Hoja de ruta para la inversión social en infancia
El II Encuentro Internacional Proniño, organizado por Fundación Telefónica en Perú, finalizó con la publicación de la Declaración de Lima, un documento que define la 'hoja de ruta' a seguir para acabar con las peores formas de trabajo infantil en la región en el año 2016 y con todas las formas de trabajo infantil en 2021, y que aboga, entre otras propuestas, por sensibilizar a la sociedad latinoamericana y promover la inversión social en infancia como "única inversión real de futuro".
El documento también recomienda intensificar la difusión de las mejores prácticas de responsabilidad social y derechos de infancia "como estrategia para ampliar la aportación de las empresas a la lucha contra el trabajo infantil, que afecta a más de 17 millones de menores en América Latina", al mismo tiempo que solicita el desarrollo y consolidación de todos aquellos canales que permitan "escuchar e incorporar las voces de los propios niños y niñas" a este proceso, con el objeto de ser "sensibles" a sus necesidades y demandas.
Asimismo, la declaración incide en la mejora de los modelos de intervención social ya existentes y apuesta por desarrollar otros nuevos Del mismo modo, defiende el uso de las nuevas plataformas tecnológicas disponibles para hacer "más efectiva" la lucha contra el trabajo infantil, entre las principales propuestas.
La lectura de este documento puso el broche final a la jornada de clausura de un encuentro que, a lo largo de dos intensas jornadas, ha reunido en Lima a diversos organismos internacionales relacionados con la infancia, agentes sociales públicos y privados, expertos y ciudadanos comprometidos en la lucha por la erradicación y prevención del trabajo infantil en Latinoamérica.
Fenómeno inaceptable
La declaración también denuncia que la explotación económica de la infancia "constituye un fenómeno moralmente inaceptable, violatorio de derechos humanos y sociales básicos y que además, perpetra y amplia las condiciones de pobreza estructural en la que se encuentran amplios sectores de este continente".
Por ello, los participantes en el encuentro se comprometieron a promover la colaboración de las instituciones públicas y privadas a través del intercambio de experiencias; reforzar las estrategias de sensibilización pública; poner en marcha programas y políticas a favor de la erradicación del trabajo infantil, tanto a nivel nacional como regional; y construir canales de participación para los menores afectados.
De todos modos, los expertos reunidos en Lima constataron "una gran disminución" de la cantidad de niños, niñas y adolescentes que trabajan en Latinoamérica, "gracias al avance institucional" de los países de la región que han puesto en marcha "políticas y planes ambiciosos e innovadores", así como por la actuación de otros agentes como organizaciones sindicales o empresas privadas que están "enriqueciendo" el concepto de Responsabilidad Social Empresarial lo que está llevando a vincular "la responsabilidad empresarial con la defensa de los derechos de la infancia".
Universidades españolas e iberoamericanas se alían para convertir la responsabilidad social en asignatura universitaria
Un total de 65 universidades españolas e iberoamericanas, como la Rey Juan Carlos I, la Pontificia de Salamanca o la Universidad de Buenos Aires, se han unido en el marco del programa educativo 'Red de Universidades Unirse', una iniciativa destinada a formar "a futuras generaciones en la ética empresarial avanzada", según adelantó en Lima el economista argentino Bernardo Kilsberg.
En el marco del II Encuentro Internacional Proniño organizado por Fundación Telefónica, Klisberg explicó que este proyecto, que cuenta con la colaboración del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID) y la Fundación Carolina, "busca sumar fuerzas y ayudar a las universidades no sólo a dar una materia, sino también a transversalizar la misma".
Así, el programa --cuya duración es de tres meses-- mostrará a los profesores las pautas que deben seguir para enseñar la asignatura de responsabilidad social. En total, está prevista la formación de 150 maestros, dos por cada universidad participante.
Esta iniciativa sigue el camino marcado por los Principios para una Educación Responsable en Gestión de la ONU, una iniciativa vigente desde hace apenas un año y que pretende mejorar la formación de los futuros líderes empresariales en asuntos sociales, de Derechos Humanos o protección del medio ambiente. Centros educativos españoles como la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas (ESADE), el Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE) y el Instituto Empresa (IE) se han adherido a esta iniciativa.
Por otro lado, Klisberg también anunció el lanzamiento del 'Premio Amartya Sen Jóvenes en Excelencia' que seleccionará a un centenar de jóvenes latinoamericanos en función de sus calificaciones y de sus servicios a la comunidad, y a los que se impartirá formación en materia de ética y desarrollo, o capital social. "La intención es ayudar a los jóvenes comprometidos a ser agentes de cambio", explicó el experto.
(Laura Martínez para Europa Press)