La pérdida de biodiversidad pone en riesgo también a los negocios

25.04.2011 | Tendencias

Este Informe Especial muestra cómo la pérdida de biodiversidad está costando muy caro ambiental y económicamente. Diversas organizaciones empresarias, Gobiernos y ONG alrededor del mundo ya han advertido el escenario y despliegan un plan de acción global para revertirlo. El mundo ya ha perdido 4,5 miles de millones de dólares  Sepa porqué perder biodiversidad puede perjudicar a su negocio en los próximos años. Guía para dar los primeros pasos en su empresa.


La Unión Europea dio la señal de alarma en 2007 durante una reunión de ministros de medio ambiente que se realizó en Alemania. Allí se resolvió encarar el estudio que luego se denominó “La Economía de los Ecosistemas y la Biodiversidad” (TEEB, por sus siglas en inglés) donde dan cuenta de esta situación y proponen un marco de solución global, cuya primera versión se conoció en junio.

“La biodiversidad está desvaneciéndose a un ritmo alarmante en todo el mundo. Es como si estuviéramos borrando el disco duro de la naturaleza sin tan siquiera saber qué datos contiene”  afirmó recientemente Stavros Dimas Comisario de Medio Ambiente de la Comisión Europea

“Aún estamos aprendiendo cuál es la “naturaleza del valor”, a medida que ampliamos nuestro concepto de “capital” para abarcar el capital humano, el capital social y el capital natural. Precisamente, al reconocer estos otros “capitales” e intentar ampliarlos y protegerlos, estamos abriendo el camino hacia la sostenibilidad. En segundo lugar,  todavía estamos intentando determinar el valor de la naturaleza”, dice Pavan Sukhdev, responsable del estudio TEEB.

El pionero World Business Council for Sustainable Development (WBCSD) ya en 1997 alertaba desde un trabajo denominado “Business & Biodiversity, A Guide for the Private Sector” que “el sector empresarial hace caso omiso de las consideraciones sobre biodiversidad a su propio riesgo”.

“Los negocios no pueden funcionar si los ecosistemas y los servicios que ellos brindan – como agua, biodiversidad, fibras, alimentos y clima- son degradados o no están en equilibrio”, añadía el think thank en su estudio señero.

La semana pasada, en Brasil, el Instituto Ethos puso en marcha el "Movimiento de Empresas por el Uso sustentable y la Conservación de la Biodiversidad" junto a un grupo de empresas. El objetivo de la red es elaborar una postura común ante los proyectos legislativos en marcha que intentan regular el uso de servicios ambientales, y ante la inminencia de la Cumbre sobre Biodiversidad en Nagoya, Japón, en octubre de este año.

En noviembre de 2007, la Comisión Europea, el Parlamento Europeo, el Club de Roma, el WWF y la OCDE celebraron una importante conferencia en Bruselas titulada “Más allá del PIB” en la que participaron 650 políticos y personalidades de todo el mundo.  La conclusión de la conferencia fue que era necesario incluir medidas medioambientales y sociales en la fórmula utilizada para calcular el Producto Interno Bruto (PIB).

A partir de esa conclusion, el proyecto europeo TEEB se propone “evaluar los costes económicos que supondrán el declive de la biodiversidad y la pérdida de servicios ecosistémicos en todo el mundo si las cosas se dejan como están, y evaluar los costos y los beneficios de las acciones para reducir estas pérdidas en distintos escenarios, en una perspectiva a medio y largo plazo”.

Además, las Naciones Unidas han declarado 2010 como el Año Internacional de la Diversidad Biológica,  para, entre otras cosas, fortalecer la participación de las empresas en la elaboración del Convenio sobre la Diversidad Biológica.
 
¿De qué estamos hablando?

Vamos a clarificar algunos términos de acuerdo a sus definiciones más aceptadas de tal modo de unificar criterios cuando hablamos de diversidad y negocios.

