“En sostenibilidad los cambios tienen que ser disruptivos. No sirve ir de a poco”

04.07.2011 | Entrevistas

Entrevista exclusiva con Ramon Arratia, Director Europeo de Sostenibilidad de la empresa Interface Inc., fabricante de alfombras de origen estadounidense que basa su estrategia de negocios en la sustentabilidad. La rentabilidad de un modelo basado en extender la vida útil del producto contrapuesto al de la renovación constante. Sepa porqué pese a liderar varios ranking la empresa no hace reporte RSE, no controla a sus proveedores sino que los asocia a una estrategia, casi ya no depende del petróleo gracias al reciclado, y cómo gracias a la RSE se convirtieron en el proveedor preferido del Gobierno británico. Conozca una estrategia maximalista de metas ambientales que hizo que la empresa ahorre millones de dólares.


 

Ramon Arratia
 
¿Cómo definiría la estrategia de sostenibilidad de Interface?
Nuestra  estrategia es conseguir alcanzar los objetivos de nuestra “Misión Zero”. Esta misión se desdobla en siete frentes. Tenemos un reto en Misión Zero que es como “subir al Everest” porque son siete frentes que enfrentamos simultáneamente. Uno no puede mejorar en residuos y no en carbón.
¿Cómo se llegó a ese despertar ambiental del 1994? ¿Qué fue aquel proceso?
La cosa empezó con unos clientes arquitectos de la Costa Oeste en los Estados Unidos que le preguntaron a la empresa cuál era su estrategia ambiental y el CEO por entonces decía que “obedecer las leyes”. Luego, el presidente de la empresa, Ray Anderson leyó el libro “La Economía del Comercio” de Paul Hawken y le impactó mucho porque que decía que las empresas eran las culpables de la situación ambiental pero a la vez eran las únicas que tenían la solución. Hasta ese momento él pensaba que era un héroe sólo porque daba trabajo, pero luego dijo algo que en aquel momento sonó muy fuerte: “en el futuro gente como yo ira a la cárcel, pero las empresas tienen la llave para revertir esa situación”.
¿Condiciona la sustentabilidad su modelo de negocio? ¿De qué manera?
En nuestro modelo de negocio consideramos residuo todo lo que no ofrece valor añadido. Sólo con esa noción más amplia de residuos hemos ahorrado más de 400 millones de dólares. La sostenibilidad cuando es estratégica te paga. Lo que pasa es que la gente en las empresas quiere tener un modelo incremental, con objetivos poco ambiciosos.
Pero si realmente estás preparado para cambiar todo tu modelo productivo ese cambio tiene que ser disruptivo. Ir mejorando de a poco no sirve.
Interface para fabricar las alfombras se planteó metas que implicaban reducir un 80% del impacto ambiental de todo su proceso.
Nosotros para cortar las alfombras aprendimos de la aeronáutica y lo cortamos con ultrasonido. Si no hubiésemos tenido una meta tan ambiciosa tal vez no hubiésemos encontrado esa tecnología.
¿Se genera valor agregado a partir de un modelo de negocios sostenible?
Nosotros vendemos alfombras a otras empresas, no a consumidores domésticos. Una de las cosas más importantes fue rediseñar el modelo de negocios, aumentando la rentabilidad alargando la vida útil del producto a través del mantenimiento. En vez de vender más alfombras  quisimos alquilar y encargarnos de mantenerlas a través de un pago mensual. Este modelo de leasing en principio fracasó porque los clientes no tienen ese tipo de presupuestos que se extienden en el tiempo para comprar alfombras cuando construyen o remodelan.
La idea ahora es vender mayor valor añadido, con más servicio y con menos producto físico.
Eso se puede hacer reduciendo la materia prima o extendiendo vida útil de producto. Estamos ofreciendo por muy poco dinero más nuestro mantenimiento que le da 20 años de vida útil a la alfombra contra 7 años de promedio.
El reciclado también impacta en el negocio. Tenemos un modelo en el que cogemos una  alfombra y la reciclamos en una nueva: sacamos el nylon y la fibra. Ya no dependemos más tanto del  petróleo. Eso nos ayuda reducir el riesgo de nuestro negocio.
En este mismo sentido de dejar atrás nuestra dependencia de los derivados del petróleo, también estamos trabajando en Investigación y Desarrollo en la producción de un nuevo nylon que se obtiene directamente de de fibras naturales.
El otro modelo contrapuesto a esta visión es la que dice que cuanto antes se acabe el producto mas dinero se gana.
¿En qué consiste Misión Zero? ¿Cómo surgió? ¿Cómo evolucionan sus indicadores?
Misión Zero es el vehículo de comunicación y gestión de la promesa de Interface de ser sostenible y dejar cero huella ecológica para el año 2020.
