Guía para medir la madurez e integración de la gestión de sustentabilidad

06.07.2015 | Europa

La investigación de CSR Europe muestra que todavía hay mucho camino por recorrer para que las empresas alcancen un valor real a través de la responsabilidad social corporativa y sostenibilidad. Esta nueva guía examina la forma de abordar los procesos de gestión de la sostenibilidad cruciales como la evaluación de la materialidad, la cartografía de las expectativas de las partes interesadas y los derechos humanos. La guía proporciona una perspectiva de las tendencias, recursos y buenas prácticas de nuestro equipo recogido en los últimos 2 años.


Para  CSR Europe, la RSE es un conductor de valor corporativo. Las empresas a menudo no se dan cuenta de esto y por lo tanto no lo traducen en sus sistemas de gestión (madurez), en su estrategia y estructura corporativa (integración).

CSR Europe propone alcanzar la “empresa 2020”, una organización inteligente, sostenible e integradora, que, a través del compromiso de las partes interesadas es capaz de definir de manera creíble las cuestiones materiales y actuar sobre ellas para generar beneficios para la organización, la sociedad y el medio ambiente. Se trata de la creación de valor de una organización madura e integrada. 

CSR ha desarrollado y puesto a prueba la Evaluación de Madurez e Integración (MIA). Se trata de un Benchmark que ofrece una buena imagen del nivel de madurez de la gestión de sustentabilidad de una empresa. En esta oportunidad presenta la Guía CSR-Get Value que definde a la Madurez como el grado en que las empresas miden y gestionan lo que es importante y material para su negocio. Y a la Integración como el grado en que las expectativas de sostenibilidad de las partes interesadas se incluyen en la gestión estratégica y en todas las divisiones de la estructura organizativa.

La evaluación MIA se basa en métricas clave del GRI G4 y la noción de una situación ideal de CSR Europe. Las preguntas están relacionadas con los requisitos de la Directiva de la UE sobre la divulgación de información no financiera. Esto significa que las brechas identificadas en la evaluación MIA ayudarán a las empresas a mejorar sus procesos y cumplir más fácilmente con los requisitos legales.