Gobierno de Noruega retira inversiones de una minera
El ministerio de Finanzas de Noruega se ha deshecho de las acciones que tenía de la empresa minera Barrick Gold, con sede en Canadá, basándose en una recomendación del Tribunal Ético de su Fondo de Pensiones, ante los "severos daños ambientales" causados por la compañía, según un artículo de 'Ecoportal.net' recogido por Europa Press. El Fondo de Pensiones públicas del país escandinavo, que se nutre en parte de la inversión pública en acciones y bonos, también ha excluido de su cartera de inversiones a la industria norteamericana Textron. El monto retirado alcanza la suma de 140,5 millones de euros a Barrick y 249 millones de euros a Textron.
Las razones aludidas por el gobierno escandinavo son el "daño irreparable" provocado al medio ambiente en Papua Nueva Guinea, donde la mina Portera, del grupo canadiense, vierte directamente sustancias tóxicas en un río desde que inició operaciones en 1990, incluyendo mercurio. La multinacional canadiense Barrick Gold es el mayor productor de oro del mundo, con 27 minas en explotación.
De acuerdo con el Ejecutivo noruego, los desechos tóxicos producidos por Portera alcanzan hasta 3.000 veces los límites aceptados en Papúa Nueva Guinea y los niveles de metales pesados cerca del lugar de descarga "son tan altos que el área sería declarada un sitio contaminado en Australia".
Tampoco hay restricciones legales sobre la cantidad de mercurio que Porgera descarga en el río Strickland, cuyos primeros 140 kilómetros río abajo de la mina están altamente contaminados por metales pesados y potencialmente letales. En la zona habitan más de 7.000 personas.
Caso distinto es el de la empresa estadounidense Textron. Noruega ha decidido retirar las inversiones que tenía en la compañía por producir bombas de racimo, armamento prohibido por un acuerdo firmado el año pasado por un centenar de países a través de un proceso encabezado por el país escandinavo.
El fondo noruego es alimentado por los ingresos del petróleo y la inversión pública en las acciones y bonos, el fondo acumulaba 2.120 millones de coronas noruegas a finales de septiembre de 2008, convirtiéndose en el segundo SWF en el mundo detrás de Abu Dhabi.
Su gestión se rige por estrictas normas de ética, que prohíben las inversiones en fabricantes de armas, que violen los derechos humanos, estén implicados en hechos de la corrupción o hayan producido grave deterioro del medio ambiente.
Otras tantas empresas, como Boeing, Wal-Mart, EADS, Safran y BAE Systems, están incluidas en la lista negra del Ministerio noruego de Finanzas.
(Europa Press)