En el período que abarca entre 1996, que ese el año que se puso en marcha y 2009, que es el último que tenemos medido por completo, tenemos un 80% de reducción de residuos a vertederos. Un 60% menos energía no renovables. Una reducción del uso de agua del 80%. Una merma en las emisiones absolutas del 44%. Y alcanzamos un 36% de materia prima  entre reciclado y fuentes biológicas. Todos estos porcentajes deben ser medidos por unidad de producción.
¿Tienen Reporte de RSE?
No, tenemos un informe ambiental.
¿Por qué? ¿Cómo comunican con sus grupos de interés las acciones de RSE?
A veces los indicadores globales crean mucha burocracia, preferimos centrarnos en nuestra propia estrategia  porque a veces los indicadores enmascaran y no dan números. Nuestro fuerte son los números.
No hemos cambiado nuestros indicadores desde 1996 y esto le da mayor consistencia. El tema social no está tan integrado, porque creemos que nuestro mayor impacto es ambiental. Temas de Diversidad sí reportamos pero en Estados Unidos. Todos los años hacemos una actualización de los indicadores ambientales.
¿Sus clientes se interesan por estas cuestiones?
A los clientes lo que les interesa no es la empresa, sino el metro cuadrado de alfombra que compra. No le importa tanto que la empresa “sea buena”, sino que les interesa que ese producto sea sostenible. Desarrollamos una ficha ambiental para cada alfombra que informa que porcentaje del producto es de materia prima reciclada, cuántas emisiones de carbón produjo ese producto…
…el foco está en el producto...
…claro, de hecho tenemos la “Declaración Ambiental de Producto” que está en la Web y lo certifican Green Building. Nosotros queremos a convertir la responsabilidad Social de la  Empresa en la responsabilidad social del producto. Apenas el 10% del impacto directo corresponde a la empresa, lo que más impacta en realidad es el producto.
¿Controlan y de qué manera a sus proveedores y a su cadena de valor para verificar que sean respetuosos con el medio ambiente y con los derechos humanos y laborales de sus empleados?
Lo que hacemos es en vez de mandar un cuestionario tipo declaración jurada que luego se cumple mas o menos y no incide,  es hablar con ellos y decirles claramente cómo queremos que nuestro productos sean en 2020. Por ejemplo: “este químico ya no lo vamos a querer más”.
Al compartir la estrategia ellos se involucran más. Algunos saben que si no reciclan más no les compramos.
No los inundamos con visitas y cuestionarios. Lo que hacemos es seguir estratégicamente las acciones que llevan acabo para ayudarnos a lograr al  objetivo.
¿Cuáles son las principales tendencias de la Construcción Verde, y cómo se integra Interface dentro de este nuevo escenario?
Creemos de momento que hay demasiados sistemas de estándares, como el europeos y  el australiano que compiten entre ellos. El problema es que esos estándares no están basados en problemas reales de producción. Son como listados de cosas que hay que cumplir, como un check list. Por ejemplo algunos te da puntos por poner el tejado verde, mas punto  por eficiencia de agua, etc. Para nosotros en cambio, un indicador valido sería gramos de dióxido de carbono por metro cuadrado o por ocupante.
La Sustainable Building Alliance está intentando reflejar cuáles son los mejores indicadores de performance de un edificio. Cuando todos los materiales tengan su propia Declaración Ambiental de Producto, los constructores podrán sumar esos impactos y tener el número final de impacto ambiental de determinada construcción.
¿Son más caras las alfombras de Interface?
Ser más sostenible no tiene ninguna influencia en el precio. Tenemos altos y bajos. La buena noticia es que tenemos el 30% del mercado y somos la empresa más grande de alfombras modulares del mundo. Esto demuestra que no solo las empresas de nicho pueden ser sostenibles. Somos la más grande y somos sostenibles. A veces el precio depende más del diseño que del porcentaje de reciclado.
¿Tiene medido si los consumidores los elijen de acuerdo a parámetros de RSE?
No lo tenemos medido a nivel global. Pero tenemos algunos ejemplos. Varía mucho por regiones y por tipo de cliente. En un proyecto de venta nuestro intervienen tres tipos de personas: el arquitecto,  la empresa dueña de oficina  y la empresa que instala la alfombra. Quizás a esta última no le importa la sostenibilidad, pero a la empresa dueña sí le importa y compra por sosteniblidad. Algunos arquitectos también. La tendencia es que con los años la gente compra sostenible y le da más peso a esas cuestiones. Piden información sobre carbono, agua.
Los gobiernos también están en este camino. Por ejemplo  en el Reino Unido somos proveedores preferenciales del Gobierno porque ganamos un concurso dónde el 60% de los puntos que había que cumplir era de sostenbilidad.

