La plataforma Disismore proporciona una solución innovadora que agiliza y hace más eficiente la fase de reclutamiento de todas aquellas compañías interesadas en contratar a personas con discapacidad. La herramienta busca hacer más visible el talento de las personas con discapacidad –evidenciando sus actitudes, aptitudes, experiencias profesionales y motivaciones–; incentivar su interacción y asesoramiento con técnicos de inserción laboral; anticipar soluciones a las necesidades organizativas de los recruiters; y facilitar el encuentro entre todos los implicados.

La red social ya ha conseguido reunir a cerca de 3.000 usuarios y publicar un total de 102 ofertas de empleo –que han derivado en 15 procesos de selección, de los cuales 10 han resultado casos de éxito–. Aun así, y según explica Marta Melon, miembro del equipo emprendedor de Disismore, “este proyecto supone romper con el modelo tradicional de bolsa de trabajo ya que, de forma permanente, permite a las empresas identificar perfiles de interés y disponer de un asesor ‘online’ con independencia de si existe o no una propuesta laboral, lo que ha tenido una excelente aceptación entre ellas”.

El perfil de usuario al que se dirige esta red laboral incluye tanto a personas con discapacidad que ya están trabajando o se encuentran en situación de búsqueda de empleo, como a profesionales de empresas en proceso de reclutamiento de candidatos y técnicos de orientación e inserción laboral.

“Este trabajo surgió de nuestra experiencia en la gestión de organizaciones y departamentos de Recursos Humanos, a través de la que identificamos una necesidad que ni las empresas ni las personas con discapacidad tienen hoy día resuelta”, manifiesta Marta Melon, quien añade que “el avance de las nuevas tecnologías y las tendencias emergentes en ‘social recruiting’ permiten el nivel de madurez suficiente como para lanzar una plataforma digital que busca el equilibrio entre el retorno económico y social”.

La iniciativa Disismore forma parte del programa de aceleración de proyectos de innovación social de Ship2B, B-Challenge, que ha celebrado su primera edición encontrando soluciones para transformar los principales retos de la sociedad, como la formación y la inserción laboral, en oportunidades. “La discapacidad no tiene que determinar el destino profesional de una persona, sino la suma de sus actitudes, aptitudes, motivaciones y compromisos. Ésta es la que debe definir el marco de su capacidad y potencialidad profesional”, concluye Marta Melon.