Informe sobre la Sostenibilidad en España

15.06.2011 | Europa

Aunque persisten notables riesgos de insostenibilidad, España está consiguiendo algunos avances destacables en desarrollo sostenible, según se constata en el informe ‘Sostenibilidad en España’ que elabora el Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE), basado en indicadores. La Evaluación Integrada del informe considera imprescindible aprovechar las oportunidades que surgen del cambio de ciclo económico, por lo que la Estrategia Española de Desarrollo Sostenible (EEDS) puede ser potenciada y puesta en valor con un enfoque más integrador de las políticas hacia una economía sostenible.En materia de Gobernanza empresarial y responsabilidad social continúa un cierto liderazgo de España en implantación de Sistemas de gestión ambiental (SGMA). España sigue siendo el primer país con mayor número de certificaciones en el entorno europeo.


 

El OSE, con sede en la Universidad de Alcalá, se plantea en la nueva entrega del informe anual proseguir la tarea de evaluación de los procesos de sostenibilidad teniendo como principal referente la Estrategia Española de Desarrollo Sostenible en su primer año de recorrido y el marco comunitario claramente definido por la Estrategia de Desarrollo Sostenible de la Unión Europea (EDS-UE).
El nuevo informe recoge una batería de 51 indicadores significativos, compuesta principalmente por los contenidos en la Estrategia Española de Desarrollo Sostenible y completada por diferentes estrategias y documentos relevantes, así como por indicadores definidos con criterios propios del OSE.
Se han considerado los básicos de ámbito europeo y otros que para el OSE se pueden plantear como esenciales; por ejemplo, los asociados al metabolismo económico reflejados mediante el análisis del Requerimiento de Materiales (RTM), o la Dependencia Energética, Intensidad de carbono del consumo de energía, entre otros.
Los indicadores se muestran divididos en tres clases y cinco grupos, en línea con la EEDS: Sostenibilidad social, Sostenibilidad ambiental (con Uso y consumo de recursos, Cambio climático y energía limpia, y Gestión de los recursos naturales) y Sostenibilidad global.
El informe ‘Sostenibilidad en España’ considera esencial que se prioricen enfoques de gestión avanzados en materia de recursos naturales estratégicos como el agua; un patrimonio que debe de ser gestionado de forma definitiva desde una visión compleja, integral y sobre todo ecosistémica. En esta línea, si bien se produce una mejora de la calidad de las aguas superficiales que rompe la tendencia desfavorable de los últimos años, aún no se cumple con la directiva de tratamiento de aguas residuales urbanas 91/271/CEE de 2005. Hay que insistir en políticas que beneficien la funcionalidad de los ecosistemas fluviales, las verdaderas fábricas de agua, que deben ser potenciadas ante los nuevos y desfavorables escenarios del Cambio Climático.
Sobre la energía se remarca el alto coste en divisas y emisiones de los combustibles fósiles. La dependencia energética del exterior (más del 81%) es un riesgo que hay que reducir con producción propia, sostenible y eficiente. Se detecta cierta mejora en la eficiencia en el consumo energético nacional y la progresiva participación de la energía de fuentes renovables en la generación eléctrica, que en 2007 supuso el 20% (y en 2008 se sitúa alrededor del 30%) destacando el crecimiento de la energía eólica.
En los aspectos relacionados con el cambio climático, se subraya que en 2006 se inició una tendencia al descenso de las emisiones de GEI (pese al notable crecimiento del PIB del 3,9%), que se vio truncada en 2007 por un repunte del 2.1% (también con un crecimiento del PIB del 3.7%). Los recientes datos de 2008 vuelven a indicar un descenso de las emisiones de GEI de un 8%, debido, en parte, a la crisis económica. Lo verdaderamente significativo es que esta tendencia descendente continúe en un escenario de recuperación económica por una senda más sostenible.
La cantidad de residuos generados en España ha experimentado entre 2006 y 2007 un aumento de la producción total (t/año) del 4,4%, situándose en 2007 en 24.5 millones de t/año. Estos datos reflejan la dificultad de cumplir el objetivo del Plan Nacional de Residuos Urbanos 2000-2006 y el alejamiento del objetivo de prevención establecido en el Plan Nacional Integral de Residuos 2007-2015, lo cuál supone un riesgo de insostenibilidad persistente, especialmente para las ciudades. 
