El gobierno expropió una hacienda por delito ambiental
Firmada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, la expropiación atiende a una reivindicación del Movimiento de los trabajadores rurales Sin Tierra y de esa forma pasa a propiedad del Estado la hacienda Nova Alegria, ubicada en el Valle de Jequitinhonha, en el municipio de Felisburgo, en el estado de Minas Gerais. El superintendente del Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (INCRA) en Minas Gerais, Gilson de Souza, afirmó que es la primera vez que sucede algo así en el país, pues nunca antes consiguieron expropiar alguna propiedad como consecuencia del delito de crimen ambiental cometido por los dueños. "No podemos permitir que los crímenes ambientales continúen siendo cometidos impunemente", aseveró de Souza y agregó que el 90 por ciento de los inmuebles en fase de inspección o adquisición por el INCRA tienen problemas ambientales.
Con esa decisión presidencial, la sociedad será beneficiada porque los propietarios de tierras respetarán más las leyes, lo cual favorecerá la preservación del ecosistema.
El superintendente afirmó que esa expropiación constituye una importante innovación porque busca el cumplimiento de la función social de los inmuebles, cuyo irrespeto resulta una violación de la Constitución Federal de 1988.
Esa legislación establece que un propietario puede perder sus tierras en caso de no cumplir la función social de velar por la productividad, irrespetar la preservación del medio ambiente, violar el bienestar de los trabajadores y cuando no existan buenas relaciones entre patronos y empleados.
No obstante, la expropiación aprobada por el presidente está en fase administrativa. Para hacerse efectiva, el afectado debe responder en la justicia, señaló de Souza y añadió que dependiendo de la decisión del Poder Judicial puede ser creado un precedente que agilice los procesos de este tipo.
"Si todo marcha bien, en 50 días la posesión de la hacienda ya deberá ser del INCRA", precisó el superintendente.