Según la investigación, algunas empresas están respondiendo a este problema fijando objetivos para la reducción de emisiones de CO2, expandiendo el uso de energías renovables, mejorando su eficacia energética e integrando factores climáticos en el diseño de sus productos.

Sin embargo, el informe destaca que muchas otras compañías siguen ignorando el problema del cambio climático, sobre todo a nivel de sus consejeros de administración.

Los consejos de administración de sólo 11 de las 63 empresas analizadas recibían información actualizada sobre temas relativos al clima de sus directivos, y solo los de 7 empresas habían liderado iniciativas para la lucha contra el cambio climático.

Ninguna de las compañías estudiadas había vinculado al cumplimiento de objetivos climáticos el pago de las primas a sus dirigentes.

El informe destaca que las empresas con mejores medidas para luchar contra el cambio climático eran las informáticas IBM y Dell, y la cadena de hipermercados británica Tesco, que en una clasificación del 1 al 100 obtuvieron 79, 77 y 78 puntos, respectivamente. Más de la mitad de las 63 empresas analizadas quedaban por debajo de 50 puntos, mientras que la media se situaba en 38 puntos.

El mejor trabajo a la hora de integrar el cambio climático en las estrategias empresariales se observó en el sector tecnológico y farmacéutico, mientras que los sectores de la restauración, inmobiliaria, viajes y ocio apenas tenían en cuenta este aspecto.

El informe se realizó a petición de la Red de Inversores para el Cambio Climático, una alianza de 75 inversores coordinados por Ceres, que querían conocer mejor las medidas aplicadas por las empresas con las estrategias más eficientes para la lucha contra el cambio climático, antes de que estas medidas sean obligatorias.

Para mejorar la situación actual, los autores del documento recomiendan vincular las primas de los altos ejecutivos a objetivos para la lucha contra el cambio climático e incrementar la eficiencia energética de las empresas y sus compras de energías renovables.

También aconsejan reducir las emisiones de la cadena de suministro, desde la extracción de materiales, al transporte y el embalaje y los proveedores, así como ampliar los programas para formar y recompensar a los empleados que propongan iniciativas para luchar contra el cambio cambio climático.

(Fuente: SERVIMEDIA)