Estrenan laboratorio de ideas sobre eficiencia energética
Endesa ha estrenado el edificio que será el Centro de Control de su Smartcity Barcelona y laboratorio de ideas (think tank) sobre eficiencia energética, ciudades inteligentes y smart grids. Se trata de un innovador edificio solar, diseñado por el Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña y promovido por Visoren, que se presenta coincidiendo con el SmarCity Expo World Congreso que se está desarrollando estos días en Barcelona.
El pabellón, instalado al final del Muelle de la Marina por un periodo de un año, es uno de los puntos de visita obligados dentro del Tour que ha organizado el Ayuntamiento de Barcelona con los principales proyectos que existen en la capital reflejo de lo que será la ciudad inteligente del futuro.
El pabellón de Smartcity Barcelona de Endesa se destinará a un doble uso: por una parte funcionará como Centro de Control provisional de Smartcity Barcelona, el proyecto de ciudad inteligente que la compañía energética está desarrollando en la ciudad y en el que se invertirán 100 millones de euros en los próximos años; y por otra, el edificio estará abierto al público como espacio de exhibición del proyecto Smartcity Barcelona, para poder conocer las distintas iniciativas de Endesa en materia de telegestión, vehículo eléctrico, alumbrado eficiente, monitorización e incorporación a la red de energías renovables y microgrids, entre otras cosas.
Se trata de un pabellón modular diáfano, ligero y desmontable, de una superficie construida de 154m2, con una estructura de módulos formada por pórticos de madera laminada y cubierta fotovoltaica, que tiene un consumo medio diario de unos 20kwh y una producción energética prevista de 100 kwh.
El edificio de madera ha sido construido en un solo mes de plazo. Esto es posible gracias al sistema empleado por el IacC, mediante el cual las piezas que se producen se definen en formato digital y se cortan en cadena con gran rapidez, aunque sean completamente distintas entre sí.
El proyecto de Smartcity Barcelona de Endesa, que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona y con la participación de diferentes empresas tecnológicas del sector, fue anunciado a principios de noviembre. Para ello, la compañía ya ha empezado a trabajar en la modernización del sistema de suministro eléctrico en Barcelona necesario para desarrollar una red inteligente, que permitirá un mayor ahorro y una gestión eficiente y sostenible. De esta manera, se prepara la ciudad para un modelo energético de futuro, basado en valores que persiguen el progreso económico y social del entorno y que convertirá al cliente energético en una pieza clave y activa dentro de sistema de distribución eléctrico de redes inteligentes.
Endesa y las smartcities
Smartcity Barcelona se presenta tras la experiencia y éxito registrado por Smartcity Málaga, primera ciudad inteligente promovida por Endesa en 2009 en la que participan un grupo de 11 empresas, 14 centros de investigación y cinco organismos oficiales, de la que se benefician 300 clientes industriales, 900 empresas de servicios y 12.000 clientes domésticos. Smartcity Málaga se ha convertido en referente a nivel mundial como modelo de gestión energética en las grandes ciudades y permitirá el ahorro de un 20 por ciento del consumo energético, lo que representa evitar la emisión de 6.000 toneladas anuales de CO2 en su zona de despliegue. Además, Endesa está exportando el modelo también a Latinoamérica y ha anunciado el desarrollo de otra smartcity en Armação dos Búzios, en Brasil.
Visoren con la eficiencia
Visoren, empresa privada dedicada a la construcción, promoción y explotación de viviendas de protección oficial en concesión firmó un acuerdo con Endesa con el compromiso de colaborar conjuntamente en el impulso y desarrollo de actuaciones de ámbito energético, con el fin de conseguir los máximos niveles de eficiencia energética de los edificios de nueva construcción adoptando los sistemas más eficientes y reduciendo las emisiones de CO2. Este acuerdo permite la integración de energías renovables y el aprovechamiento de recursos, reduciendo un 30% la energía primaria utilizada y los gastos asociados a su gestión energética. Asimismo, supone una edificación más eficiente y sostenible así como una alta calificación energética de las promociones. Por otro lado, aumenta el rendimiento global de las instalaciones tradicionales pasando del 56% al 90%, y disminuye la emisión da gases efecto invernadero.