"Estamos decepcionados con el hecho que el movimiento no está creciendo más rápido. Por supuesto, es un gran movimiento, pero no es transformador todavía", dijo Kell en rueda de prensa.

"Después de 10 años de la movilización de las empresas de todo el mundo, hemos hecho algunos progresos y tenemos cada vez más evidencia de que a largo plazo, la creación de valor que abarca los principios universales es un buen negocio", declaró Kell.

El Pacto Global cuenta con más de 10.000 participantes, entre ellos más de 7.000 empresas de 140 países. Pero Kell señaló que mientras 7000 empresas han firmado recientemente, más de 3.000 empresas ya se habían retirado de la iniciativa por  incumplimiento.

"Nuestra esperanza es que Río +20 ofrecerá un estímulo muy fuerte para la sostenibilidad corporativa. Vamos a ser capaces de demostrar que la mayoría de las soluciones que necesitamos ya existen. Sabemos que hay un gran apetito en el sector privado. Ahora es el momento de avanzar y demostrar a través de soluciones que podemos encontrar respuestas a muchos de los problemas. Lo que se necesita es buena voluntad, colaboración y los incentivos adecuados", concluyó Kell.

La Oficina del Pacto Global tiene la esperanza de atraer 1.000 participantes corporativos e inversores a la Conferencia de Río de junio de 2012.

Consultado sobre las cuestiones de liderazgo planteadas con respecto a una de las redes del Pacto Global en los Estados Unidos, Kell explicó que con más de 100 redes autosuficientes en todo el mundo, dirigidas por los propios participantes con la participación de la sociedad civil, su Oficina no puede interferir en las cuestiones de gobernanza local. A pesar de que dio cuenta de que siempre habrá problemas de liderazgo,  siempre se reconoció a sólo un "grupo directivo" legítimo a la vez.