Cuarto informe general acerca de las actividades de RSE en la industria del Petróleo y del Gas
El Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG), junto a su Comisión de Relaciones Institucionales, presentó el pasado viernes 20 de noviembre su cuarto informe general acerca de las actividades de Responsabilidad Social Empresaria en la industria. Entre los resultados 2009, se destaca que el 97% realiza capacitación laboral, el 81% forma sobre el cuidado del medioambiente, el 65% registra certificaciones, el 56% efectúa estudios de clima sociolaboral y el 46% ofrecen programas para la familia.
El creciente interés y afianzamiento de la RSE en la agenda nacional e internacional es una orientación general que se manifiesta mediante acciones que la promueven. Esta consolidación se ha hecho evidente en el sector del Petróleo y del Gas, mediante el nuevo Informe 2009, en el que se interesó una mayor cantidad de empresas en comparación con años anteriores. Mientras que en el 2007 participó el 24% de las empresas asociadas al IAPG, actualmente lo hizo el 40%.
El informe 2009 corresponde a la cuarta edición y se compone de dos partes. Por un lado, pueden apreciarse los datos y las conclusiones que surgen de una encuesta a las empresas participantes y, por otro, la presentación de algunas acciones de la industria con la comunidad.
En 2001, el IAPG se propuso conocer sistemáticamente la intensidad y las características de las actividades comunitarias de las empresas asociadas, a partir de la importancia creciente en el sector de los conceptos relacionados con la RSE. Esta iniciativa se reflejó en la presentación de informes sucesivos en los que se puede apreciar la evolución de las actividades.
De manera consecutiva, en los años 2001, 2004, 2007 y ahora 2009, se ha elaborado una presentación general que, además de las actividades comunitarias, tiene en cuenta diferentes temas, tales como certificaciones, cuidado del medio ambiente y diferentes aspectos relativos a clima sociolaboral.
Este cuarto informe, al igual que los realizados en el 2001, 2004 y 2007, fue confeccionado por la Dra. Beatriz Balián y su equipo de la Universidad Católica Argentina. La continuidad en el conocimiento de este tema y su publicación ha sido un ejercicio de transparencia, al mismo tiempo que un instrumento de comparación y de ayuda para mejorar los propios niveles de desarrollo.
Algunas conclusiones:
El conjunto de empresas analizado muestra un perfil heterogéneo, que puede comprenderse según tamaño, actividad desempeñada y años de experiencia laboral. El mismo se tipifica de la siguiente manera:
1) Empresas “históricas”, surgidas antes de 1990, con más de 600 empleados y dedicadas principalmente a la producción.
2) Empresas “de la internalización económica”, surgidas entre 1991 y 2000, con diferentes tamaños y dedicadas principalmente a la producción.
3) Empresas “nuevas”, surgidas a partir del 2001, de menor tamaño y dedicadas principalmente a los servicios.
Esta composición se diferencia de estudios anteriores, en los que preponderaban empresas de mayor trayectoria y tamaño.
Entre los resultados 2009, se destaca que las empresas del sector tienen presencia en varias jurisdicciones. El 97% realiza capacitación laboral, el 81% forma sobre el cuidado del medioambiente, el 65% registra certificaciones, el 56% efectúa estudios de clima sociolaboral y el 46% ofrecen programas para la familia.
Teniendo en cuenta el contexto actual, se han agregado a partir de este año nuevos aspectos. En relación con el medio ambiente, se observó el tratamiento incipiente de residuos eléctricos y electrónicos (24%). En salud, se advirtió una consideración destacada de aspectos ergonométricos (62%) y políticas para atención de adicciones (abuso de alcohol, 49%, y uso de drogas 52%). En relación con los valores, se advirtió un bajo porcentaje de firma del Pacto Global (22%), pero sí hubo una mayor proporción del total que dispone de un Código de Ética (65%).
En cuanto a la actividades en la comunidad, la información que procede desde el año 2001 permite señalar varias constantes, como una alta proporción de empresas que realizan estas actividades (superior al 75%) y un orden de prioridad semejante de los diferentes temas considerados – a saber: educación, salud, medio ambiente y seguridad y, según las circunstancias, emergencias climáticas y sociales-. Además, se advierte la focalización en aspectos de pobreza y, desde 2007, también en proyectos para la generación de empleo. Se observan alianzas con ONGs, con el Estado y con otras empresas.
El estudio completo se puede descargar pulsando aquí.