El Informe brinda algunos de ejemplos de empresas que están empezando a ejercer un papel más activo en la gestión de la salud. Por ejemplo, Walmart se comprometió a proporcionar un mayor acceso a alimentos asequibles y nutritivos en zonas de bajos ingresos. La empresa de Tecnologías Qualcomm se ha asociado con WebMD para desarrollar proyectos integrales de recursos de salud y herramientas. PepsiCo, por su parte, ha integrado la salud, el bienestar y la seguridad en su Iniciativa de Agricultura Sostenible para mejorar los medios de subsistencia de los agricultores que producen materias primas para la compañía. 

El informe revela una falta de datos y metodologías de evaluación que permitan demostrar los impactos de los programas de salud y bienestar de las empresas. Esto dificulta construir el argumento económico que soporte las estrategias de las empresas para hacer frente a la salud.

Las tendencias detectadas fueron:

1. La sociedad espera que las empresas desempeñen un papel cada vez mayor en el fortalecimiento de la salud de la población. Las principales partes interesadas esperan que las empresas extiendan su enfoque más allá de la salud de sus empleados. 

2. Las empresas están respondiendo a estas expectativas de crecimiento, pero se han centrado principalmente en los empleados, y, en algunos sectores, en los clientes. Empresas de todos los sectores tienen la oportunidad de crear negocios y valor para la sociedad enfocándose en la salud y el bienestar de los grupos que han recibido menos atención en el pasado, como proveedores, comunidades locales y el público en general.

3. Para impulsar el compromiso más allá de los empleados e involucrar a toda la cadena de valor será importante aumentar la experiencia multi-funcional y el liderazgo desde la adquisición, comercialización, investigación y desarrollo (I + D) , asuntos corporativos , comunicaciones y filantropía , entre otros.

Para hacer frente a estos desafíos, la investigación recomienda utilizar la herramienta de la responsabilidad social empresarial( RSE) . Es decir, orientar la gerencia de RSE para impulsar la participación de las empresas en los temas de salud.

“No existe un enfoque de talla única para todos. Cada empresa tendrá que decidir el alcance adecuado y el nivel de ambición de sus inversiones en salud de la población.” Pero la investigación destaca casos de buenas prácticas que sugieren oportunidades para otras empresas. 

La investigación recomienda apuntar en cuatro aspectos:

1. Reformular las acciones en salud para ampliar a todos los interesados de la cadena.

2.  Percibir a los grupos de interés como socios clave para abordar el desafío sistémico de la salud de la población.

3. Utilizar los indicadores clave de rendimiento (KPIs) y garantizar transparencia en la información de la compañía.

4. Establecer una red de salud multi-funcional que aproveche los recursos en toda la empresa para mejorar los resultados de salud.