El Plan que puede sacar a las multinacionales alimenticias de las escuelas

30.06.2011 | América Latina

Se trata del anteproyecto “Lineamientos generales para el expendio o distribución de alimentos y bebidas en los establecimientos de consumo escolar de los planteles de educación básica”. Para las empresas es "discriminatorio, mientras que las organizaciones de consumidores lo juzgan "insuficiente". México ocupa el segundo lugar de prevalencia mundial de obesidad, después de Estados Unidos.


 

En medio del proceso que han seguido los Lineamientos Generales para el Expendio o Distribución de Alimentos y Bebidas en los Establecimientos de Educación propuestos por las Secretarías de Eduación y de Salud de México, se eliminaron los listados que inicialmente establecían los alimentos que deberían ser permitidos y prohibidos dentro de las escuelas.
Estos lineamientos "fueron rasurados antes de ser sometidos a la autoridad regulatoria", informó El Poder del Consumidor. "Cuando fueron dados a conocer estos lineamientos, el 26 de mayo pasado, los secretarios federales de Salud y de Educación y la mayoría de sus homólogos estatales, anunciaron que de inmediato serían turnados a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer). Sin embargo, esto ocurrió hasta el 9 de junio y para entonces habían desaparecido las listas de alimentos que no deberían entrar a las escuelas", explicó la organización.
El 10 de junio, la Secretaría de Educación Pública (SEP) envió de manera oficial a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (COFEMER), el anteproyecto de “Lineamientos generales para el expendio o distribución de alimentos y bebidas en los establecimientos de consumo escolar de los planteles de educación básica”.
El anteproyecto es promovido de manera conjunta por la Secretaría de Salud y la SEP. Entre sus objetivos, según el contenido del anteproyecto, se destaca la necesidad de promover que se preparen y expendan alimentos que contribuyan a lograr una alimentación correcta en los establecimientos de consumo escolar de los planteles de educación básica.
“Lo que podremos ver en el siguiente ciclo escolar serán Pingüinos, Donas, Submarinos y todos los pastelitos Bimbo en presentaciones más pequeñas; papas fritas y diversas frituras con un poco menos de aceite y con los mismo niveles de sal; dulces, chamoys y demás productos", señaló Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor. 
Lo más preocupante, agregó, "es que se mantendrá el mismo tipo de productos y que no cambiarán los patrones de consumo en las escuelas. En menos de dos semanas, las empresas tuvieron el poder de rasurar los lineamientos, esta es la moral de empresas como Bimbo (Marinela, Ricolino, Barcel, etc) y Pepsico (Sonrics, Sabritas, etc.)”.
- Las gaseosas se van
Las bebidas gaseosas sí saldrán de las escuelas, lo cual es visto como "un avance pues la población mexicana tiene la mayor ingesta de calorías a través de bebidas" para las ONG.
Sin embargo, Ponce, Avila y Calvillo señalaron a El Poder del Consumidor la necesidad de regular la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a la infancia tanto al interior de los planteles escolares como a través de los medios de comunicación, reconociendo su impacto negativo sobre los hábitos alimentarios y como uno de los elementos que conforman el ambiente obesigénico infantil.
La empresa Coca Cola México consideró "discriminatoria" la normativa propuesta por el Gobierno mexicano de prohibir su consumo en las escuelas, ya que "estigmatiza" a las bebidas que tienen azúcar o edulcorantes no calóricos, mientras que no hace lo mismo con otros productos.
El presidente de la compañía en México, Brian Smith, aseguró en declaraciones a una agencia europea que la medida es contradictoria con el Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria, firmado entre la industria del sector y las autoridades mexicanas en enero pasado, donde se aboga por menús equilibrados y por el uso de "edulcorantes no calóricos".
Esta acción no es un hecho aislado en México, más bien forma parte del Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria Estrategia contra el sobrepeso y la obesidad que impulsa el Gobierno Federal desde enero de este año. 
La campaña tiene entre sus objetivos:
- Disminuir el consumo diario de grasas saturadas en la dieta y reducir al mínimo la producción de grasas trans de origen industrial
- Orientar a la población sobre el control de tamaños de porción recomendables en la preparación casera de alimentos, poniendo accesibles y a su disposición alimentos procesados que se lo permitan, e incluyendo en restaurantes y expendios de alimentos, tamaños de porciones reducidas
- Disminuir el consumo diario de sodio, reduciendo la cantidad de sodio adicionado y aumentando la disponibilidad y accesibilidad de productos de bajo contenido o sin sodio
En el mundo, muchas compañías de alimentos y bebidas están advirtiendo estos avances regulatorios . PepsiCo, el segundo mayor fabricante mundial de refrescos después de Coca-Cola, anunció hace meses que de forma voluntaria va a cancelar la venta de refrescos azucarados a las escuelas en 2012 a nivel mundial. La compañía manifestó que esta política de ventas se aplicará en todos los países en que opera y está en línea con la que ya aplica en Estados Unidos.

