Lo hará a partir de la transformación en electricidad limpia de 31.000 toneladas de dióxido de carbono que generan las cáscaras de maní y maíz que la dueña de la marca Natura quema durante el proceso de fabricación de, entre otros productos, sus aceites.
La nueva planta será capaz de generar 10 megawatts, casi la totalidad de la energía que actualmente AGD compra en el mercado de generación, lo cual le va a permitir una independencia casi absoluta de la red troncal de electricidad, además de un importante ahorro en el consumo energético, y olvidarse de los problemas de abastecimiento que todos los años amenazan con aparecer para el sector industrial.

Pero además del ahorro por el uso eficiente de la energía, AGD también obtendrá otros beneficios con este proyecto, en el que lleva invertidos más de u$s18 millones entre la incorporación de una caldera y la planta de cogeneración. Por ejemplo, la transferencia de tecnología, el aporte a la imagen corporativa y el acceso a nuevos mercados.
Aunque lo más importante está atado a la autorización que AGD recibió de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para ingresar en el mercado internacional de bonos de carbono gracias al importante esfuerzo que realizará en materia medioambiental.

El organismo internacional autorizó a AGD a certificar bonos de carbono por el equivalente a las 31.000 t de gases contaminantes que la empresa sacará del medio ambiente por año a un valor que en la actualidad se ubica entre 12 y 18 euros por título en el mercado internacional de bonos de carbono.
Según comentó a InfoBAE Miguel Acevedo, director de AGD,  "se trata del primer caso de una empresa industrial de la Argentina que recibe la autorización de la ONU para emitir bonos de carbono, ya que las otras que lo lograron están relacionadas con el negocio de la basura, por ejemplo".
Este Mercado de bonos y otros servicios- alcanzaría los u$s 20.000 millones en el 2012.