Debate el G8 las nuevas metas del calentamiento global

15.06.2011 | Mundo

Los dirigentes del G8 y de otras grandes economías tratarán esta semana en Italia de fijarse metas concretas para impulsar las negociaciones de un nuevo acuerdo mundial sobre el cambio climático que deben llevarse a cabo en diciembre en Copenhague. Los países del G8 (los siete más industrializados -Alemania, Canadá, EE.UU., Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón- junto a Rusia) representan el 13% de la población mundial pero un 40% de las emisiones de gases con efecto invernadero. Se espera tener éxito en declarar la necesidad de disminuir 2 grados el calentamiento a partir de metas ambiciosas de reducción de las emisiones en 2020. Hasta ahora hubo fuertes resistencias de parte de los países desarrollados.


 

Para los negociadores de un nuevo acuerdo sobre la reducción de esos gases, la cumbre de esta semana en L’Aquila -la ciudad italiana devastada en abril por un sismo- es una oportunidad que no debe desperdiciarse.
“Es el momento de dar pasos decisivos. Los dirigentes deben demostrar liderazgo, porque no pueden permitirse un fracaso a menos de seis meses de Copenhague”, sostiene Yvo de Boer, secretario ejecutivo de la Convención del clima de la ONU, que conduce las negociaciones entre los 192 países signatarios.
El club de los ocho incluye la cuestión del clima en sus agendas desde 2005, con resultados que hasta ahora han sido siempre decepcionantes. Pero desde la última cumbre del año pasado en Toyako (Japón), Barack Obama reemplazó a George W. Bush en la presidencia de Estados Unidos, y la primera potencia mundial ya no niega la realidad del calentamiento global.
“Esperamos (que Obama) tenga una influencia positiva en el ambiente” de la reunión, dice De Boer. “El también tiene que empezar con un éxito”, agrega.
El G8, ante las alarmantes previsiones científicas, se dispone a respaldar colectivamente el objetivo de limitar el calentamiento global a 2 grados centígrados en relación a los niveles anteriores a la revolución industrial, para evitar impactos mayores (en un siglo, la temperatura terrestre ya aumentó casi un grado).
“Es un avance real, políticamente importante”, porque “Estados Unidos, con Bush, nunca dijo nada sobre los 2 grados”, apunta Alden Meyer, de la Union of Concerned Scientists (una ONG científica norteamericana).
“Pero sigue sin haber cifras concretas sobre los objetivos (de reducción de los gases con efecto invernadero) o sobre la financiación. Y esa es la señal que esperan los países en desarrollo”, matiza.
Un techo para 2020
En el proyecto de declaración final de la cumbre, el G8 señala que las emisiones contaminantes deben alcanzar su techo en 2020, pero se abstiene de establecer un calendario para empezar a reducirlas luego.
El Foro de las Mayores Economías (FME), que se reunirá el jueves, “apoya” en cambio una reducción global del 50% de las emisiones en 2050, lo cual significaría un recorte de 80% en los países industrializados. El FME integra a 16 países: los del G8 y a grandes emergentes como Brasil, China e India. En su conjunto, son responsables del 80% de las emisiones contaminantes del planeta.
(AFP)

Para los negociadores de un nuevo acuerdo sobre la reducción de esos gases, la cumbre de esta semana en L’Aquila -la ciudad italiana devastada en abril por un sismo- es una oportunidad que no debe desperdiciarse.

“Es el momento de dar pasos decisivos. Los dirigentes deben demostrar liderazgo, porque no pueden permitirse un fracaso a menos de seis meses de Copenhague”, sostiene Yvo de Boer, secretario ejecutivo de la Convención del clima de la ONU, que conduce las negociaciones entre los 192 países signatarios.

El club de los ocho incluye la cuestión del clima en sus agendas desde 2005, con resultados que hasta ahora han sido siempre decepcionantes. Pero desde la última cumbre del año pasado en Toyako (Japón), Barack Obama reemplazó a George W. Bush en la presidencia de Estados Unidos, y la primera potencia mundial ya no niega la realidad del calentamiento global.

“Esperamos (que Obama) tenga una influencia positiva en el ambiente” de la reunión, dice De Boer. “El también tiene que empezar con un éxito”, agrega.
El G8, ante las alarmantes previsiones científicas, se dispone a respaldar colectivamente el objetivo de limitar el calentamiento global a 2 grados centígrados en relación a los niveles anteriores a la revolución industrial, para evitar impactos mayores (en un siglo, la temperatura terrestre ya aumentó casi un grado).

“Es un avance real, políticamente importante”, porque “Estados Unidos, con Bush, nunca dijo nada sobre los 2 grados”, apunta Alden Meyer, de la Union of Concerned Scientists (una ONG científica norteamericana).
“Pero sigue sin haber cifras concretas sobre los objetivos (de reducción de los gases con efecto invernadero) o sobre la financiación. Y esa es la señal que esperan los países en desarrollo”, matiza.

Un techo para 2020
En el proyecto de declaración final de la cumbre, el G8 señala que las emisiones contaminantes deben alcanzar su techo en 2020, pero se abstiene de establecer un calendario para empezar a reducirlas luego.
El Foro de las Mayores Economías (FME), que se reunirá el jueves, “apoya” en cambio una reducción global del 50% de las emisiones en 2050, lo cual significaría un recorte de 80% en los países industrializados. El FME integra a 16 países: los del G8 y a grandes emergentes como Brasil, China e India. En su conjunto, son responsables del 80% de las emisiones contaminantes del planeta.

(AFP)