En 2010 las auditorías revelaron lo siguiente: 18 instalaciones donde los trabajadores habían pagado tasas excesivas de contratación, lo que se consideró trabajo involuntario; diez instalaciones donde los trabajadores menores de edad habían sido contratados, dos casos de peligro de los trabajadores, cuatro instalaciones donde los registros fueron falsificados; un caso de soborno, y un caso donde los trabajadores recibieron entrenamiento sobre cómo responder a las preguntas de los auditores.

Según la empresa, “el objetivo es trabajar con los proveedores para hacer frente a los problemas, verificar las acciones correctivas y realizar mejoras. Esperamos que los proveedores puedan tomar situaciones tan en serio como nosotros. Nuestras 2.010 auditorías y procesos de acción correctivos revelaron tres instalaciones donde la gestión no ha demostrado un compromiso serio. En los tres casos, terminamos de negocios”.