"La autorregulación de la publicidad de comida chatarra para niños no funciona en un mercado altamente competitivo"
El nuevo reporte de Asociación Internacional para el Estudio de la Obesidad (IASO) encontró que la publicidad de comida chatarra para niños no ha disminuido a pesar de las promesas de autoregulación de las empresas. Sus autores afirman que "La autorregulación no funciona en un mercado altamente competitivo", y que ésta solo ha logrado una caída del 29% en la exposición de los niños a la publicidad. En 2004, las empresas de comida fueron advertidas por el entonces Comisario europeo de Salud para reducir la publicidad dirigida a niños o enfrentarían una regulación pública. Este mes se debatirá en Noruega estas propuestas para regular la publicidad de comida chatarra dirigida a menores de 18 años.
La Asociación Internacional para el Estudio de la Obesidad (IASO) publicó su nuevo reporte “A Junk‐Free Childhood 2012: Marketing foods and beverages to children in Europe” (Una infancia libre de Comida Chatarra 2012: el marketing de alimentos y bebidas para niños en Europa). Sus resultados muestran que la publicidad de comida chatarra sigue minando la salud de los niños a pesar de que la industria de alimentos prometió restringir sus actividades de comercialización.
El análisis de la publicidad europea realizado por IASO encontró en las propias cifras reportadas por la industria que la exposición de los niños a la publicidad de grasa y alimentos con azúcar se habría reducido apenas un cuarto durante los últimos seis años.
El Dr. Tim Lobstein, autor del informe, dijo: " Las empresas de alimentos y bebidas fueron advertidas en 2004 por el entonces Comisario europeo de Salud, Markos Kyprianou, para reducir su publicidad dirigida a niños o enfrentarían una regulación. Las cifras muestran que la autorregulación solo ha logrado una caída del 29% en la exposición de los niños, lo que es profundamente decepcionante. La exposición está trepando de nuevo en algunos países ".
"El problema se agrava debido a que las empresas están autorizadas a establecer sus propios estándares de lo que consideran 'comida basura' y ponen el listón demasiado bajo ", dijo el Dr. Lobstein. "Nuestro informe encontró más de 30 alimentos grasos y azucarados que son clasificados como no saludables por los gobiernos de Europa y los EE.UU., pero que se consideran saludables por los fabricantes y por ello se permiten publicitar. "
Criticó duramente el hecho de que cada empresa tenga sus propias definiciones de qué es la comida saludable y sobre sus pautas publicitarias porque favorece el propio beneficio y desfavorece la regulación y el control. "La autorregulación de la publicidad de comida chatarra para niños no funciona en un mercado altamente competitivo", dijo el Dr. Lobstein. "Pedir a las empresas que limiten su propio marketing es como pedirle a un ladrón que cambie las cerraduras de la puerta de entrada. Dirán que estás protegido, pero no lo estás. "
Este mes se debatirá en Noruega propuestas para regular la publicidad de comida chatarra dirigida a menores de 18 años.