La banca ética

29.07.2011 | Destacadas

El caso del banco europeo Triodos actualiza el debate sobre el rol de la banca en el desarrollo social. En la visión de este banco está contribuir a un cambio positivo y sostenible de la sociedad desde el sistema financiero, mejorando la calidad de vida de las personas y respetando el medio ambiente y la cultura. Desde hace más de diez años trabaja con el comercio justo en más de cuarenta países y en al menos sesenta instituciones, con una apuesta por los microcréditos como herramientas eficaces en la lucha contra la pobreza. Entre sus líneas de apoyo crediticio más importantes existen proyecto vinculados a la agricultura ecológica, las energías renovables, la arquitectura bioclimática, el turismo sostenible, el apoyo a grupos en riesgo de exclusión y la cooperación al desarrollo. El banco también opera bajo la premisa de la transparencia informativa. Sus ejecutivos más importantes afirmaron al diario ABC que "son cada vez más los clientes e inversores que antes de decidir preguntan: ¿qué realidad social promueve el Banco en el que ellos tienen la intención de depositar sus ahorros?".


 

La Banca ética ya está aquí, entre nosotros. Porque son ya muchos los ciudadanos que están convencidos de que otro mundo es posible también dentro de los negocios. De lo contrario, otro mundo más justo no será posible, pues el dinero no es sólo una moneda de cambio, sino sobre todo un intercambio de vida. Y esa vida debe nadar en la ética si quiere navegar hacia ese mundo de justicia por el que muchas personas trabajan activamente. Bajo esta filosofía se asienta Triodos Bank, una entidad de crédito que fue fundada en 1980 y que hoy cuenta con 100.000 clientes y un balance total de más de 2.300 millones de euros. Desde septiembre del año 2004, este banco está plenamente operativo en España, como también lo está desde mucho tiempo antes en Holanda, Bélgica y Reino Unido. Además, desarrolla una intensa actividad en otros lugares de Europa, América Latina, Asia y África.
Objetivo
En realidad, «el objetivo de Triodos Bank es contribuir a un cambio positivo y sostenible de la sociedad desde el sistema financiero, mejorando la calidad de vida de las personas y respetando el medio ambiente y la cultura», asegura a ABC el director general de la entidad bancaria, Esteban Barroso.
Por esa razón, añade, «trabajamos desde hace más de diez años con el comercio justo en más de cuarenta países y en al menos sesenta instituciones», con una apuesta inequívoca por «los microcréditos como herramientas eficaces en la lucha contra la pobreza». 
 
Viabilidad
Asimismo, el director general de Triodos Bank subraya que esta entidad apoya cuantos proyectos se asienten en sectores tales como «la agricultura ecológica, las energías renovables, la arquitectura bioclimática, el turismo sostenible, el apoyo a grupos en riesgo de exclusión y la cooperación al desarrollo, entre otras cuestiones». Eso sí: Barroso explica que todos los proyectos financiados por Triodos Bank tienen que «ser viables económicamente», puesto que «estamos hablando de una entidad cuyo negocio básico es la intermediación financiera y, por lo tanto, debe ajustarse a una política de inversión adecuada». Es decir, que «nunca podemos olvidar que somos un Banco, aunque tampoco olvidamos jamás ese valor añadido que se refiere a la cuestión social y a la ambiental».
¿Ética o negocio?
Dentro de este contexto, la pregunta parece obligada: ¿A qué le da Triodos Bank más importancia, al valor añadido o al negocio bancario? Y la respuesta de Barroso no deja lugar a dudas y aclara definitivamente tanto el fondo como la forma de esta entidad financiera: «Primero examinamos el valor añadido y luego analizamos el riesgo. Por lo tanto, si el primer punto no reúne las condiciones adecuadas, ni siquiera pasamos a analizar la segunda cuestión».
Todo este modo de entender el negocio bancario atrae cada día a más y más personas, como reflejan los balances de Triodos Bank, que a su vez basa su actividad en la «transparencia informativa», tal y como subraya Barroso, por entender que «ya no basta con los valores tradicionales de seguridad, rentabilidad y liquidez monetaria, las tres preguntas básicas que normalmente se hace todo inversor antes de confiar su dinero a una entidad financiera».
La cuarta pregunta
Y no basta con que esas tres preguntas se contesten adecuadamente porque hoy, según explica el director general de Triodos Bank, «ya son cada vez más las personas que, además de exigir respuesta adecuada a esas tres cuestiones, plantean una cuarta pregunta que, en su caso, se convierte además en la razón fundamental para que finalmente acaben o no siendo clientes de la entidad financiera: ¿qué realidad social promueve el Banco en el que ellos tienen la intención de depositar sus ahorros?».
Al final, y como consecuencia de esta manera tan peculiar de entender el negocio bancario, a Triodos Bank ya se le conoce como un «referente de la Banca ética en Europa». Y es que cada poco promueve algo que redunda en esa idea, lo que a su vez le granjea el apoyo de prestigiosas entidades sociales y culturales que animan a sus socios a depositar sus ahorros en esta entidad bancaria.