Los servicios ecosistémicos son los servicios que la naturaleza provee a las personas. Entre otros incluye: alimentos, agua dulce, madera, regulación del clima, protección frente a peligros naturales, control de la erosión, ingredientes farmacéuticos y actividades recreativas.

Los servicios ambientales son funciones ecosistémicas no tangibles como la provisión de oxígeno o un entorno natural bello.

En el rango de o tangilbe, los bienes ambientales son las materias primas que utiliza el hombre en sus actividades económicas.

 

Biodiversidad y Desarrollo 

Según datos de Goldman Sachs de tres años atrás, las huellas ecológicas de Europa, Estados Unidos y Japón son mucho mayores que las de los países en vías de desarrollo, aunque las economías emergentes ya les están alcanzando.

La huella ecológica de la India y de China es el doble de su capacidad biológica entendida ésta como la medida en la que un ecosistema es capaz de generar un abastecimiento regular de recursos renovables.

Brasil cuenta con una de las biocapacidades más grandes del mundo, casi cinco veces mayor que su huella ecológica, pero esta situación se está revirtiendo debido a la intensa deforestación.

Diversos estudios han establecido con certeza que la pérdida de los ecosistemas y de la biodiversidad está estrechamente interrelacionada con la pobreza. Los beneficiarios inmediatos de la mayor parte de los servicios ofrecidos por los ecosistemas y la biodiversidad, mayoritariamente son las personas de escasos recursos económicos.

La agricultura, la ganadería y la pesca de subsistencia y la silvicultura irregular son los medios de subsistencia más afectados por esta pérdida, y de ellos depende para vivir la mayoría de los pobres del mundo.

Un ejemplo que ilustra esto es el de Haití donde la deforestación ha mermado la disponibilidad de agua y la productividad agrícola hasta tal punto que la eliminación del hambre y la pobreza es ya imposible, y ha supuesto un grave deterioro en los niveles de salud y de mortalidad infantil.

Según un relevamiento del Consejo de la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio son “seis cambios de gran importancia los que están teniendo o tendrán impactos profundamente negativos sobre los ecosistemas:

1- la escasez de agua,
2- el cambio climático,
3- el cambio en los hábitats,
4- la pérdida de biodiversidad y las especies invasoras,
5- la explotación excesiva de los océanos
6- la sobrecarga de nutrientes.

“Individual y colectivamente, estos cambios tendrán un impacto sobre los negocios”, afirma el Consejo.

- 2050, un año clave

Tomando sólo las previsiones de crecimiento, para alimentar a toda la población en el año 2050 será necesario un 50 % más de alimentos de los que actualmente se producen, según datos del Departamento de Asuntos Sociales y Económicos, División de Población de las Naciones Unidas de  2008.

Según datos de la FAO citados en TEEB, la ganadería ya es la actividad humana a la que más superficie se dedica.

Las tierras de pasto ocupan el 26 % de la superficie del planeta y los cultivos destinados a animales acaparan en torno a un tercio de la tierra cultivable .

La ampliación de la producción agropecuaria a través del ensanchamiento de la "frontera agrícola" supone la conversión de más terrenos y, por tanto, afectará a los servicios de la biodiversidad y los ecosistemas. De hecho, la ganadería, debido a su aumento, va a competir directamente con el ser humano por la tierra, el agua y otros recursos naturales.

De acuerdo con los resultados del informe sobre los costes de la inacción, si las cosas siguen el curso actual, en el año 2050 tendremos que enfrentarnos a las graves consecuencias de nuestra pasividad:

• el 11 % de las zonas naturales existentes en el año 2000 se habrán perdido, principalmente debido a la conversión de los terrenos para uso agropecuario, la expansión de las infraestructuras y el cambio climático;

• prácticamente el 40 % de la tierra actualmente explotada mediante prácticas extensivas habrá pasado a un uso intensivo, con las consiguientes pérdidas de biodiversidad;

• el 60 % de los arrecifes de coral se habrá perdido, ya en el 2030, debido a la pesca, la contaminación, las enfermedades, las especies exóticas invasoras y la decoloración de los corales debido al cambio climático.