Ramon Arratia ¿Cómo definiría la estrategia de sostenibilidad de Interface?
Nuestra  estrategia es conseguir alcanzar los objetivos de nuestra “Misión Zero”. Esta misión se desdobla en siete frentes. Tenemos un reto en Misión Zero que es como “subir al Everest” porque son siete frentes que enfrentamos simultáneamente. Uno no puede mejorar en residuos y no en carbón.

¿Cómo se llegó a ese despertar ambiental del 1994? ¿Qué fue aquel proceso?
La cosa empezó con unos clientes arquitectos de la Costa Oeste en los Estados Unidos que le preguntaron a la empresa cuál era su estrategia ambiental y el CEO por entonces decía que “obedecer las leyes”. Luego, el presidente de la empresa, Ray Anderson leyó el libro “La Economía del Comercio” de Paul Hawken y le impactó mucho porque que decía que las empresas eran las culpables de la situación ambiental pero a la vez eran las únicas que tenían la solución. Hasta ese momento él pensaba que era un héroe sólo porque daba trabajo, pero luego dijo algo que en aquel momento sonó muy fuerte: “en el futuro gente como yo ira a la cárcel, pero las empresas tienen la llave para revertir esa situación”.

¿Condiciona la sustentabilidad su modelo de negocio? ¿De qué manera?
En nuestro modelo de negocio consideramos residuo todo lo que no ofrece valor añadido. Sólo con esa noción más amplia de residuos hemos ahorrado más de 400 millones de dólares. La sostenibilidad cuando es estratégica te paga. Lo que pasa es que la gente en las empresas quiere tener un modelo incremental, con objetivos poco ambiciosos.
Pero si realmente estás preparado para cambiar todo tu modelo productivo ese cambio tiene que ser disruptivo. Ir mejorando de a poco no sirve.
Interface para fabricar las alfombras se planteó metas que implicaban reducir un 80% del impacto ambiental de todo su proceso.
Nosotros para cortar las alfombras aprendimos de la aeronáutica y lo cortamos con ultrasonido. Si no hubiésemos tenido una meta tan ambiciosa tal vez no hubiésemos encontrado esa tecnología.

¿Se genera valor agregado a partir de un modelo de negocios sostenible?
Nosotros vendemos alfombras a otras empresas, no a consumidores domésticos. Una de las cosas más importantes fue rediseñar el modelo de negocios, aumentando la rentabilidad alargando la vida útil del producto a través del mantenimiento. En vez de vender más alfombras  quisimos alquilar y encargarnos de mantenerlas a través de un pago mensual. Este modelo de leasing en principio fracasó porque los clientes no tienen ese tipo de presupuestos que se extienden en el tiempo para comprar alfombras cuando construyen o remodelan.
La idea ahora es vender mayor valor añadido, con más servicio y con menos producto físico.
Eso se puede hacer reduciendo la materia prima o extendiendo vida útil de producto. Estamos ofreciendo por muy poco dinero más nuestro mantenimiento que le da 20 años de vida útil a la alfombra contra 7 años de promedio.
El reciclado también impacta en el negocio. Tenemos un modelo en el que cogemos una  alfombra y la reciclamos en una nueva: sacamos el nylon y la fibra. Ya no dependemos más tanto del  petróleo. Eso nos ayuda reducir el riesgo de nuestro negocio.
En este mismo sentido de dejar atrás nuestra dependencia de los derivados del petróleo, también estamos trabajando en Investigación y Desarrollo en la producción de un nuevo nylon que se obtiene directamente de de fibras naturales.
El otro modelo contrapuesto a esta visión es la que dice que cuanto antes se acabe el producto mas dinero se gana.

¿En qué consiste Misión Zero? ¿Cómo surgió? ¿Cómo evolucionan sus indicadores?
Misión Zero es el vehículo de comunicación y gestión de la promesa de Interface de ser sostenible y dejar cero huella ecológica para el año 2020.
En el período que abarca entre 1996, que ese el año que se puso en marcha y 2009, que es el último que tenemos medido por completo, tenemos un 80% de reducción de residuos a vertederos. Un 60% menos energía no renovables. Una reducción del uso de agua del 80%. Una merma en las emisiones absolutas del 44%. Y alcanzamos un 36% de materia prima  entre reciclado y fuentes biológicas. Todos estos porcentajes deben ser medidos por unidad de producción.
¿Tienen Reporte de RSE?
No, tenemos un informe ambiental.

