La estrategia de RSE de la empresa se cimienta sobre cuatro áreas clave: Consumo Responsable, Medio Ambiente, Comunidad y Nuestra Gente.

“Nos esforzamos por minimizar el impacto de nuestras operaciones sobre el medio ambiente, trabajando con un  enfoque en temas clave como consumo de agua, reducción de  gases de efecto invernadero, retornabilidad de nuestros envases, manejo de residuos y efluentes, y programas de reciclado”, informa el reporte de RSE en su capítulo ambiental.

Hace dos meses, la Autoridad de Cuenca Matanza-Riachuelo (Acumar), ente encargado de inspeccionar el saneamiento del río, presentó un listado de grandes empresas que fueron declaradas como agentes contaminantes, entre las que se encontraba Cervecería Quilmes. La empresa recurrió esa decisión del Acumar porque consideró cumplir acabadamente con la normativa ambiental vigente y con rigurosos estándares internacionales. 

Así, a través de su Política Ambiental pone  especial foco de atención en el control de los efluentes, el uso racional de la energía y de los recursos naturales, y el reciclado, la reutilización y la disposición final responsable de los residuos.

Su Sistema de Gestión Ambiental está basado en la norma  ISO 14.001 e incluye la evaluación de aspectos e impactos ambientales, la capacitación, la gestión de contratistas y la  gestión del carbono, entre otros. A su vez, establece programas para la reducción del consumo de  agua y de emisiones de gases de efecto invernadero, y el manejo  de residuos y efluentes.

“En este marco, durante 2010 lanzamos el Programa “e3”, cuyo objetivo es evaluar los aspectos e impactos ambientales y establecer las medidas de control necesarias para evitar la contaminación del medio ambiente, haciendo uso racional de los recursos naturales”, dice el informe.

Sobre la base de las evaluaciones realizadas, elaboró un Plan  Anual de Gestión que busca minimizar y, en lo posible, eliminar los riesgos, establecer los recursos necesarios y fijar los objetivos  anuales para los indicadores ambientales. Además, semestralmente realizará auditorías internas para determinar los riesgos y no conformidades ambientales, así como las medidas de control ambiental, tomando las medidas correctivas  necesarias.

“Durante 2010 también trabajamos para avanzar en la  certificación de nuestras plantas bajo el Programa de Excelencia  “Voyager Plant Optimization” (VPO), alcanzando un total de nueve plantas certificadas. Este Programa se aplica a nivel mundial en las operaciones del grupo Anheuser-Busch InBev”, agrega el documento.

La empresa de bebidas reporta que en su operación argentina todas las plantas cuentan con un estricto control de la emisión de efluentes líquidos, gaseosos y de residuos sólidos. “De esta forma, además de cumplir con los parámetros establecidos por las leyes vigentes, implementamos planes de control y  mejora de nuestras instalaciones de tratamiento de efluentes”, aclara.

Algunos números:

- 3,6 hectolitros/hl producido de vertidos de aguas residuales en 2010 (en 2008 fue de 3,8) 

- 42% de reducción en consumo de agua por hectolitro de los últimos 10 años

- 19% la disminución del consumo de energía por hectolitro en los últimos 10 años

- 6 veces más que hace 10 años es lo que recuperamos de emisiones de CO2. Pasó de recuperar un 0,1 kg/hl a 0,6 kg/hl. El 80% de esta recuperación es utilizada para producir bebidas sin alcohol.

- 10% es la meta para el año 2012 en reducción de consumo de agua y energía, y de emisiones de CO2, en comparación con el desempeño ambiental de  2009

- 9,78  millones de dólares alcanzaron los ingresos procedentes del reciclado de subproductos durante 2010.