El 60 % de los servicios ecosistémicos de la Tierra que han sido examinados en el estudio TEEB se han reducido en los últimos 50 años, y se debe principalmente a la acción humana (Evaluación de los Ecosistemas del Milenio, 2005c).


El aumento de los precios de los alimentos ha provocado protestas en muchos países. En febrero de 2007, miles de personas se echaron a las calles de la Ciudad de México para protestar contra la subida del 400 % del coste del maíz para su alimento básico: las tortillas. Alza basada en el aumento de la demanda de biocombustible en Estados Unidos.

Hasta el propio  Fondo Monetario Internacional señala que “aunque los biocombustibles tan sólo representan un 1,5 % del suministro total de combustibles líquidos, en 2006 y 2007 fueron la causa de casi la mitad del aumento que experimentó el consumo de los principales cultivos, debido principalmente al etanol producido a base de maíz en Estados Unidos”.

Además, al tiempo que aumenta la demanda de productos básicos, se incrementa la presión para convertir los ecosistemas naturales en tierras de cultivo y para aumentar la intensidad de producción de las tierras ya convertidas. De hecho, el alza del consumo de carne es una de las causas más importantes de la deforestación mundial (FAO, 2006).

- La pesca en riesgo

La mitad de los caladeros marinos están ya plenamente explotados y otro cuarto está sobreexplotado, según informó la FAO en 2007. El descenso en el nivel trófico explotado está afectando a la biodiversidad de los océanos.

Los peces más pequeños se destinan cada vez más a la producción de harina de pescado y aceite de pescado para la acuicultura y como alimento para aves y cerdos.

Otro estudio citado en TEEB mostró que en las zonas en las que hay una diversidad reducida se registran una menor productividad pesquera, agotamientos más frecuentes y una menor capacidad de recuperación, tras una sobrepesca que en los sistemas ricos en especies.

 

- El riesgo de la Guerra por el Agua

El riesgo de las guerras por el agua fue uno de los temas principales del Foro Económico Mundial de 2008 celebrado en Davos. Las Naciones Unidas creen que hay agua suficiente, pero sólo si la mantenemos limpia, la usamos de forma inteligente y hay un reparto justo.

En muchas zonas, los ecosistemas realizan funciones de regulación vitales. Los bosques y humedales determinan los niveles de lluvia (a escala local y regional), la capacidad del suelo para absorber y retener esa agua, y la calidad de la misma. En otras palabras, de los ecosistemas depende, en gran medida, que suframos sequías o riadas o que tengamos agua potable. No obstante, el valor de esta función se olvida muy a menudo, hasta que se pierde.

- El fin de la medicina moderna


Desde tiempos inmemoriales los ecosistemas proporcionan al hombre grandes beneficios para la salud y, por tanto, también beneficios económicos.

Esta nueva situación hace que cientos de especies vegetales medicinales, cuyas sustancias químicas, generadas naturalmente, conforman la base de más del 50 % de los medicamentos, estén en peligro de extinción.

La relación entre biodiversidad y medicina también tiene un importante componente de equidad distributiva. Por lo general, suele haber un desajuste entre las regiones donde se generan estos “servicios”, aquellas donde se disfrutan los beneficios y aquellas afectadas por los costes de oportunidad que representa la conservación de dichos servicios. Así, muchas especies vegetales que se utilizan para producir medicamentos nuevos se encuentran en regiones tropicales desfavorecidas.

- ¿Tiene precio la naturaleza?