En biodiversidad, se ha conseguido reducir la superficie forestal quemada en los últimos años, aunque el número de incendios intencionados sigue siendo muy elevado, sobre todo en el noroeste. España, con un 9,5% de su territorio protegido, está por debajo de la media de la UE-25 (14,3%). Vivimos un aumento considerable del número de árboles sanos (con defoliación inferior al 25%). Aún existen muchas zonas con alta concentración de vertebrados amenazados cuyos hábitats no están protegidos.
Uno de los objetivos más importantes del Desarrollo Sostenible es lograr, en primara estancia, disociar el desarrollo económico de la degradación de los recursos y la contaminación. El OSE considera que se debe mejorar la información para poder observar y encauzar la eficiencia del uso de los recursos naturales y el consumo de materiales, aspectos que se revelan como indicadores clave para verificar la situación del metabolismo económico del país. De la información disponible se deduce de forma clara que la productividad de los recursos no ha mejorado en España sustancialmente al menos desde 2001.
El Transporte, el turismo y las interacciones territoriales, siguen constituyendo grandes desafíos para el modelo de desarrollo español. Las tendencias de la distribución modal del transporte interior de viajeros están en conflicto con el objetivo de mejorar el equilibrio modal entre los distintos modos de transporte en el horizonte 2010 y contribuir a una movilidad más sostenible. En los últimos años, el mayor incremento del transporte de viajeros se produjo en el marítimo (14,3%), seguido del aéreo (11,6%) y del ferrocarril (2,3%). El transporte por carretera ha descendido muy ligeramente (-0,02%).  En España se utiliza el coche en el 78% de los viajes para trayectos de más de 50 km.
Del análisis de indicadores recogidos en el informe, se considera que la calidad del turismo en España cada vez es mayor, a tenor del número de empresas certificas con la “Q” de Calidad Turística y otros distintivos de sostenibilidad. Sin embargo, todavía no se vislumbra un cambio de tendencia del paradigma turístico convencional hacia un modelo de turismo sostenible, a pesar de que hay un intenso crecimiento del turismo interior tanto del turismo rural como del turismo asociado al patrimonio cultural y natural
En materia de Gobernanza empresarial y responsabilidad social continúa un cierto liderazgo de España en implantación de Sistemas de gestión ambiental (SGMA). España sigue siendo el primer país con mayor número de certificaciones en el entorno europeo. Continúa la tendencia de aumento en el número de certificaciones, aunque la evolución se centra en el sector servicios. La RSE aumenta más en cantidad que en calidad, alcance y contenido. La Comunidad de Madrid  y Cataluña son las que tienen el mayor porcentaje de implantación de SGMA modelo EMAS en España.
Desde el punto de vista de la sostenibilidad social, persisten los riesgos sobre la cohesión social identificados por una tasa de riesgo de pobreza que no ha disminuido durante los años del crecimiento económico. Destaca la aparición de la categoría de los “trabajadores en riesgo de pobreza”, como un colectivo relevante frente a los colectivos tradicionalmente más desfavorecidos. La desigualdad de la distribución de ingresos ha tendido a crecer desde 2000, el abandono educativo temprano duplica la media europea, y aunque España ocupa los primeros puestos en cuanto a esperanza de vida, queda relegada a posiciones intermedias al hablar de esperanza de vida sin discapacidad. Además, hay una aplicación desigual de la ley de dependencia por Comunidades Autónomas.
En cuanto a la sostenibilidad global el indicador básico sigue siendo la Ayuda Oficial al Desarrollo relacionando la lucha contra la pobreza con la sostenibilidad ambiental en el marco de la cooperación multilateral y bilateral. España es el país que más rápidamente ha venido aumentando la cooperación, aunque aún no se han logrado los objetivos del plan anual de cooperación internacional para alcanzar un 0,42% de la RNB, frente al 0,37% conseguido en 2007, todavía distante del objetivo del 0,5% de la RNB.