¿Por qué? ¿Cómo comunican con sus grupos de interés las acciones de RSE?
A veces los indicadores globales crean mucha burocracia, preferimos centrarnos en nuestra propia estrategia  porque a veces los indicadores enmascaran y no dan números. Nuestro fuerte son los números.
No hemos cambiado nuestros indicadores desde 1996 y esto le da mayor consistencia. El tema social no está tan integrado, porque creemos que nuestro mayor impacto es ambiental. Temas de Diversidad sí reportamos pero en Estados Unidos. Todos los años hacemos una actualización de los indicadores ambientales.

¿Sus clientes se interesan por estas cuestiones?
A los clientes lo que les interesa no es la empresa, sino el metro cuadrado de alfombra que compra. No le importa tanto que la empresa “sea buena”, sino que les interesa que ese producto sea sostenible. Desarrollamos una ficha ambiental para cada alfombra que informa que porcentaje del producto es de materia prima reciclada, cuántas emisiones de carbón produjo ese producto…
…el foco está en el producto...
…claro, de hecho tenemos la “Declaración Ambiental de Producto” que está en la Web y lo certifican Green Building. Nosotros queremos a convertir la responsabilidad Social de la  Empresa en la responsabilidad social del producto. Apenas el 10% del impacto directo corresponde a la empresa, lo que más impacta en realidad es el producto.

¿Controlan y de qué manera a sus proveedores y a su cadena de valor para verificar que sean respetuosos con el medio ambiente y con los derechos humanos y laborales de sus empleados?
Lo que hacemos es en vez de mandar un cuestionario tipo declaración jurada que luego se cumple mas o menos y no incide,  es hablar con ellos y decirles claramente cómo queremos que nuestro productos sean en 2020. Por ejemplo: “este químico ya no lo vamos a querer más”.
Al compartir la estrategia ellos se involucran más. Algunos saben que si no reciclan más no les compramos.
No los inundamos con visitas y cuestionarios. Lo que hacemos es seguir estratégicamente las acciones que llevan acabo para ayudarnos a lograr al  objetivo.

¿Cuáles son las principales tendencias de la Construcción Verde, y cómo se integra Interface dentro de este nuevo escenario?
Creemos de momento que hay demasiados sistemas de estándares, como el europeos y  el australiano que compiten entre ellos. El problema es que esos estándares no están basados en problemas reales de producción. Son como listados de cosas que hay que cumplir, como un check list. Por ejemplo algunos te da puntos por poner el tejado verde, mas punto  por eficiencia de agua, etc. Para nosotros en cambio, un indicador valido sería gramos de dióxido de carbono por metro cuadrado o por ocupante.
La Sustainable Building Alliance está intentando reflejar cuáles son los mejores indicadores de performance de un edificio. Cuando todos los materiales tengan su propia Declaración Ambiental de Producto, los constructores podrán sumar esos impactos y tener el número final de impacto ambiental de determinada construcción.

¿Son más caras las alfombras de Interface?
Ser más sostenible no tiene ninguna influencia en el precio. Tenemos altos y bajos. La buena noticia es que tenemos el 30% del mercado y somos la empresa más grande de alfombras modulares del mundo. Esto demuestra que no solo las empresas de nicho pueden ser sostenibles. Somos la más grande y somos sostenibles. A veces el precio depende más del diseño que del porcentaje de reciclado.

¿Tiene medido si los consumidores los elijen de acuerdo a parámetros de RSE?
No lo tenemos medido a nivel global. Pero tenemos algunos ejemplos. Varía mucho por regiones y por tipo de cliente. En un proyecto de venta nuestro intervienen tres tipos de personas: el arquitecto,  la empresa dueña de oficina  y la empresa que instala la alfombra. Quizás a esta última no le importa la sostenibilidad, pero a la empresa dueña sí le importa y compra por sosteniblidad. Algunos arquitectos también. La tendencia es que con los años la gente compra sostenible y le da más peso a esas cuestiones. Piden información sobre carbono, agua.
Los gobiernos también están en este camino. Por ejemplo  en el Reino Unido somos proveedores preferenciales del Gobierno porque ganamos un concurso dónde el 60% de los puntos que había que cumplir era de sostenbilidad.