En este punto, es cuando empezamos a preguntarnos ¿cuáles son las herramientas económicas que necesitamos para lograr un futuro sostenible y seguro?, y luego ¿cómo nos pueden ayudar estas nuevas “herramientas” económicas a medir, evaluar y reformar las políticas para alcanzar un desarrollo sostenible que asegure la conservación de los ecosistemas y la biodiversidad?

Los mercados no asignan un valor económico a los importantes beneficios públicos que aporta la conservación de los ecosistemas y la biodiversidad pero sin embargo, sí asignan un valor económico a los bienes y servicios privados, cuya producción daña la natureleza. Aquí esta el meollo de la cuestión.

La mayoría de los beneficios aportados por los ecosistemas y la biodiversidad son bienes públicos que no tienen un precio. Este problema puede resolverse desde varios enfoques.

La Unión Europea señala dos estrategias principales:

1) podemos poner en marcha políticas que recompensen la preservación del flujo de estos bienes públicos;

2) crear “mercados voluntarios” que asignen un valor negociable al suministro o al uso de estos servicios.

Un ejemplo son los pagos por servicios de los ecosistemas (PSE), que son mecanismos voluntarios para que quienes se benefician directamente de los servicios del ecosistema puedan recompensarlos y así asegurar sus servicios en el largo plazo.

“Por ejemplo los usuarios masivos del agua: riego, doméstica, empresas o centrales hidroeléctricas, establecen acuerdos con quienes conservan sus tierras en las cuencas altas” ilustra el experto Arturo López Ornat.

Esta semana en Ecuador se conoció la noticia de un acuerdo entre el Gobierno y el PNUD que establece un fideicomiso al que aportará la comunidad internacional para compensar a Ecuador por no explotar  fuentes de petrolero ubicadas en plena Amazonas. Es decir, el mundo le pagará a Ecuador por los servicios ambientales que implica proteger dicho entorno natural.

“Estamos construyendo una nueva brújula para que los decidores en Política Económica tomen decisiones a fin de cambiar las estructuras de incentivos, reducir o suprimir gradualmente los subsidios perjudiciales, y para lograr el compromiso de las empresas líderes en una visión que reconozca el valor de la naturaleza, de los servicios y los costos de su pérdida", afirma Pavan Sukhdev Jefe del Estudio TEEB y Jefe de la Iniciativa Economía Verde del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)

Entre $ 1,9 hasta 4,5 billones de dólares es el rango estimado de la pérdida de valor en capital natural debido a la degradación de la ecosistemas de la Tierra y la pérdida de la biodiversidad.


Para el director de Biocomercio,  José Antonio Gómez D. “el aprovechamiento sostenible de la biodiversidad colombiana se constituye hoy en la primera ventaja competitiva, razón que nos obliga a conservarla, conocerla y a utilizarla; generando con ella alternativas reales de desarrollo. Aprovechar de manera competitiva de la biodiversidad necesariamente se sustenta en los pilares de equidad social, ambiental y económica.

"El mayor impacto para los negocios es probable que se dé a través de intereses de los inversores y las valuaciones corporativas. Los  Ecosistemas de servicios sin duda cambiarán la forma en que ha habido información sobre el desempeño corporativo " sostiene Sean Gilbert del Global Reporting Initiative (GRI)

Como dice Kallesoe Mikkel  de WBCSD: "El concepto de servicios de los ecosistemas es más tangible para el negocio que el de la biodiversidad. Estamos hablando de agua dulce, los cultivos, la polinización, la fibra y la regulación de la erosión. Estas unidades encajan con otros insumos en un negocio modelo y un proceso de producción”

El Director Ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Achim Steiner calcula que tan solo los daños ecológicos ocasionados por las 3.000 empresas más grandes del mundo por el mal uso de los recursos naturales, la contaminación de la atmósfera y de las aguas, así como por su responsabilidad en la extinción de especies ascienden a 1,7 billones de euros.

