Investigan cómo las personas relacionan sus consumos con las emisiones de carbono
En un estudio realizado por Coca-Cola y The Carbon Trust, se investigó cómo las personas responden al concepto de derechos de emisión de carbono de carácter personal. El estudio muestra que a pesar de ser un concepto de fácil comprensión y brindar información sobre su impacto en el medio ambiente, los consumidores aún se muestran reticentes a renunciar a ciertas opciones de consumo con alto contenido de carbono.
Carbon Trust y Coca-Cola, con el apoyo de la consultora ambiental SKM Enviros y la agencia de investigación de mercado RDSI, realizaron durante cuatro semanas un estudio de consumo en Gran Bretaña para explorar la viabilidad de la introducción del concepto de deducciones personales de carbono - que determina la cantidad de carbono que una persona puede emitir en su rutina diaria.
El estudio examinó cómo las deducciones personales de carbono pueden funcionar en la práctica, cómo los consumidores pueden responder ante este nuevo concepto, y si ofrecer la información sobre la huella de carbono de los productos en el etiquetado será valiosa.
El Libro Blanco también proporciona orientación sobre las decisiones de consumo recomendadas para gastos personales de carbono a través del Carbon GDA, o Cantidad Diaria Orientativa, que fijó el ideal en 20 kg de emisiones de dióxido de carbono por persona al día. La guía orientativa se basa en las emisiones que los consumidores podían controlar, incluyendo los alimentos y las bebidas que compran y consumen, los desplazamientos de gas, y el transporte diario personal.
La prueba, que involucró a 24 consumidores, encontró que:
-Los participantes estaban entusiasmados con el concepto de emisiones de carbono personal y, en promedio, redujeron sus emisiones de carbono durante un período de cuatro semanas;
- Las principales reducciones fueron observadas entre la semanas dos y tres;
- Las emisiones aumentaron ligeramente en la cuarta semana, ya que se encontró que algunos participantes les resultaba difícil sostener este cambio de comportamiento a largo plazo;
- La mayor reducción de emisiones se logró en el área de los alimentos, incluyendo los residuos alimenticios, así como los segmentos de bebidas, gas y electricidad;
- Los consumidores lograron reducir en las primeras tres semanas su consumo de cerveza, bebida que tiene la mayor intensidad en generación de emisiones. Pero a medida que el clima calentaba en la cuarta semana, muchos desistieron sugiriendo que las opciones de consumo son emocionalmente impulsadas.
- Los consumidores se sorprendieron por la cantidad de emisiones de carbono asociadas a la carne roja y los quesos;
- Los participantes se mostraron frustrados por la falta de etiquetado con información de la huella de carbono de los productos entre los minoristas y las grandes marcas.
Como resultado de esta encuesta al consumidor, se concluyó que la gente mostró un fuerte deseo de elegir un estilo de vida bajo en carbono, pero muchos carecen de la información suficiente para guiar sus opciones de compra. También se concluyó que el ahorro en costos y los beneficios en la salud - considerados beneficios secundarios - animó a aquellos que eran reacios a comprometerse únicamente por cuestiones de emisión de carbono.
Las deducciones personales de carbono son útiles y podrían desempeñar un papel importante brindando un "contexto" adicional en el tema del impacto de carbono de los bienes y servicios, concluyó el Libro Blanco. Sin embargo, los autores dijeron que los valores del Carbon GDA tienen que mejorarse y para ello se necesitan más investigación en el tema.
El Libro Blanco recomienda a los gobiernos y a las empresas hacer un esfuerzo a largo plazo para educar a los consumidores acerca del impacto ambiental de su consumo diario. También se exhorta insistentemente a las empresas a asumir un papel proactivo para calcular la huella de carbono del ciclo de vida de sus productos y servicios.