoras cabe introducir. Creo que debemos afrontar este debate con franqueza y amplitud de miras. Ningún tema debe ser tabú.».
El objetivo de una auditoría es ofrecer una opinión sobre la fidelidad de los estados financieros de las empresas auditadas, con plena independencia de las mismas. En este sentido, la independencia de los auditores debe ser la piedra angular de la auditoría.
La crisis bancaria, en particular, ha llevado a plantearse si es posible mejorar la función de los auditores con el fin de reducir todo posible nuevo riesgo financiero en el futuro. La finalidad de este nuevo Libro Verde es realizar una extensa consulta dirigida a determinar qué cambios podría ser necesario introducir en la política de auditoría.
Por este motivo, afirman desde la Comisión, la independencia de los auditores debe ser la base del entorno de la auditoría. Es hora de investigar si se cumple realmente este mandato social. 
"Algunas partes interesadas han mostrado su preocupación con respecto a la pertinencia de las auditorías en el entorno empresarial actual. A otras partes interesadas les puede resultar difícil entender que los estados financieros de una entidad puedan reflejar una imagen «razonable» y una «solidez significativa» cuando se hallaba, de hecho, en graves dificultades financieras", dice el documento de la Comisión.
- El impacto en la RSE y los reportes de sustentabilidad 
Este nuevo escenario europeo impactaría sin lugar a dudas dentro del ámbito de la RSE. Allí también las auditoras cumplen a veces los roles superpuestos de auditoras y asesores, cuestión que fue puesta en entredicho en numerosas oportunidades y en diversos foros. Esta incompatibilidad cobra mayor relevancia en un contexto en el que se está hablando, muchas veces a instancias de las propias auditoras, de avanzar hacia un nuevo esquema de reportes de sustentabilidad integrados a la memoria y balance financiero.
De hecho, iniciativas internacionales vinculadas con indicadores de sustentabilidad y elaboración de memorias de gran relevancia como el Global Reporting Initiative (GRI) trabajan cada vez más estrechamente con las mentadas “Cuatro Grandes” ya sea apoyando trabajos de investigación, o financiando la apertura de nuevas oficinas.  El GRI anunció hace meses que este martes que sus indicadores de sustentabilidad se fusionarán con los financieros en la versión G4 de su herramienta para 2012.
Años atrás, en el marco de la discusión de la flamante Guía ISO26000, los representantes del propio sector privado en ese debate desestimaron la cuestión de la certificación, por los costos de auditoría que traería aparejados y por las dificultades técnicas de una “cuantificación certificable” de una materia tan abarcadora como lo es la responsabilidad social empresaria. 
Cambios en la mira de la Comisión
A juicio de la Comisión, existen una serie de aspectos en los que habría que profundizar: 
- La independencia de los auditores: no está claro que los auditores sean realmente objetivos y críticos al examinar los estados financieros de una empresa cuando esa misma empresa es cliente real o potencial de servicios distintos de los de auditoría. 
- La fiabilidad que los interesados pueden otorgar a los estados financieros auditados. Se trata de comprender hasta qué punto las expectativas de los interesados se alejan, en su caso, de la realidad en lo que respecta al alcance y la metodología de la auditoría. 
- El posible riesgo sistémico que puede originar la intensa concentracióndel sector de auditorías (¿de qué modo puede afectar al conjunto del sistema financiero el cierre de una de las grandes sociedades de auditoría?). 
Otros puntos críticos señalados por el  “Libro Verde Política de auditoría: lecciones de la crisis” son:
-  Al margen de las disposiciones legales y del Código ético, la Comisión desea reforzar la independencia de los auditores y abordar los conflictos de intereses inherentes al panorama actual, que se caracteriza por factores como el nombramiento y la remuneración de los auditores por parte de la empresa auditada, los bajos niveles de rotación de las empresas de auditoría o la prestación de servicios distintos a la auditoría por parte de las sociedades de
auditoría.
- Los auditores son nombrados y pagados por la entidad que ha de ser auditada, y ello en el marco de un proceso de licitación comercial. El hecho de que los auditores sean responsables ante los accionistas de la empresa auditada y otras partes interesadas, aunque reciban su remuneración de la empresa auditada, “crea una distorsión dentro del sistema”, expresa la Comisión en su Líbro Verde.
- Habría que plantearse la rotación obligatoria de las sociedades de auditoría y no sólo de los socios auditores. La Comisión comprende los argumentos relativos a la pérdida de conocimientos a resultas de la rotación. Sin embargo, desea examinar las ventajas e inconvenientes de esta rotación, especialmente de cara a promover y mantener la objetividad y el dinamismo en el mercado de auditorías.
- La Comisión desea examinar la posibilidad de reforzar la prohibición de prestar servicios distintos de la auditoría por parte de sociedades de auditoría. Esto podría dar lugar a la creación de «sociedades de auditoría puras», asimiladas a unidades de inspección. Dado que los auditores emiten un dictamen independiente sobre la salud financiera de las empresas, lo ideal sería que no tuvieran ningún interés comercial en la empresa auditada. 
- El mercado de las auditorías de empresas que cotizan en bolsa está dominado en lo esencial por lo que se conoce como las «cuatro grandes»(Deloitte, Ernst & Young, PricewaterhouseCoopers y KPMG) sociedades de auditoría. En cuanto a los ingresos u honorarios percibidos, la cuota total de mercado de las «cuatro grandes» en relación con empresas que cotizan en bolsa supera el 90 % en la gran mayoría de los Estados miembros de la UE. Esta concentración podría conllevar una acumulación de riesgos sistémicos que podrían distorsionar todo el mercado.
- Las auditorías conjuntas como tales sólo se llevan a cabo en Francia, donde las empresas que cotizan en bolsa están obligadas a nombrar a dos sociedades de auditoría diferentes que comparten el trabajo y firman conjuntamente el informe de auditoría. Esta práctica, sin embargo, debería seguir desarrollándose en el sentido de «dinamizar» el mercado a fin de que las sociedades no sistémicas de mediano tamaño puedan participar activamente en el segmento de mercado de las auditorías de grandes empresas, cosa que hasta el momento ha resultado ser muy difícil. 
Podrá responderse a lo planteado en el Libro Verde hasta el 8 de diciembre.
En 2011 y a la luz de esas respuestas, la Comisión decidirá si es necesario adoptar medidas. La Comisión procurará cooperar con sus principales socios internacionales en el contexto del Consejo de Estabilidad Financiera y el G-20, y acercar posiciones con ellos.