La agencia Volans en su investigación The Biosphere Economy identifica y advierte sobre cuatro tendencias principales de remediación:

1- Compensar la conservación de los bosques

Los líderes de las comunidades que viven en las zonas forestales de América Latina quieren pactar una compensación económica por los servicios medioambientales que proporcionan al planeta al ayudar a conservar millones de hectáreas de bosques nativos en los trópicos. Y, aparentemente, sí se les está escuchando: el gobierno de Brasil acaba de tomar la decisión de compensar a las personas que viven en el Amazonas mediante dinero y créditos por los “servicios ecológicos” que prestan al preservar la vasta zona forestal del país. Esto Informó el Terra Daily el 6 de abril de 2008.

2- Mercados emergentes de servicios medioambientales

Recientemente, una empresa de capital de riesgo adquirió los derechos por los servicios medioambientales generados por una reserva de 370.000 hectáreas de bosque tropical en Guyana. Con esto, la empresa está reconociendo que dichos servicios (almacenamiento de agua, mantenimiento de la biodiversidad y regulación de las lluvias), con el tiempo, van a tener un valor en los mercados internacionales. La empresa compartirá los ingresos generados con la comunidad local, a la que entregará el 80 % de los mismos. La reserva alberga a unas 7.000 personas y filtra unos 120 millones de toneladas de carbono. El presidente de Guyana, Jagdeo, ha señalado que este sistema puede ser un modelo de compensación para este tipo de servicios. (www.iNSnet.org , 4 de abril de 2008)

3- Colapso de un ecosistema

El 20 de febrero de 2008 aparecieron entre 500 y 700 toneladas de peces muertos en varios criaderos en aguas marinas del golfo de Amvrakikos, Grecia (Eleftherotypia, 20 de febrero de 2008). Los científicos señalaron como posible causa la reducción de la entrada de agua dulce en el golfo. El coste para restaurar algunas de las funciones ambientales de las lagunas se cifra en 7 millones de euros. (DG MEDIO AMBIENTE CE, 2008)

4- Aumento de los refugiados medioambientales

El número de refugiados medioambientales ya asciende a unos 25 millones de personas y se calcula que en el 2020 unos 60 millones de personas se habrán visto obligadas a desplazarse desde las zonas desertificadas del África subsahariana hacia el norte de África y Europa. No obstante, esta migración de sur a norte no es nada comparada con las migraciones dentro del propio continente africano. La mayoría de los refugiados internos se establecen en megaciudades atestadas de gente, una tendencia que, dada la escasez de los recursos hídricos, puede ser todo un desastre. Atrapados en un entorno en declive, sin acceso a agua potable, y acosados por el aumento de los precios de los alimentos, tanto los refugiados como la población local serán víctimas, casi con toda seguridad, de la pobreza, la enfermedad y la violencia. (http://knowledge.allianz.com , 19 de marzo de 2008)

 

¿Qué hacer desde la empresa?

El Capitulo 3 de TEEB propone una guía o una lista indicativa que una empresa puede usar para llegar a un plan de acción. Esta lista incluye:

1. Crear un caso o argumento a favor de la biodiversidad (`business case');

2. Identificar un directivo encargado de los asuntos de biodiversidad en la empresa;

3. Llevar a cabo un análisis sobre biodiversidad en la empresa;

4. Asegurar el apoyo de la junta directiva y la Alta Dirección

5. Desarrollar una estrategia empresarial para la biodiversidad;

6. Desarrollar un plan de acción empresarial para la biodiversidad;

7. Implementar el plan de acción empresarial para la biodiversidad.

Basándose en los resultados del análisis de biodiversidad y de la dirección adoptada en la estrategia, el plan de acción deberá indicar claramente la manera en que la estrategia deberá ser implementada.

Deberá asignar responsabilidades para cada actividad, determinar el lugar donde estas se llevaran a cabo, quién estará involucrado, como serán  finananciadas, como se medirá el progreso y especificará un calendario de ejecución.

