Teniendo en cuenta que sus trabajadores prestan un servicio a otras empresas. ¿Exigen a su clientes, en todo el mundo, seguir una actitud que beneficie socialmente a estos empleados?

Sí que lo exigimos. En primer lugar, Adecco está iniciando una nueva política que comprende acciones tales como supervisar el lugar de trabajo y mostrar a los trabajadores el entorno laboral al que se van a incorporar.

Asimismo, nos preocupamos por comprobar si el puesto le conviene a la persona que solicita el empleo. En este sentido, realizaremos entrevistas con las compañías empleadoras para ver qué competencias necesita nuestro cliente, qué capacidades tenemos que proporcionar, para no fallar en ningún segmento.

Finalmente, hablamos con los empleados para ver si pueden ampliar las capacidades de nuestros asociados y de qué manera. Si todo esto funciona estamos de acuerdo en proporcionar a la empresa un nuevo empleado.

Cada vez más se exige a las empresas un mayor esfuerzo en la comunicación de su gestión ¿Existe un código de conducta para la junta directiva que garantice el Buen Gobierno y la trasparencia?

Partimos del código que han elaborado las empresas europeas conjuntamente y que aplica Suiza, donde se localiza la sede de la compañía. Además, el cuerpo directivo de la compañía ha detallado todo este código por escrito y es la herramienta de trabajo con la que funcionamos hoy día en Adecco.

Al ser una compañía en la que interactúan tantos agentes sociales en todo el mundo ¿Se sienten implicados en el desarrollo de nuevas prácticas de Responsabilidad Social?

La RSC para nosotros es uno de los pilares en que se sustenta el negocio, junto con el mercado y los clientes. Es tan importante porque consideramos que sólo ganando dinero y pagando impuestos, no se puede gestionar una empresa que trabaja con personas y cuya 'materia prima' es humana.

América Latina es uno de los escenarios en que Adecco desarrolla su RSC ¿Qué dificultades añadidas han encontrado en ese continente?

Latinoamérica está muy diversificada y existe una gran diferencia entre unos países y otros. Algunos son muy avanzados profesionalmente y otros son fundamentalmente agrícolas. Esta diferencias se ponen de manifiesto al comparar, por ejemplo, a El Salvador con Nicaragua o a Costa Rica con Guatemala.

Sin embargo, tratamos de atender a la RSC en todos y cada uno de los países en los que estamos presentes, aunque sea más difícil en unos que en otros.

Entonces diseñan política específicas para cada lugar en el que operan.

Sí, nos adaptamos a la actividad del país y a su industria. No puede ser lo mismo si estamos hablando de agricultores que de técnicos, por ejemplo, de la Universidad de Bogotá. Siempre nos sometemos a la legislación nacional para cada sector y la ampliamos.

En 1998 decidió crear la Fundación Jacobs ¿qué proyectos se llevan a cabo a través de esta institución?

Recientemente participamos en una conferencia sobre RSC en Brasil, dirigida a la educación de jóvenes desfavorecidos. Personalmente estoy muy satisfecho porque hemos dado los primeros pasos para iniciar un proceso que eleve a América Latina a los niveles europeos, de aquí a los próximos 20 años.

A través del programa 'Parar la Exclusión – Crear Valor' Adecco lanzó en 2000 un proyecto de inclusión laboral de 3.500 jóvenes en Costa Rica, ¿cómo resultó la experiencia?

Pues muy satisfactoria por los resultados. De hecho, esta experiencia fue el inicio de la conferencia celebrada en Brasil. Después de que más de 3.000 jóvenes de Costa Rica pasasen por la institución, logramos que un 90 por ciento finalizase la escuela y, hoy en día, ya están capacitados para trabajar en empresas. Estamos muy satisfechos de haber logrado la reinserción de estos jóvenes. En este sentido, los resultados fueron recibidos con gran interés por todos los participantes de la de Bahía.

En concreto en España, la última reforma laboral trata de luchar contra la precariedad y la temporalidad ¿Eso supone un riesgo para Adecco?

Primero, cada norma de legislación laboral elimina el discurso entre sindicatos y empresas. Es una lástima porque se les deja menos margen de actuación, es decir, la responsabilidad disminuye. La experiencia en Europa demuestra que a más legislación en materia laboral mayor desempleo. Así es que, yo soy partidario de reducir el desempleo a través de la flexibilización de la legislación.

En lo que se refiere a las actividades de Adecco, vamos a seguir esa política pero no creo que perdamos volumen de negocio en España, al contrario, me parece que habrá también posibilidades de desarrollar nuevos proyectos con los empleados. No se va a disminuir el negocio pero no soy partidario de la legislación laboral extensiva.

(Fuente: Responsables / REDIM)