Lanzada por el Secretario General de Naciones Unidas en 2007, CEO Water Mandate es una iniciativa público-privada destinada a ayudar a las empresas en el desarrollo, implementación y divulgación de las políticas de sostenibilidad para hacer frente aldesafío global del agua.

La iniciativa reconoce que el sector empresarial, a través de su producción de bienes y servicio, tiene un impacto directo sobre los recursos hídricos, tanto de forma directa como a través de su cadena de suministro. Por ello, tienen la responsabilidad de hacer de la gestión de los recursos hídricos una prioridad, trabajando conjuntamente con gobiernos, ONGs, agencias de Naciones Unidas y otros grupos de interés.

La iniciativa presenta esta guía que pone foco en los derechos sobre el agua y ayuda a los consejos de administración a generar políticas de gestión del recurso. Presenta casos de buenas prácticas en gestión del agua y fue desarrollada con la participación de las empresas, además de los expertos del proyecto.

En 2010 la Asamblea General de la ONU reconoció el derecho humano al agua y el saneamiento y se incluyó en los Principios Rectores de la ONU sobre Empresas y Derechos Humanos en 2011.

"Garantizar que las personas tengan acceso a servicios de agua potable y saneamiento es vital para asegurar comunidades saludables y economías vibrantes", dijo Gavin Power, Director Adjunto del Pacto Mundial de las Naciones Unidas y Jefe del CEO Water Mandate. "Esta guía ayuda a las empresas a cumplir con eficacia su responsabilidad de respetar este derecho. Facilita la comprensión, la respuesta y la comunicación con las partes interesadas sobre sus impactos relacionados con el agua.”

La Guía está diseñada para aplicarse a una amplia gama de empresas y pone en relieve la importancia de la participación efectiva de los interesados durante todo el proceso.

Jason Morrison, director técnico del CEO Water Mandate y Director del Programa de Sustentabilidad Corporativa del Instituto Pacífico, añadió: "La guía ayuda a traducir lo que el respeto de los derechos humanos al agua y al saneamiento significan. Ahora las empresas serán capaces de aplicar correctamente los cambios necesarios para garantizar el respeto de esos derechos. El proceso de colaboración que desarrolló la guía hace que sea accesible y viable para las empresas, sin dejar de ser significativa para sus grupos de interés".