Cómo impactan los aires acondicionados en el consumo energético
El consumo de energía en edificios y empresas está en la mira. Se estima que en Estados Unidos, los edificios son responsables por el 71 por ciento del consumo de energía eléctrica total del país, según datos del United States Green Building Council. Las empresas tienen cada vez más conciencia acerca de los beneficios de gestionar en forma sustentable su consumo de electricidad, no sólo para reducir costos, sino también para disminuir la huella ecológica. Uno de los puntos centrales en el consumo de energía tiene que ver con la climatización de los ambientes: gestionar adecuadamente las condiciones ambientales incide directamente en la eficiencia del consumo de energía.
Así lo explicó Claudio Gamón -Jefe de Producto y Marketing de Aire Acondicionado Central de BGH- durante la “II Jornada sobre Ahorro y Eficiencia Energética”, organizada por la revista Prensa Económica, “El gerenciamiento de la energía es fundamental en la construcción moderna. Se trata de controlar la utilización y el gasto energético en el edificio, manteniendo las condiciones ambientales dentro de los parámetros de funcionalidad y confort requeridos para el normal desempeño de las actividades”. Además añadió que “el objetivo principal es reducir los costos a los niveles más bajos sin sacrificar el confort, la productividad o la funcionalidad”.
Desde su perspectiva, también es importante hacer hincapié en la calidad del aire interior. A partir de su experiencia, Gamón comentó que “la calidad de aire interior es un tema que repercute directamente en el gerenciamiento de la energía. Es uno de los factores más importantes que contribuyen a disminuir el consumo y mejorar el confort en un ambiente”. Ahora, ¿cómo se cuida la calidad de aire? Algunas de las consideraciones más importantes son: eliminar las partículas en suspensión, ventilar para diluir la concentración de contaminantes, limpiar filtros para eliminar partículas y contaminantes biológicos y monitorear el aire. Para lograrlo, existen diversas tecnologías específicas: filtros especiales, sistemas economizadores, lámparas ultravioletas y sensores de control de aire.
La eficiencia energética es la relación entre la energía consumida y los productos o servicios obtenidos. Según la norma IRAM 62406, es la relación entre la capacidad total de enfriamiento y la potencia efectiva de entrada necesaria bajo determinadas condiciones de clasificación. Cuanto mayor es el Índice de Eficiencia Energética, menor será el consumo del equipo o sistema integrado por estos equipos.
Entonces, la elección del acondicionador adecuado es un factor central que influye en el ahorro energético.
Como conclusión, Claudio Gamón resumió “Tengamos en cuenta que un correcto uso de la energía no sólo representa disminuir los costos sino que preserva los recursos y disminuye el impacto ecológico de nuestro planeta. Para alcanzar este objetivo es importante controlar los sistemas que utilizamos, seleccionar equipos eficientes y controlar la calidad de aire”.