La Comisión Europea inició en octubre  una extensa consulta sobre la función de la auditoría legal y el entorno general en que tienen lugar las auditorías. Para el organismo,  la crisis financiera ha planteado la necesidad de preguntarse si cabe mejorar la función de los auditores con el fin de reducir todo posible nuevo riesgo financiero en el futuro. La crisis ha puesto también de manifiesto ciertas deficiencias del sector de auditoría que deben estudiarse más en detalle.

Más concretamente, la Comisión tiene gran interés en plantear ciertos extremos: ¿Facilitan las auditorías la información adecuada a todos los agentes del sector financiero? ¿Suscita dudas la independencia de las sociedades de auditoría? ¿Conlleva riesgos la concentración del mercado? ¿Podría ser conveniente una supervisión a escala europea? ¿De qué modo pueden satisfacerse las necesidades específicas de las pequeñas y medianas empresas?
El plazo de respuesta a la consulta concluye el 8 de diciembre de 2010.

El Comisario de Mercado Interior y Servicios, Michel Barnier, ha manifestado que: «La veracidad de los estados financieros es esencial para que exista confianza en el mercado. Todos los agentes del sector financiero deben poder confiar en información que refleje la verdadera situación financiera de las empresas. Los auditores tienen una importante función que desempeñar y, por ello, necesitamos auditorías sólidas y completamente independientes. La crisis ha puesto de relieve una serie de fallos en el sector de auditoría, y es preciso estudiar qué mejoras cabe introducir. Creo que debemos afrontar este debate con franqueza y amplitud de miras. Ningún tema debe ser tabú.».

El objetivo de una auditoría es ofrecer una opinión sobre la fidelidad de los estados financieros de las empresas auditadas, con plena independencia de las mismas. En este sentido, la independencia de los auditores debe ser la piedra angular de la auditoría.
La crisis bancaria, en particular, ha llevado a plantearse si es posible mejorar la función de los auditores con el fin de reducir todo posible nuevo riesgo financiero en el futuro. La finalidad de este nuevo Libro Verde es realizar una extensa consulta dirigida a determinar qué cambios podría ser necesario introducir en la política de auditoría.

Por este motivo, afirman desde la Comisión, la independencia de los auditores debe ser la base del entorno de la auditoría. Es hora de investigar si se cumple realmente este mandato social. 
"Algunas partes interesadas han mostrado su preocupación con respecto a la pertinencia de las auditorías en el entorno empresarial actual. A otras partes interesadas les puede resultar difícil entender que los estados financieros de una entidad puedan reflejar una imagen «razonable» y una «solidez significativa» cuando se hallaba, de hecho, en graves dificultades financieras", dice el documento de la Comisión.

