Carmen Elena de Velado, presidenta de EMPREPAS, insistió en que uno de los objetivos de la entidad es lograr un balance entre trabajo, familia y competitividad, por lo que explicó que con este esfuerzo "se trata de establecer políticas para el apoyo a las familias". "Que haya armonía y que se asuma un trabajo bien hecho para lograr mantener una buena productividad", dijo De Velado.
Ana Vilma de Escobar, vicepresidenta de la República, agregó que "EMPREPAS nace oportunamente y puntual con el reloj de la globalización para promover Responsabilidad Social Empresarial (RSE) con un enfoque de la familia como eje central de todo emprendimiento".

Según la vicemandataria, la iniciativa femenina también viene a fortalecer el rol de la mujer salvadoreña que, día con día, "está participando cada vez más y pronunciándose en temas de importante incidencia en el orden social".
Entre los beneficios que la fundación reconoce con la nueva visión de RSE se encuentran: mayor acceso a mercados internacionales, incremento en el desempeño financiero, productivo y de calidad, atracción y retención de empleados y desarrollo de lealtad de clientes.

Amplio impacto
Patrick Fagan, investigador de The Heritage Foundation, de Washington, expuso sobre el impacto del apoyo a la familia en el desarrollo sostenible de los países.
Según el experto, las empresas deben implementar acciones que permitan una convivencia de armonía tanto en el ámbito laboral como familiar, por lo que resaltó que un primer paso "es el diálogo entre sus públicos internos, para conocer las necesidades que poseen y así lograr satisfacerlas para alcanzar un esquema de ganar-ganar".
Si bien la competitividad y productividad generadas por el equilibrio entre trabajo, familia y competitividad no se pueden cuantificar, Fagan aseguró que ambas pueden alcanzarse y repercutir en el desarrollo de la economías de los países.
(La Prensa Gráfica)