Entrevista a Matías Tomé

29.03.2011 | Entrevistas

Gerente de Marketing de Faber Castell. Utilización responsable de los bosques y la reforestación. Certificación y monitoreo de la sociedad civil. Control de todo el ciclo productivo y privilegiar los RRHH. Barreras comerciales a la hora de exportar.


Muchos de nosotros hemos usado aquellos lápices en nuestra tierna infancia, pero contanos qué es lo que hace Faber Castell y a qué se dedica.

MT: Bueno, Faber Castell es una empresa con una trayectoria realmente muy importante. Tiene 245 años de vida, es decir: fue creada en 1761 en Alemania. Y desde sus orígenes a la actualidad está en manos de la misma familia, la familia Faber Castell. Actualmente tenemos 19 plantas repartidas en todas las partes del mundo. Y digamos que nuestro negocio central es la produccieon de lápices de colores de grafito y lápices de madera. Para ese fin la empresa ha desarrollado hace 20 años ya un programa de autoabastecimiento de madera, con lo cual usamos la madera que nosotros mismos plantamos y reforestamos. Es decir, la compañía no tala bosques naturales para la producción de su planta.

¿Desde cuándo está en marcha este proyecto?

MT: Este proyecto está en marcha hace casi 25 años y se inició en la región de Prata, que es el sudeste de Brasil, en el cual se ha desarrollado una especie de pino de crecimiento rápido que nos permite en un tramo de 14 años obtener madera apta para la producción de lápices de colores. Es bueno remarcar que ésta era una zona totalmente devastada en la cual Faber Castell plantó árboles de crecimiento rápido y ahora está en un proyecto de reforestación de esos mismos árboles. Y el segundo proyecto que es más joven (tiene unos 10 – 12 años) es en Costa Rica. Acá la especie es otra variedad de árbol, la Guimelina, que también es muy apta para la producción de lápices de colores y de grafitos y también es un proyecto similar. Es decir, se inició en una zona devastada, todo un monte que actualmente utilizamos responsablemente y reforestamos.

¿Este proceso se da en el marco de alguna certificación o alguna ayuda externa o de algún diálogo con la sociedad o es una iniciativa puramente voluntaria?

MT: en el caso del proyecto brasilero, se trata de un acuerdo con el gobierno de Brasil. El gobierno le cedió a Faber Castell 10.000 hectáreas y Faber Castell se comprometió a que en 2000 de esas 10000 hectáreas iba a recomponer el ecosistema como era antes de que el hombre las hubiera devastado (porque esas eran zonas devastadas por el hombre) y en las otras 8000 hectáreas iniciar este proceso de plantación y reforestación de árboles. Esto es monitoreado por ONGs de distintos lugares del mundo. Y además otro certificado muy importante es el FSC que certifica que el proyecto es económicamente sustentable, que respeta al medioambiente y que respeta al ser humano, porque acá no trabajan chicos que es tan común en algunas regiones y en el sudeste brasilero sobre todo.

Sobre todo. Qué quiere decir FSC y quién emite ese certificado?

MT: es un certificado expedido por un organismo europeo y que implica que el proyecto en el que está implicada la empresa es un proyecto sustentable desde el punto de vista económico, ambiental y social. Es decir que no es que solamente se obtiene madera reforestada, sino que se la obtiene respetando las normas sociales, las normas legales, vigentes en el país.

Cuando estamos hablando de la dimensional ambiental o sustentable de lo que entendemos por responsabilidad social empresaria, cuando pensamos en términos de relaciones con la comunidad, ¿cómo se relaciona Faber Castell con las comunidades en las que están sus plantas y donde trabajan?. ¿Qué tipo de actividades realizan en ese sentido?

MT: Mirá, Faber Castell en Brasil, que es ahora la empresa más importante del mundo (es desde donde se abastece al resto del mundo) tiene un compromiso muy fuerte con la sociedad de las distintas regiones donde están instaladas sus plantas, colabora activamente con distintas ONGs y en cuanto al tratamiento del personal es una empresa que es habitualmente distinguida dentro de Brasil por el comportamiento y el tratamiento de los recursos humanos.

¿Y aquí en la Argentina?

MT: Aquí en la Argentina es una estructura mucho menor. Es una empresa totalmente ética, no tenemos en este momento una planta industrial, porque nuestra producción es mucho más sencillas. Sí producimos desde hace 3 años (a partir de la devaluación hacia delante) algunos productos pero producidos por terceros, aunque respetando los estándares internacionales de calidad. Lo que sí controlamos muy cercanamente es que estos terceros que producen para nosotros, cumplan con absolutamente todas las normas legales, en cuanto a que estén en blanco todo su personal, que se cumplan las normas de seguridad e higiene en todas sus plantas y que todos los elementos utilizados en alguna forma respeten las normas de no toxicidad, lavabilidad. Y si bien no es producción propia, hacemos un control integral de todo el ciclo productivo.

Te hago una pregunta que tiene que ver con el comercio exterior. En el momento de introducir esta producción en los países desarrollados como en Europa o en los Estados Unidos, ¿encuentran algún tipo de traba en términos de estas certificaciones, responsabilidad social o sustentabilidad?

MT: No, mirá, en el caso de Faber Castell Brasil, que es la principal empresa exportadora del grupo, desde Brasil se abastecen 100 países, y de 5 continentes. Con lo cual, si bien hay normas que son muy exigentes, y realmente a muchas empresas las ponen ante la conveniencia o no de seguir con la operación, Faber ha tomado el desafío de cumplir con todas estas normativas, como la N 71 para Europa, u otras certificaciones para Estados Unidos, que realmente son muy exigentes. Porque eso, entendemos que si bien es una exigencia muy grande, y que en algunos momentos parece una barrera o lo es, creemos que se vuelve una calidad distintiva de nuestro producto.