La Banca ética ya está aquí, entre nosotros. Porque son ya muchos los ciudadanos que están convencidos de que otro mundo es posible también dentro de los negocios. De lo contrario, otro mundo más justo no será posible, pues el dinero no es sólo una moneda de cambio, sino sobre todo un intercambio de vida. Y esa vida debe nadar en la ética si quiere navegar hacia ese mundo de justicia por el que muchas personas trabajan activamente. Bajo esta filosofía se asienta Triodos Bank, una entidad de crédito que fue fundada en 1980 y que hoy cuenta con 100.000 clientes y un balance total de más de 2.300 millones de euros. Desde septiembre del año 2004, este banco está plenamente operativo en España, como también lo está desde mucho tiempo antes en Holanda, Bélgica y Reino Unido. Además, desarrolla una intensa actividad en otros lugares de Europa, América Latina, Asia y África.

Objetivo
En realidad, «el objetivo de Triodos Bank es contribuir a un cambio positivo y sostenible de la sociedad desde el sistema financiero, mejorando la calidad de vida de las personas y respetando el medio ambiente y la cultura», asegura a ABC el director general de la entidad bancaria, Esteban Barroso.
Por esa razón, añade, «trabajamos desde hace más de diez años con el comercio justo en más de cuarenta países y en al menos sesenta instituciones», con una apuesta inequívoca por «los microcréditos como herramientas eficaces en la lucha contra la pobreza».  Viabilidad
Asimismo, el director general de Triodos Bank subraya que esta entidad apoya cuantos proyectos se asienten en sectores tales como «la agricultura ecológica, las energías renovables, la arquitectura bioclimática, el turismo sostenible, el apoyo a grupos en riesgo de exclusión y la cooperación al desarrollo, entre otras cuestiones». Eso sí: Barroso explica que todos los proyectos financiados por Triodos Bank tienen que «ser viables económicamente», puesto que «estamos hablando de una entidad cuyo negocio básico es la intermediación financiera y, por lo tanto, debe ajustarse a una política de inversión adecuada». Es decir, que «nunca podemos olvidar que somos un Banco, aunque tampoco olvidamos jamás ese valor añadido que se refiere a la cuestión social y a la ambiental».

¿Ética o negocio?
Dentro de este contexto, la pregunta parece obligada: ¿A qué le da Triodos Bank más importancia, al valor añadido o al negocio bancario? Y la respuesta de Barroso no deja lugar a dudas y aclara definitivamente tanto el fondo como la forma de esta entidad financiera: «Primero examinamos el valor añadido y luego analizamos el riesgo. Por lo tanto, si el primer punto no reúne las condiciones adecuadas, ni siquiera pasamos a analizar la segunda cuestión».
Todo este modo de entender el negocio bancario atrae cada día a más y más personas, como reflejan los balances de Triodos Bank, que a su vez basa su actividad en la «transparencia informativa», tal y como subraya Barroso, por entender que «ya no basta con los valores tradicionales de seguridad, rentabilidad y liquidez monetaria, las tres preguntas básicas que normalmente se hace todo inversor antes de confiar su dinero a una entidad financiera».

La cuarta pregunta
Y no basta con que esas tres preguntas se contesten adecuadamente porque hoy, según explica el director general de Triodos Bank, «ya son cada vez más las personas que, además de exigir respuesta adecuada a esas tres cuestiones, plantean una cuarta pregunta que, en su caso, se convierte además en la razón fundamental para que finalmente acaben o no siendo clientes de la entidad financiera: ¿qué realidad social promueve el Banco en el que ellos tienen la intención de depositar sus ahorros?».
Al final, y como consecuencia de esta manera tan peculiar de entender el negocio bancario, a Triodos Bank ya se le conoce como un «referente de la Banca ética en Europa». Y es que cada poco promueve algo que redunda en esa idea, lo que a su vez le granjea el apoyo de prestigiosas entidades sociales y culturales que animan a sus socios a depositar sus ahorros en esta entidad bancaria.