La Comisión Europea presentó sus propuestas de cara a la Conferencia Río + 20
La Comisión Europea ha adoptado hoy una Comunicación de cara a la postura de la UE en el conferencia de Naciones Unidas Río + 20 sobre el desarrollo sostenible, que se celebrará en Río de Janeiro en junio de 2012. La Comunicación resume objetivos y medidas concretas en relación con los dos temas interconectados de la Conferencia: facilitar la transición a una economía ecológica en el contexto del desarrollo sostenible y de la erradicación de la pobreza y garantizar una mejor gobernanza en favor del desarrollo sostenible. Impuestos ecológicos y una postura (que coincide con Brasil) para reforzar la gobernanza global de la sustentabilidad con un organismo internacional más fuerte.
Janez Potočnik, Comisario de Medio Ambiente, y Andris Piebalgs, Comisario de Desarrollo, han presentado conjuntamente la Comunicación, señalando la existencia de un vínculo importante entre el medio ambiente y el desarrollo.
Janez Potočnik ha declarado: «La gestión sostenible de los recursos y el capital natural es esencial para los países en todas las fases de desarrollo y puede representar una oportunidad especial para los países en vías de desarrollo, ya que los recursos y el capital natural se relacionan de forma esencial con los esfuerzos por erradicar la pobreza. Para que esto se produzca a escala mundial, tenemos que empezar a sentar las condiciones de normativa y mercado adecuadas en todo el mundo. Río+20 puede representar el inicio de una transición mundial hacia una economía ecológica en todo el planeta».
Andris Piebalgs añadió lo siguiente: «Los países en vías de desarrollo son los primeros afectados por el cambio climático y la degradación del medio ambiente. Las inundaciones, las sequías y la subida del nivel del mar son sus efectos más visibles. Ponen en peligro el desarrollo económico y social que nos esforzamos en impulsar mediante nuestra asistencia. Río+20 es una oportunidad para asegurar un compromiso político que mejore el bienestar de millones de personas. Necesitamos avanzar hacia una economía ecológica, las cual nos ayudará a conseguir un crecimiento sostenible para beneficio de todos los ciudadanos».
La Comunicación describe qué es la transición hacia una economía ecológica, la manera como debe realizarse y quién debe hacerlo, y propone medidas concretas que podrían aplicarse a escala regional, nacional e internacional. Los temas clave son:
1. Invertir en recursos clave y en capital natural («qué»): Son los siguientes: agua, energía procedente de fuentes renovables, recursos marinos, biodiversidad y servicios ecosistémicos, agricultura sostenible, bosques, residuos y reciclado. Esos sectores sostienen millones de hogares y pueden contribuir a paliar la pobreza. Podrían convertirse en ámbitos de crecimiento económico y mercados mundiales en el futuro.
2. Combinar los instrumentos del mercado y de la normativa («cómo»): Impuestos ecológicos, eliminación de las subvenciones perjudiciales para el medio ambiente, movilización de recursos financieros públicos y privados, inversión en cualificación y empleo ecológico. Hay que crear indicadores que reflejen un progreso en un sentido más amplio de la palabra (tanto ambiental como social) y que puedan funcionar junto con el PIB.
3. Mejorar la gobernanza y estimular la participación del sector privado («quién»): Refuerzo y dinamización de las estructuras internacionales de gobernanza existentes (por ejemplo, actualización del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente o PNUMA). También es fundamental una mayor participación y compromiso de las empresas y la sociedad civil.
La Comunicación de hoy sienta las bases de un nuevo diálogo entre la Comisión, el Consejo y el Parlamento, la sociedad civil, las empresas y los países de cara a Río+20. Es preciso que la UE presente una postura consolidada a las Naciones Unidas el 1 de noviembre de 2011 a más tardar.
Partiendo de la Comunicación, la Comisión colaborará con el Consejo y el Parlamento para formular una posición coherente de la UE que contribuya a unos resultados ambiciosos de Río+20, con políticas concretas y medidas para que la economía sea más ecológica.