Fuerte crítica social a la TV abierta

23.08.2011 | Destacadas

La sociedad argentina siente una gran preocupación y rechazo con respecto a los contenidos de la televisión abierta, se siente alarmada por el efecto perjudicial que tales contenidos tienen sobre los menores y critica los mecanismos de regulación y al COMFER, esos son, entre otros, los datos relevantes de una encuesta nacional realizada por IPSOS-Mora y Araujo sobre la percepción de la población respecto de los medios.


 

El estudio realizado,por la consultora IPSOS-Mora y Araujo, se presentó hoy en el salón Auditorio de la UADE (Universidad Argentina de la Empresa), en el marco de las acciones de la Mesa sobre Televisión y Valores (ver en documento adjunto información de la Mesa sobre Televisión y Valores).
Las cifras de la Encuesta
A través de unas 10 preguntas formuladas a los entrevistados, las respuestas muestran un alto grado de coincidencia en la población de todo el país.
Según el trabajo, en una primera calificación espontánea la población describió a la TV en términos mayoritariamente negativos como malísima, horrible, desastrosa, zarpada, pervertida, desubicada, inmoral, basura, porquería, deplorable.
Para el 72 % de los encuestados la televisión es percibida con un alto poder de influencia en la educación de los menores y un 88 % sostiene que no ayuda a los padres a educar a sus hijos.
Para la gran mayoría, 82 %, los chicos imitan las conductas y el lenguaje que ven y oyen en la televisión y esto trae problemas en la escuela. Casi el 75 % de los entrevistados cree que la televisión sólo sirve para entretener y no para educar porque deteriora y no complementa lo que los chicos aprenden en la escuela. Con los mismos guarismos, se rechaza la idea de que la escuela debe adaptarse más a lo que los chicos ven y oyen en la televisión.
Por otra parte, con cifras que oscilan entre el 85 y el 90%, resultan casi unánimes las opiniones a favor de evitar ciertos contenidos en los horarios que los chicos están frente al televisor, especialmente las escenas de violencia y sexo, que son las que más molestan. Existe el mismo consenso, además, para evitar las malas palabras, el lenguaje vulgar, la degradación de la mujer, la promoción de las adicciones y la discriminación.
En esta línea, la mayoría de los entrevistados –un 84%- considera que la existencia de un horario de protección al menor no atenta contra la libertad de expresión, mientras que un 90% sostiene que tendría que haber criterios mínimos sobre lo que se puede o no mostrar en el horario en que los menores están frente al televisor.
Las opiniones a favor de que exista un horario de protección al menor que establezca el Estado y sea de cumplimiento obligatorio –el 49 %- son las que más se destacan al consultar cuál es la mejor forma de ayudar a los padres a evitar   que sus hijos vean contenidos poco apropiados para chicos.
La mayoría está de acuerdo con que el horario de protección al menor rija a partir de las 22 horas. El problema, sostienen los encuestados en un 79 %, radica en que no se cumple y el COMFER no lo hace cumplir, según el 70 % de las opiniones.
Cómo se hizo la Encuesta
Para esta investigación, que finalizó en el mes de marzo pasado, se relevaron 1200 casos entre hombres y mujeres mayores de 18 años con residencia en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Gran Buenos Aires, Mar del Plata, Rosario, Córdoba, Mendoza, San Miguel de Tucumán, Neuquén, Olavarría, San Luis del Palmar y un punto rural en la provincia de Buenos Aires. Las variables de segmentación utilizadas para este estudio, y que permiten un muestreo de la sociedad argentina, fueron: sexo, edad, nivel socioeconómico y zona, a lo que se agregó la percepción de la influencia de la televisión en la educación de los menores y si los entrevistados tienen o no hijos.

El estudio realizado,por la consultora IPSOS-Mora y Araujo, se presentó hoy en el salón Auditorio de la UADE (Universidad Argentina de la Empresa), en el marco de las acciones de la Mesa sobre Televisión y Valores (ver en documento adjunto información de la Mesa sobre Televisión y Valores).

Las cifras de la Encuesta
A través de unas 10 preguntas formuladas a los entrevistados, las respuestas muestran un alto grado de coincidencia en la población de todo el país.
Según el trabajo, en una primera calificación espontánea la población describió a la TV en términos mayoritariamente negativos como malísima, horrible, desastrosa, zarpada, pervertida, desubicada, inmoral, basura, porquería, deplorable.
Para el 72 % de los encuestados la televisión es percibida con un alto poder de influencia en la educación de los menores y un 88 % sostiene que no ayuda a los padres a educar a sus hijos.

Para la gran mayoría, 82 %, los chicos imitan las conductas y el lenguaje que ven y oyen en la televisión y esto trae problemas en la escuela. Casi el 75 % de los entrevistados cree que la televisión sólo sirve para entretener y no para educar porque deteriora y no complementa lo que los chicos aprenden en la escuela. Con los mismos guarismos, se rechaza la idea de que la escuela debe adaptarse más a lo que los chicos ven y oyen en la televisión.
Por otra parte, con cifras que oscilan entre el 85 y el 90%, resultan casi unánimes las opiniones a favor de evitar ciertos contenidos en los horarios que los chicos están frente al televisor, especialmente las escenas de violencia y sexo, que son las que más molestan. Existe el mismo consenso, además, para evitar las malas palabras, el lenguaje vulgar, la degradación de la mujer, la promoción de las adicciones y la discriminación.

En esta línea, la mayoría de los entrevistados –un 84%- considera que la existencia de un horario de protección al menor no atenta contra la libertad de expresión, mientras que un 90% sostiene que tendría que haber criterios mínimos sobre lo que se puede o no mostrar en el horario en que los menores están frente al televisor.
Las opiniones a favor de que exista un horario de protección al menor que establezca el Estado y sea de cumplimiento obligatorio –el 49 %- son las que más se destacan al consultar cuál es la mejor forma de ayudar a los padres a evitar   que sus hijos vean contenidos poco apropiados para chicos.
La mayoría está de acuerdo con que el horario de protección al menor rija a partir de las 22 horas. El problema, sostienen los encuestados en un 79 %, radica en que no se cumple y el COMFER no lo hace cumplir, según el 70 % de las opiniones.

Cómo se hizo la Encuesta
Para esta investigación, que finalizó en el mes de marzo pasado, se relevaron 1200 casos entre hombres y mujeres mayores de 18 años con residencia en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Gran Buenos Aires, Mar del Plata, Rosario, Córdoba, Mendoza, San Miguel de Tucumán, Neuquén, Olavarría, San Luis del Palmar y un punto rural en la provincia de Buenos Aires. Las variables de segmentación utilizadas para este estudio, y que permiten un muestreo de la sociedad argentina, fueron: sexo, edad, nivel socioeconómico y zona, a lo que se agregó la percepción de la influencia de la televisión en la educación de los menores y si los entrevistados tienen o no hijos.