Se propone aquí una enumeración de algunos de esos aportes, que asumen la necesidad de construir caminos en una región donde los distintos sectores deben instaurarse en protagonistas de su responsabilidad, para que los protagonistas no sigan siendo la pobreza, la exclusión, la violencia, la corrupción.

Transparencia, consulta, integración

Veamos tres modalidades de empresas comprometidas. Organización Corona, compañía colombiana de productos para el hogar que emplea a 8 mil personas en sus plantas de Colombia y Estados Unidos, integra Transparencia por Colombia, el capítulo de Transparencia Internacional en ese país, una organización sin fines de lucro dedicada a la prevención contra la corrupción en asuntos de interés público.

Corona colaboró en la definición de las estrategias y proyectos de Transparencia por Colombia, y además contribuye financieramente para su fortalecimiento institucional. Actualmente Corona es una de las compañías que forman parte del programa de Transparencia para pequeñas y medianas empresas en ética y responsabilidad social, asumiendo que las PyMEs son el 90% de la comunidad empresarial del país y generan más del 50% del empleo.

La empresa Amanco, dedicada a fabricar tubos para fluidos y sistemas de construcción livianos, con plantas en 13 países de Latinoamérica y sede en Costa Rica, también está trabajando con Transparencia Internacional, en este caso sobre el tema de las contrataciones públicas.

Por otra parte, desarrolla negocios sostenibles en comunidades marginadas poniendo foco en las necesidades de esas comunidades y en los productos accesibles que la empresa puede fabricar para ellas. Amanco realiza además experiencias de consulta con las comunidades vecinas a sus plantas. Enfatizando la necesidad de abrir espacios de diálogo, Yazmín Trejos, gerente corporativa de Comunicación y RSE, sacudió a los participantes de la Conferencia con una pregunta: "El título de la Conferencia es "Del dicho al hecho", pero quién es el que dice?". El proceso de consulta descripto por Trejos parte de la base de ahondar en los temas de interés que esas poblaciones tienen respecto de la firma más que en aquéllos que la empresa presupone.

En el aspecto de RSE que hace a la inversión social, Ron Santa Teresa hizo su aporte. La compañía venezolana está contribuyendo, en el municipio Revenga donde tiene su planta, a la erradicación de la delincuencia sin violencia y la transformación de liderazgo violento en liderazgo virtuoso. Desde cuándo? Desde que jóvenes integrantes de una banda asaltaron a mano armada a un inspector de seguridad de la empresa. Al ser capturados, se les ofreció elegir entre la cárcel y el trabajo no remunerado. Los jóvenes aceptaron la segunda opción y pidieron que el resto de la banda fuera incorporado. Desde 2003, 66 jóvenes con problemas de conducta, que pertenecían a tres bandas, participaron durante tres meses de un programa que incluye trabajo intensivo, formación en valores, deporte, asistencia psicológica y trabajo comunitario, luego de lo cual pudieron optar por un empleo formal o por continuar su capacitación en otros dos proyectos de inversión social de la compañía. Los índices delictivos de la zona comenzaron a disminuir.

La lupa

Desde el sector social, el Grupo de Monitoreo Independiente de El Salvador (GMIES) presentó su original modalidad de trabajo. El GMIES es una organización de la sociedad civil que monitorea y verifica el cumplimiento en las empresas de los derechos humanos y laborales (tanto normas legales como códigos de conducta), con el objetivo de desarrollar condiciones de trabajo dignas. En este proceso, el GMIES releva situaciones de conflicto actual o potencial sobre las cuales recomienda acciones correctivas de solución o prevención.

El monitoreo incluye a las empresas y sus contratistas y subcontratistas, y no representa a ninguna de las partes. Las verificaciones se realizan sobre cuestiones como contratos, discriminación, permisos, libertad de asociación, acoso sexual, seguridad e higiene (comedor, ruidos, primeros auxilios, iluminación, sanitarios, suministro de agua), gestión ambiental. Gap y Liz Claiborne están entre las compañías que utilizaron este servicio para sus proveedores de El Salvador.

En otro orden, en la sesión plenaria sobre "La visión de las partes interesadas", Marilena Lazzarini, presidenta de Consumers International "una red que reœne a 250 organizaciones en 115 países" afirmó que el significado de la RSE no es claro para los consumidores, pues su uso comercial excesivo termina confundiendo. Lazzarini señaló además que la promoción del consumo responsable se presenta como la contraparte de la responsabilidad social de las empresas.

El mensaje del Estado

En cuanto al sector público, Josefina Vázquez Motta, secretaria de Desarrollo Social del gobierno mexicano "anfitrión de la Conferencia", dijo que "la pobreza es asunto de todos. Se requiere la transparencia y la rendición de cuentas como pacto de honradez entre lo público y lo privado. No es suficiente la mano invisible del mercado para la superación de la pobreza y la creación de oportunidades". Y en un mensaje grabado, el presidente Vicente Fox expresó la necesidad de "que las empresas no se divorcien de las culturas, de los valores e intereses de la sociedad".

El gobierno mexicano busca incentivar la responsabilidad social no sólo en el empresariado sino también en otros grupos, como el de los estudiantes. Con la concepción de que el Estado debe promover y conducir la participación solidaria hacia el combate a la pobreza y hacia el desarrollo social y humano, el gobierno lleva adelante desde 2002 el programa Jóvenes por México. Este programa alienta económicamente y da difusión a proyectos de prestación de servicios sociales encarados por jóvenes estudiantes que, junto a instituciones de educación media y superior y organizaciones de la sociedad civil, ponen en práctica la preparación adquirida en su formación profesional, "despertando su conciencia sobre la realidad socioeconómica del país y fomentando su compromiso solidario".

Los organismos multilaterales

El Pacto Global de Naciones Unidas, que involucra a las empresas en un compromiso por los derechos humanos, las normas laborales, el medio ambiente y la anticorrupción, estuvo presente a través de Manuel Escudero. Secretario general del Pacto en España, Escudero habló sobre el presunto dilema entre regulación y autorregulación, concluyendo que si la autorregulación es indispensable, la regulación es necesaria como complemento para la homogeneización, transparencia y verificación.

Por su parte, el Banco Interamericano de Desarrollo, ratificó a través de Donald Terry (gerente del Fondo Multilateral de Inversiones administrado por el BID), su apoyo financiero a programas que apunten a la sustentabilidad de América Latina y el Caribe impulsando la responsabilidad en el sector privado. De hecho, el FOMIN firmó con la Universidad de Anáhuac un convenio por 1.275.000 dólares para aplicar medidas de RSE en PyMEs proveedoras de grandes empresas en México.

Los títulos de los encuentros del BID (en 2002, "Alianzas para el Desarrollo", en 2003, "La RSE como instrumento de competitividad" y este año, "Del dicho al hecho") van marcando la línea del organismo en la concepción que propone sobre la responsabilidad corporativa: articular, concebir la responsabilidad como parte del negocio, y pasar de la declamación a los valores en acción.


Mercedes Korin, Consultora en Responsabilidad Empresaria