La empresa, con sede en la ciudad de Piracicaba (Sao Paulo), señaló en un comunicado y sin revelar el monto del negocio, que junto a Guaraní, Alcoeste y NovAmérica, realizó el primer embarque de etanol con verificación de criterios de desarrollo sostenible.
El contrato fue firmado con la sueca Sekab, la mayor compradora de etanol brasileño en Europa, y contempla condiciones de transparencia y compromiso con las políticas socio-ambientales, sin alterar las prácticas corrientes de producción de las cuatro empresas brasileñas.

El acuerdo prevé la exportación de 115.000 metros cúbicos de etanol durante nueve meses y a través de la intermediaria SCA se verificó la reducción de emisión de dióxido de carbono, criterios mínimos de mecanización de la recolecta de caña, compromiso de conservación de la flora, respeto a salarios y sin trabajo infantil.
El proceso que fue avalado por el contrato, que según medios locales alcanzaría los 60 millones de dólares, está adherido también a las metas establecidas por el Protocolo Agroambiental.

Para acabar en 2014 con el proceso de quema de maleza, que facilita la recolecta de la caña, el protocolo exige un mínimo del 30 por ciento de forma mecánica, que en seis años deberá alcanzar el 100 por ciento en las áreas planas de cultivo.
Sekab, en Suecia, tiene una planta piloto para la producción de etanol a partir de celulosa, mientras que Cosan, con sus 43.000 empleados, es también a nivel mundial la segunda mayor productora de azúcar de caña y la cuarta en todos los tipos de alcohol de caña, del que es a su vez la mayor exportadora.
Guaraní, en tanto, es la segunda en el mercado brasileño de producción de caña de azúcar y tiene una planta en Mozambique, África.

La primera exportación brasileña bajo estos criterios se suma, en materia de noticias favorables para el sector, al anuncio de la compañía china Noble Group, con sede en Hong Kong, para invertir 300 millones de dólares en la construcción de una planta productora de etanol en Sao Paulo.
Brasil lidera la producción y exportación mundial del etanol de caña de azúcar, que en el país suramericano es mezclado de manera obligatoria hasta en un 26 por ciento con la gasolina fósil y donde el 82 por ciento de la nueva flota de automóviles livianos sale con el sistema "flex" para combinar los dos combustibles.
(Efe)