En medio del proceso que han seguido los Lineamientos Generales para el Expendio o Distribución de Alimentos y Bebidas en los Establecimientos de Educación propuestos por las Secretarías de Eduación y de Salud de México, se eliminaron los listados que inicialmente establecían los alimentos que deberían ser permitidos y prohibidos dentro de las escuelas.
Estos lineamientos "fueron rasurados antes de ser sometidos a la autoridad regulatoria", informó El Poder del Consumidor. "Cuando fueron dados a conocer estos lineamientos, el 26 de mayo pasado, los secretarios federales de Salud y de Educación y la mayoría de sus homólogos estatales, anunciaron que de inmediato serían turnados a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer). Sin embargo, esto ocurrió hasta el 9 de junio y para entonces habían desaparecido las listas de alimentos que no deberían entrar a las escuelas", explicó la organización.

El 10 de junio, la Secretaría de Educación Pública (SEP) envió de manera oficial a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (COFEMER), el anteproyecto de “Lineamientos generales para el expendio o distribución de alimentos y bebidas en los establecimientos de consumo escolar de los planteles de educación básica”.
El anteproyecto es promovido de manera conjunta por la Secretaría de Salud y la SEP. Entre sus objetivos, según el contenido del anteproyecto, se destaca la necesidad de promover que se preparen y expendan alimentos que contribuyan a lograr una alimentación correcta en los establecimientos de consumo escolar de los planteles de educación básica.

“Lo que podremos ver en el siguiente ciclo escolar serán Pingüinos, Donas, Submarinos y todos los pastelitos Bimbo en presentaciones más pequeñas; papas fritas y diversas frituras con un poco menos de aceite y con los mismo niveles de sal; dulces, chamoys y demás productos", señaló Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor. 
Lo más preocupante, agregó, "es que se mantendrá el mismo tipo de productos y que no cambiarán los patrones de consumo en las escuelas. En menos de dos semanas, las empresas tuvieron el poder de rasurar los lineamientos, esta es la moral de empresas como Bimbo (Marinela, Ricolino, Barcel, etc) y Pepsico (Sonrics, Sabritas, etc.)”.
- Las gaseosas se van
Las bebidas gaseosas sí saldrán de las escuelas, lo cual es visto como "un avance pues la población mexicana tiene la mayor ingesta de calorías a través de bebidas" para las ONG.
Sin embargo, Ponce, Avila y Calvillo señalaron a El Poder del Consumidor la necesidad de regular la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a la infancia tanto al interior de los planteles escolares como a través de los medios de comunicación, reconociendo su impacto negativo sobre los hábitos alimentarios y como uno de los elementos que conforman el ambiente obesigénico infantil.
La empresa Coca Cola México consideró "discriminatoria" la normativa propuesta por el Gobierno mexicano de prohibir su consumo en las escuelas, ya que "estigmatiza" a las bebidas que tienen azúcar o edulcorantes no calóricos, mientras que no hace lo mismo con otros productos.
El presidente de la compañía en México, Brian Smith, aseguró en declaraciones a una agencia europea que la medida es contradictoria con el Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria, firmado entre la industria del sector y las autoridades mexicanas en enero pasado, donde se aboga por menús equilibrados y por el uso de "edulcorantes no calóricos".
Esta acción no es un hecho aislado en México, más bien forma parte del Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria Estrategia contra el sobrepeso y la obesidad que impulsa el Gobierno Federal desde enero de este año. 

La campaña tiene entre sus objetivos:
- Disminuir el consumo diario de grasas saturadas en la dieta y reducir al mínimo la producción de grasas trans de origen industrial
- Orientar a la población sobre el control de tamaños de porción recomendables en la preparación casera de alimentos, poniendo accesibles y a su disposición alimentos procesados que se lo permitan, e incluyendo en restaurantes y expendios de alimentos, tamaños de porciones reducidas
- Disminuir el consumo diario de sodio, reduciendo la cantidad de sodio adicionado y aumentando la disponibilidad y accesibilidad de productos de bajo contenido o sin sodio
En el mundo, muchas compañías de alimentos y bebidas están advirtiendo estos avances regulatorios . PepsiCo, el segundo mayor fabricante mundial de refrescos después de Coca-Cola, anunció hace meses que de forma voluntaria va a cancelar la venta de refrescos azucarados a las escuelas en 2012 a nivel mundial. La compañía manifestó que esta política de ventas se aplicará en todos los países en que opera y está en línea con la que ya aplica en Estados Unidos.