El OSE, con sede en la Universidad de Alcalá, se plantea en la nueva entrega del informe anual proseguir la tarea de evaluación de los procesos de sostenibilidad teniendo como principal referente la Estrategia Española de Desarrollo Sostenible en su primer año de recorrido y el marco comunitario claramente definido por la Estrategia de Desarrollo Sostenible de la Unión Europea (EDS-UE).

El nuevo informe recoge una batería de 51 indicadores significativos, compuesta principalmente por los contenidos en la Estrategia Española de Desarrollo Sostenible y completada por diferentes estrategias y documentos relevantes, así como por indicadores definidos con criterios propios del OSE.
Se han considerado los básicos de ámbito europeo y otros que para el OSE se pueden plantear como esenciales; por ejemplo, los asociados al metabolismo económico reflejados mediante el análisis del Requerimiento de Materiales (RTM), o la Dependencia Energética, Intensidad de carbono del consumo de energía, entre otros.

Los indicadores se muestran divididos en tres clases y cinco grupos, en línea con la EEDS: Sostenibilidad social, Sostenibilidad ambiental (con Uso y consumo de recursos, Cambio climático y energía limpia, y Gestión de los recursos naturales) y Sostenibilidad global.
El informe ‘Sostenibilidad en España’ considera esencial que se prioricen enfoques de gestión avanzados en materia de recursos naturales estratégicos como el agua; un patrimonio que debe de ser gestionado de forma definitiva desde una visión compleja, integral y sobre todo ecosistémica. En esta línea, si bien se produce una mejora de la calidad de las aguas superficiales que rompe la tendencia desfavorable de los últimos años, aún no se cumple con la directiva de tratamiento de aguas residuales urbanas 91/271/CEE de 2005. Hay que insistir en políticas que beneficien la funcionalidad de los ecosistemas fluviales, las verdaderas fábricas de agua, que deben ser potenciadas ante los nuevos y desfavorables escenarios del Cambio Climático.

Sobre la energía se remarca el alto coste en divisas y emisiones de los combustibles fósiles. La dependencia energética del exterior (más del 81%) es un riesgo que hay que reducir con producción propia, sostenible y eficiente. Se detecta cierta mejora en la eficiencia en el consumo energético nacional y la progresiva participación de la energía de fuentes renovables en la generación eléctrica, que en 2007 supuso el 20% (y en 2008 se sitúa alrededor del 30%) destacando el crecimiento de la energía eólica.

En los aspectos relacionados con el cambio climático, se subraya que en 2006 se inició una tendencia al descenso de las emisiones de GEI (pese al notable crecimiento del PIB del 3,9%), que se vio truncada en 2007 por un repunte del 2.1% (también con un crecimiento del PIB del 3.7%). Los recientes datos de 2008 vuelven a indicar un descenso de las emisiones de GEI de un 8%, debido, en parte, a la crisis económica. Lo verdaderamente significativo es que esta tendencia descendente continúe en un escenario de recuperación económica por una senda más sostenible.

La cantidad de residuos generados en España ha experimentado entre 2006 y 2007 un aumento de la producción total (t/año) del 4,4%, situándose en 2007 en 24.5 millones de t/año. Estos datos reflejan la dificultad de cumplir el objetivo del Plan Nacional de Residuos Urbanos 2000-2006 y el alejamiento del objetivo de prevención establecido en el Plan Nacional Integral de Residuos 2007-2015, lo cuál supone un riesgo de insostenibilidad persistente, especialmente para las ciudades. 