- El impacto en la RSE y los reportes de sustentabilidad 
Este nuevo escenario europeo impactaría sin lugar a dudas dentro del ámbito de la RSE. Allí también las auditoras cumplen a veces los roles superpuestos de auditoras y asesores, cuestión que fue puesta en entredicho en numerosas oportunidades y en diversos foros. Esta incompatibilidad cobra mayor relevancia en un contexto en el que se está hablando, muchas veces a instancias de las propias auditoras, de avanzar hacia un nuevo esquema de reportes de sustentabilidad integrados a la memoria y balance financiero.
De hecho, iniciativas internacionales vinculadas con indicadores de sustentabilidad y elaboración de memorias de gran relevancia como el Global Reporting Initiative (GRI) trabajan cada vez más estrechamente con las mentadas

“Cuatro Grandes” ya sea apoyando trabajos de investigación, o financiando la apertura de nuevas oficinas.  El GRI anunció hace meses que este martes que sus indicadores de sustentabilidad se fusionarán con los financieros en la versión G4 de su herramienta para 2012.
Años atrás, en el marco de la discusión de la flamante Guía ISO26000, los representantes del propio sector privado en ese debate desestimaron la cuestión de la certificación, por los costos de auditoría que traería aparejados y por las dificultades técnicas de una “cuantificación certificable” de una materia tan abarcadora como lo es la responsabilidad social empresaria. 

Cambios en la mira de la Comisión
A juicio de la Comisión, existen una serie de aspectos en los que habría que profundizar: 

- La independencia de los auditores: no está claro que los auditores sean realmente objetivos y críticos al examinar los estados financieros de una empresa cuando esa misma empresa es cliente real o potencial de servicios distintos de los de auditoría. 

- La fiabilidad que los interesados pueden otorgar a los estados financieros auditados. Se trata de comprender hasta qué punto las expectativas de los interesados se alejan, en su caso, de la realidad en lo que respecta al alcance y la metodología de la auditoría. 
- El posible riesgo sistémico que puede originar la intensa concentracióndel sector de auditorías (¿de qué modo puede afectar al conjunto del sistema financiero el cierre de una de las grandes sociedades de auditoría?). Otros puntos críticos señalados por el  “Libro Verde Política de auditoría: lecciones de la crisis” son:

-  Al margen de las disposiciones legales y del Código ético, la Comisión desea reforzar la independencia de los auditores y abordar los conflictos de intereses inherentes al panorama actual, que se caracteriza por factores como el nombramiento y la remuneración de los auditores por parte de la empresa auditada, los bajos niveles de rotación de las empresas de auditoría o la prestación de servicios distintos a la auditoría por parte de las sociedades deauditoría.

- Los auditores son nombrados y pagados por la entidad que ha de ser auditada, y ello en el marco de un proceso de licitación comercial. El hecho de que los auditores sean responsables ante los accionistas de la empresa auditada y otras partes interesadas, aunque reciban su remuneración de la empresa auditada, “crea una distorsión dentro del sistema”, expresa la Comisión en su Líbro Verde.
- Habría que plantearse la rotación obligatoria de las sociedades de auditoría y no sólo de los socios auditores. La Comisión comprende los argumentos relativos a la pérdida de conocimientos a resultas de la rotación. Sin embargo, desea examinar las ventajas e inconvenientes de esta rotación, especialmente de cara a promover y mantener la objetividad y el dinamismo en el mercado de auditorías.

- La Comisión desea examinar la posibilidad de reforzar la prohibición de prestar servicios distintos de la auditoría por parte de sociedades de auditoría. Esto podría dar lugar a la creación de «sociedades de auditoría puras», asimiladas a unidades de inspección. Dado que los auditores emiten un dictamen independiente sobre la salud financiera de las empresas, lo ideal sería que no tuvieran ningún interés comercial en la empresa auditada. 
- El mercado de las auditorías de empresas que cotizan en bolsa está dominado en lo esencial por lo que se conoce como las «cuatro grandes»(Deloitte, Ernst & Young, PricewaterhouseCoopers y KPMG) sociedades de auditoría. En cuanto a los ingresos u honorarios percibidos, la cuota total de mercado de las «cuatro grandes» en relación con empresas que cotizan en bolsa supera el 90 % en la gran mayoría de los Estados miembros de la UE. Esta concentración podría conllevar una acumulación de riesgos sistémicos que podrían distorsionar todo el mercado.

- Las auditorías conjuntas como tales sólo se llevan a cabo en Francia, donde las empresas que cotizan en bolsa están obligadas a nombrar a dos sociedades de auditoría diferentes que comparten el trabajo y firman conjuntamente el informe de auditoría. Esta práctica, sin embargo, debería seguir desarrollándose en el sentido de «dinamizar» el mercado a fin de que las sociedades no sistémicas de mediano tamaño puedan participar activamente en el segmento de mercado de las auditorías de grandes empresas, cosa que hasta el momento ha resultado ser muy difícil. 
Podrá responderse a lo planteado en el Libro Verde hasta el 8 de diciembre.
En 2011 y a la luz de esas respuestas, la Comisión decidirá si es necesario adoptar medidas. La Comisión procurará cooperar con sus principales socios internacionales en el contexto del Consejo de Estabilidad Financiera y el G-20, y acercar posiciones con ellos.