El BNDES financiará por primera vez proyectos productivos de comunidades indígenas
El Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) firmó un contrato de R$ 6,6 millones, en el ámbito del Fondo Amazonía, con la Asociación Ashaninka de Río Amônia. Este es el primer proyecto concebido y presentado directamente al Fondo Amazonía por una comunidad indígena, sin intermediación del sector público o de ONGs.
El equipo del BNDES responsable del Fondo Amazonía analizó en conjunto con los representantes indígenas Ashaninka, de Acre, las diversas etapas del proyecto Alto Juruá, hasta su aprobación.
El 6 de junio firmaron el acuerdo el vicepresidente Wagner Bittencourt, el director del área de Medio Ambiente del BNDES, Henrique Paim, y el presidente de la asociación, Moisés Piyãko. El objetivo es promover el manejo y la producción agroforestal en las comunidades, para constituir alternativa económica sostenible a la deforestación, además de apoyar iniciativas de monitoreo y control del territorio y de fortalecimiento de la organización local, en la región del Alto Juruá/Acre.
Los Ashaninka del Río Amônia se concentran en la aldea Apiwtxa (término que en la lengua nativa significa “unión”), parte de la Tierra Indígena (TI) Kampa del Río Amônia.
Esta Tierra Indígena — en el municipio de Marechal Thaumaturgo, frontera con Perú y vecina de la Reserva Extractivista del Alto Juruá — es blanco de presiones relacionadas a la deforestación y a la degradación forestal.
Organizaciones sociales brasileras critican este acuerdo ya que el BNDES es un banco que financia empresas con impacto negativo en el Amazonas y por ello no tienen buena imagen entre los indígenas locales. Como ejemplo, se destaca la inversión del banco en la planta hidroeléctrica Dardanelos que dejó bajo el agua toda una comunidad Arara, o la obra Teles Pires que dinamitó una cascada sagrada para los Munduruku. Todos tenían la misma fuente de financiamiento, el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social.
Según el banco, el proyecto será diseñado por la comunidad indígena durante tres años como parte de la estrategia de los Ashaninka de protección de su territorio y de los recursos naturales, que vieron en el trabajo con la población del entorno una forma de movilizar colaboraciones y minimizar las presiones predatorias sobre la región.
La propuesta involucra un abordaje territorial diferenciado para el enfrentamiento de las presiones por deforestación en tierras indígenas e incluye acciones de capacitación concebidas para fortalecer el protagonismo indígena. La iniciativa aprobada por el Fondo Amazonía beneficiará a los 720 habitantes de la Tierra Indígena Kampa del Río Amônia, más 600 de la Tierra Indígena del Río Breu y 50 comunidades de la Reserva Extractivista Alto Juruá, además de capacitar seis comunidades Ashaninka de Perú. El plazo de ejecución es de 36 meses.
El proyecto con los Ashaninka del Río Amônia es el quinto apoyado por el Fondo Amazonía con enfoque exclusivo en el apoyo a los pueblos indígenas, sumando un total de R$ 75 millones en colaboración financiera, además de R$ 14 millones que benefician a las comunidades indígenas en otros ocho proyectos.