En biodiversidad, se ha conseguido reducir la superficie forestal quemada en los últimos años, aunque el número de incendios intencionados sigue siendo muy elevado, sobre todo en el noroeste. España, con un 9,5% de su territorio protegido, está por debajo de la media de la UE-25 (14,3%). Vivimos un aumento considerable del número de árboles sanos (con defoliación inferior al 25%). Aún existen muchas zonas con alta concentración de vertebrados amenazados cuyos hábitats no están protegidos.

Uno de los objetivos más importantes del Desarrollo Sostenible es lograr, en primara estancia, disociar el desarrollo económico de la degradación de los recursos y la contaminación. El OSE considera que se debe mejorar la información para poder observar y encauzar la eficiencia del uso de los recursos naturales y el consumo de materiales, aspectos que se revelan como indicadores clave para verificar la situación del metabolismo económico del país. De la información disponible se deduce de forma clara que la productividad de los recursos no ha mejorado en España sustancialmente al menos desde 2001.

El Transporte, el turismo y las interacciones territoriales, siguen constituyendo grandes desafíos para el modelo de desarrollo español. Las tendencias de la distribución modal del transporte interior de viajeros están en conflicto con el objetivo de mejorar el equilibrio modal entre los distintos modos de transporte en el horizonte 2010 y contribuir a una movilidad más sostenible. En los últimos años, el mayor incremento del transporte de viajeros se produjo en el marítimo (14,3%), seguido del aéreo (11,6%) y del ferrocarril (2,3%). El transporte por carretera ha descendido muy ligeramente (-0,02%).  En España se utiliza el coche en el 78% de los viajes para trayectos de más de 50 km.

Del análisis de indicadores recogidos en el informe, se considera que la calidad del turismo en España cada vez es mayor, a tenor del número de empresas certificas con la “Q” de Calidad Turística y otros distintivos de sostenibilidad. Sin embargo, todavía no se vislumbra un cambio de tendencia del paradigma turístico convencional hacia un modelo de turismo sostenible, a pesar de que hay un intenso crecimiento del turismo interior tanto del turismo rural como del turismo asociado al patrimonio cultural y natural

En materia de Gobernanza empresarial y responsabilidad social continúa un cierto liderazgo de España en implantación de Sistemas de gestión ambiental (SGMA). España sigue siendo el primer país con mayor número de certificaciones en el entorno europeo. Continúa la tendencia de aumento en el número de certificaciones, aunque la evolución se centra en el sector servicios. La RSE aumenta más en cantidad que en calidad, alcance y contenido. La Comunidad de Madrid  y Cataluña son las que tienen el mayor porcentaje de implantación de SGMA modelo EMAS en España.

Desde el punto de vista de la sostenibilidad social, persisten los riesgos sobre la cohesión social identificados por una tasa de riesgo de pobreza que no ha disminuido durante los años del crecimiento económico. Destaca la aparición de la categoría de los “trabajadores en riesgo de pobreza”, como un colectivo relevante frente a los colectivos tradicionalmente más desfavorecidos. La desigualdad de la distribución de ingresos ha tendido a crecer desde 2000, el abandono educativo temprano duplica la media europea, y aunque España ocupa los primeros puestos en cuanto a esperanza de vida, queda relegada a posiciones intermedias al hablar de esperanza de vida sin discapacidad. Además, hay una aplicación desigual de la ley de dependencia por Comunidades Autónomas.

En cuanto a la sostenibilidad global el indicador básico sigue siendo la Ayuda Oficial al Desarrollo relacionando la lucha contra la pobreza con la sostenibilidad ambiental en el marco de la cooperación multilateral y bilateral. España es el país que más rápidamente ha venido aumentando la cooperación, aunque aún no se han logrado los objetivos del plan anual de cooperación internacional para alcanzar un 0,42% de la RNB, frente al 0,37% conseguido en 2007, todavía distante del objetivo del 0,5% de la RNB.