Por un lado, se llevó a cabo un debate público sobre el marco de políticas sobre el clima y la energía para el período 2020-2030. Los ministros celebraron un intercambio de puntos de vista sobre la que se modifica la Directiva 2001/18/CE en lo que respecta a la posibilidad de que los Estados miembros restrinjan o prohíban el cultivo de OMG en su territorio. Esto fue seguido por un intercambio de puntos de vista sobre la ecologización del semestre europeo, con el fin de garantizar una contribución adecuada de las políticas ambientales y climáticos para el Consejo Europeo de marzo de 2014.  

El 13 de noviembre de 2013, la Comisión presentó la Encuesta Anual sobre el Crecimiento (AGS) que marca el comienzo del Semestre Europeo 2014. El AGS señala que si bien la atención debe centrarse en hacer frente a la crisis económica en curso, las acciones para responder a los desafíos actuales deben garantizar, simultáneamente, la entrega a los objetivos de crecimiento sostenible, la ecologización de la economía, y promover la eficiencia de los recursos mediante la mejora de los residuos y la gestión del agua. 

Los resultados del Consejo son los siguientes:

Los Ministros apoyaron que se conceda prioridad a las políticas de medio ambiente y clima en el Semestre Europeo y favorecieron su mejor integración en la toma de decisiones económicas y demás políticas, en particular la energía, la agricultura y el transporte.

En particular, algunos Ministros pidieron una integración más estructurada de las prioridades medioambientales en el proceso del Semestre Europeo, por ejemplo haciendo que el debate sobre el Semestre Europeo en el Consejo de Medio Ambiente sea un ejercicio periódico y tratando los avances en crecimiento ecológicamente sostenible en el Estudio Prospectivo Anual sobre el Crecimiento.  

Varios Ministros señalaron la necesidad de invertir más en ecología, en particular en infraestructuras que apoyen el tránsito a una economía ecológica e hipocarbónica, y se identificó como esencial para el crecimiento sostenible el hecho de mantener el nivel de inversión medioambiental a nivel de la UE y nacional.

Se planteó en este contexto la necesidad de reservar al menos la mitad de los ingresos por las subastas de emisiones de CO2 para las inversiones en infraestructura ecológica.

Asimismo, se mencionaron los problemas de acceso a la financiación pública, bien por las normas sobre ayudas estatales o por las políticas nacionales de consolidación presupuestaria.

Los Ministros manifestaron su acuerdo sobre el potencial de crecimiento y empleo de una mayor eficiencia de los recursos y de la economía ecológica. Entre las medidas que recibieron más apoyo: eliminación gradual de las subvenciones perjudiciales para el medio ambiente, el paso de una fiscalidad del trabajo a una fiscalidad medioambiental, en particular en combustibles fósiles, actuaciones para intensificar el reciclado de residuos, mejor gestión de recursos y materiales, eficiencia energética, inversiones en ahorro de energía, apoyo a la innovación en las empresas, aplicación de sistemas de responsabilidad ampliada del productor y mejor información a los consumidores a través de la sensibilización.  

En dicho contexto, los Ministros reconocieron el valor de las hojas de ruta hipocarbónicas, de eficiencia energética y de los recursos.  

También se mencionó la importancia de la administración pública y su capacidad de integrar la eficiencia de los recursos en un espectro de políticas más amplio, al tiempo que se destacó la contratación pública ecológica y una mejor normativa.  

A escala europea se planteó la necesidad de desarrollar indicadores y patrones de crecimiento ecológico y la necesidad de fomentar el intercambio de información y la coordinación de las prácticas más idóneas. Mientras algunos Ministros aludieron a la necesidad de nuevos objetivos políticos, otros subrayaron que cualquier nuevo objetivo debía justificarse mediante evaluaciones de impacto exhaustivas teniendo en cuenta las especificidades de los Estados miembros y de los grupos sociales vulnerables.