El documento cuestiona el alcance de las medidas de las grandes empresas. “Los planes de monitoreo y mejora introducidas por las empresas se limitan generalmente a los proveedores inmediatos - las fábricas de ropa - mientras que el trabajo infantil se encuentra a menudo en las fases de producción anteriores. Por otra parte, muchas órdenes se subcontratan a otras fábricas y trabajadores a domicilio, lo que hace que sea difícil mantener una supervisión adecuada. A veces las marcas ni siquiera saben dónde realmente se están produciendo sus mercancías.”

Según el investigador de SOMO, Martje Theuws, las marcas facilitan el trabajo infantil: "Las marcas tratan de reducir sus gastos en todo lo posible, lo que significa que las fábricas se sienten obligadas a reducir los salarios. Como consecuencia, las fábricas en algunos casos prefieren contratar niños en lugar de adultos. El trabajo infantil seguirá existiendo mientras no se paguen precios justos. Las marcas también deben considerar cómo sus opciones de diseño afectan los medios reales de producción. Sólo entonces podrán evitar que su ropa sea hecha por las manos de los niños".

Esta hoja informativa es sobre el trabajo infantil en la cadena textil y la oferta global de la confección, en particular en Asia. Ofrece a los compradores de la marca de ropa y minoristas una idea de los problemas que existen dentro de sus cadenas de producción y ofrece consejos concretos sobre cómo hacer para implementar mejoras.