El plan podría cubrir un amplio rango de acciones, diversas funciones y unidades de la compañía. En todos los casos, el énfasis deberá darse en el desarrollo e implementación de los programas que integran la biodiversidad a la estrategia de negocios.

El World Resources Institute propone el siguiente check list

Identificar los servicios de los ecosistemas

- ¿De qué bienes y servicios de los ecosistemas depende mi negocio, directa o indirectamente? ¿En qué medida?

- ¿Cuáles son los ecosistemas que proveen esos servicios? ¿Dónde?

- ¿De qué servicios de los ecosistemas dependen nuestros proveedores, socios y clientes?

- ¿Tienen nuestras operaciones un impacto sobre los servicios  de los ecosistema de los cuales dependen otros grupos? ¿Cómo? ¿Dónde?

 

Necesidades de información

- ¿Hemos evaluado nuestra dependencia de los servicios del ecosistema, si estas demandas son sostenibles, y las posibles alternativas?

- ¿Poseemos información adecuada sobre el estado de estos ser vicios de los ecosistemas, tanto en la actualidad como en el futuro, en el marco temporal pertinente a nuestro negocio?

- ¿Hemos evaluado el potencial para cambios no lineales en los servicios de los cuales dependen nuestro negocio o nuestros proveedores?

- ¿Tenemos algún programa o plan para minimizar los impactos sobre los ecosistemas o para contribuir al mantenimiento  y mejoramiento de sus servicios?

- ¿Nuestra pericia posee la diversidad necesaria para manejar estos temas?

El entorno operativo

- ¿Hay probabilidad de cambios en las políticas en respuesta a los cambios en los servicios de los ecosistemas?

- ¿Están nuestros clientes, empleados, inversores, accionistas u otros interesados directos clave preocupados por los cambios operados en los ecosistemas y por nuestro rol en dichos cambios?

- ¿Cómo podría verse afectado nuestro negocio por esas preocupaciones?

- ¿Qué están haciendo nuestros competidores?

Estrategias

- ¿Existen nuevas oportunidades para nuestro negocio?

- ¿Qué acciones de corto y mediano plazo podemos empren der para encarar los cambios de importancia crítica en los servicios de los ecosistemas? ¿Existen grupos con los que deberíamos asociarnos?

- ¿Cómo podemos adoptar un enfoque integrado para tratar  estos cambios en los ecosistemas?

- ¿Cómo vamos a monitorear y evaluar la efectividad de nuestras acciones?

- ¿Qué indicadores de desempeño debemos dar a conocer públicamente en aras de la transparencia y la confianza, y para ayudar a “levantar la vara” con respecto a la competitividad?

- ¿Qué riesgos representa la inacción para nuestra libertad de cooperar y nuestra reputación?

Según afirma Jane Lubchenco Profesora Distinguida de Zoología, Oregon State University “los negocios que sean pioneros en las nuevas tecnologías o en estrategias de negocio integradoras para anticiparse a los cambios de este tipo, ganarán en ventajas competitivas cuando se apliquen nuevas políticas. Las empresas que sean las que “mueven primero” pueden de hecho trabajar para dar forma a esas políticas ambientales de manera tal que ayuden a resolver los desafíos ambientales pero también a lograr una ventaja al “levantar la vara” de la competencia.

Las empresas tienen ahora escenario, las herramientas para intentar remediarlo y algunas suegrencias para inciar la implementación. Es hora de ponerse en marcha. La naturaleza no espera.

 

Alejandro Langlois

(Director de ComunicaRSE)
langlois@comunicarseweb.com.ar

 

- Links bibliográficos y referencias

http://biodiversityeconomics.org/index.html
http://www.businessofbiodiversity.co.uk/
http://www.greeneconomics.net/
http://www.naturalcapitalproject.org/home04.html
www.teebweb.org
http://www.volans.com
http://www.millenniumassessment.org (Consejo de Evaluación de Ecosistemas del Milenio)