Consejos para una iluminación más sustentable

17.04.2012 | Gestión

Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Tierra, GE Iluminación dio a conocer una serie de prácticas sencillas de iluminación que contribuyen a la salud del planeta y generan ahorros sustanciales en el gasto de energía eléctrica. Según los autores, esto es posible gracias a la nueva generación de lámparas que, utilizando menos electricidad, ofrecen el mismo nivel de luminosidad que otorgan las tradicionales.


Para navegar en esta nueva era en iluminación y desarrollar prácticas de consumo y criterios de compra que resulten beneficiosos para el planeta y la economía familiar, a continuación se explican algunos conceptos que ayudarán a escoger la lámpara ideal para cada lugar y tarea.

Entendiendo las nuevas tecnologías

El 90% de la energía consumida por las lamparitas incandescentes tradicionales se transforma en calor, mientras que apenas un 10% genera luz. Asimismo, un foco incandescente dura en promedio apenas mil horas o cerca de un año. Por estas razones son considerados ineficientes. El cambio hacia tecnologías más eficientes puede representar ahorros de 50% a 75% en el consumo de la energía destinada a iluminación de una residencia común, porque además de consumir menos energía, duran mucho más. Para el uso general en los hogares, iluminación de tareas y espacios de trabajo, podemos considerar tres tecnologías: fluorescente, LED (diodos emisores de luz) y halógena (incandescentes ahorradoras)

1. Fluorescente: en comparación con las lamparitas comunes, los focos ahorradores brindan un ahorro energético entre 75 y 80% y duran hasta 10 veces más – 8 a 10 años tomando como base un uso diario promedio de 3 horas, y el abastecimiento de una red energética estable.

2. LED: estos sistemas ofrecen un ahorro energético de hasta 80% frente a las bombillas incandescentes tradicionales y tienen una vida útil de hasta 25 mil horas, es decir, hasta 22 años.

3. Halógena: también conocidas como “halógenas incandescentes”, usan 25% menos electricidad y duran hasta tres veces más que una incandescente tradicional.

Diccionario para las compras

Hace algunos años, la compra de lámparas se definía  solamente por la cantidad de watts consumidos (40, 60, 75 y 100 watts). Hoy en día, la iluminación puede cambiar completamente la atmosfera de un ambiente, destacando obras de arte, ofreciendo más confort en la realización de tareas y hasta estimulando la productividad. Como varios factores influyen en  el  desempeño de los focos, antes de comprar es importante entender los siguientes términos:

1. Lúmenes: Lúmenes son los nuevos “watts”. Los lúmenes indican la cantidad de luz generada, es decir, cuanto más lúmenes, mayor el nivel de iluminación.

2. Índice de Reproducción de Color (IRC): Este índice es el parámetro clave que determina con cuánta fidelidad se reproduce un color en comparación con una fuente de referencia. Típicamente la luz solar es la referencia. Este índice varía de cero a 100 y cuanto más alto el IRC, mejor definidos se ven los colores.  Un índice igual o superior a 82 (dentro de la escala de 0 a 100) se considera muy bueno.

3. Temperatura de color: medida en grados Kelvin, la temperatura de color puede modificar la atmosfera de un espacio. Cuanto más alto el valor de la temperatura, más fría o blanca se ve la luz. Por otro lado, cuanto más bajo ese valor, más cálida o amarilla será la luz. Los productos estándar varían de 2700 a 6500K.  Se sugieren soluciones de iluminación con colores más blancos (alta temperatura) para los lugares donde se realizan tareas, como la cocina o el baño. Cuanto más amarilla la luz, más acogedor se percibe el ambiente.