'La responsabilidad social también debe ser sostenible'

23.06.2011 | América Latina

Federico Restrepo Posada, gerente de Empresas Públicas de Medellín (EPM) afirma que

en Colombia se puede hacer inversión social con propuestas sostenibles en el largo

plazo. “Nos enfocamos en identificar proyectos que les resuelvan problemas a las

comunidades y a los diferentes grupos de interés, pero que generen valor a la

empresa. Un ejemplo es el caso de la energía prepago”, sostiene. Restrepo Posada

habló con Ricardo Santamaría Daza de la redacción de Economía y Negocios del medio

colombiano Portafolio sobre la clave de éxito en los programas de responsabilidad

social emprendidos por EPM.


Federico Restrepo Posada, gerente de Empresas Públicas de Medellín (EPM), ha sido

un firme convencido de que en Colombia se puede hacer inversión social con

propuestas sostenibles en el largo plazo, lo que a su juicio resulta mucho más

beneficioso que medírsele a proyectos asistencialistas que a la larga terminan

convirtiéndose en una costosa carga para quienes los promueven. El ejecutivo dice

que su estrategia social se basa en no afectar la sostenibilidad de la compañía. La

idea es transferir recursos sin ser asistencialista o a costa de la rentabilidad.

Es una convicción que caracteriza al gerente de Empresas Públicas de Medellín

(EPM), y que no sólo se le ha notado en el cargo que actualmente desempeña, sino en

otras oportunidades, como cuando fue director del Departamento Administrativo de

Planeación de Medellín y lideró, conjuntamente con la Secretaría de Hacienda, la

implementación del presupuesto por resultados para la capital antioqueña.

Restrepo Posada habló con PORTAFOLIO sobre la clave de éxito en los programas de

responsabilidad social emprendidos por EPM.

¿Por qué un plan RSE en la compañía que usted dirige, si tiene un compromiso con

Medellín para transferir una rentabilidad que termina invirtiéndose en asuntos

sociales?

Cotejar los intereses, única y exclusivamente del dueño de esta empresa, que es el

municipio de Medellín, resuelve parte las necesidades, pero posiblemente a costa de

otros grupos de interés, como los usuarios, los trabajadores, los proveedores y las

comunidades. Por esa razón optamos por atender, por supuesto los requerimientos del

municipio, pero sin dejar de resolver de manera integral las necesidades de los

otros grupos de interés.

¿Y cómo no desviar los objetivos de la compañía?

La estrategia tiene un enfoque fundamental y es no afectar la sostenibilidad de la

empresa, es decir, yo no puedo entrar a definir una política de transferencia de

recursos para asistencia social a costa de la rentabilidad o de la sostenibilidad

futura de la compañía, o subir los salarios porque esta es una empresa que genera

muchas utilidades, o llenar esto de un montón de puestos de trabajo innecesarios.

Si lo hiciera se vería afectado el futuro de EPM.

¿Qué se necesita entonces?

Primero, que esta empresa sea sostenible. Segundo, que atienda unas transferencias

y unas necesidades mínimas de su dueño, lo que a su vez se convierte en inversión

social. Además, que resuelva las necesidades de crecimiento de la entidad mediante

la incursión de nuevos mercados y que atienda las necesidades de los clientes, los

proveedores y los empleados.

¿Y cómo lo ha logrado?

Nos enfocamos en identificar proyectos que les resuelvan problemas a las

comunidades y a los diferentes grupos de interés, pero que generen valor a la

empresa.

Un ejemplo es el caso de la energía prepago. Había un problema y era el de la

desconexión, pues mucha gente en este país vive en el día a día y nosotros, como

empresa de servicios públicos, dependemos de que el cliente con ese perfil tenga

14.000 ó 20.000 pesos al mes para pagar lo que consume. Nos dimos cuenta que no

podíamos obligarlos a que ahorren 500 pesos o 700 pesos al día para que paguen

mensualmente la factura. De ahí surgieron iniciativas que implicaron inversiones

para nosotros pero también resolvieron el problema.

En este caso, así como la gente va y compra una cucharada de aceite o una pastilla

de chocolate en la tienda, puede con nosotros comprar 2 mil pesos de energía y los

mete en un contador prepago que está instalado con un pin. El contador le informa

cómo se los va consumiendo.

¿Qué se ha logrado con esa iniciativa?

En primer lugar, que el usuario racionalice el servicio para beneficio de él,

porque nosotros podríamos pensar que desde el punto de vista de la rentabilidad, es

mejor que el cliente consuma toda la energía que quiera, pero eso no es así, porque

esa condición lo hace vulnerable a ser desconectado y es susceptible de que consuma

energía de manera fraudulenta, o a lo mejor ni la consume, afectando su calidad de

vida.

¿Qué otro tipo de programas han desarrollado?

Otro proyecto que está enfocado a lo mismo y que resuelve no sólo el problema de

energía, sino de otros servicios públicos es el 'pago a tu medida'. Buscamos la

manera para que el cliente ponga los recursos que le sean posibles en aras de ir

amortizando la factura que le va a llegar al mes. También nos ha dado buenos

resultados, pues a la larga son proyectos que están enfocados en el concepto de

responsabilidad social empresarial para beneficio de los usuarios y de la empresa.

En ese sentido, estos no son programas asistencialistas.

¿Cómo ser equilibrado, no descuidar la rentabilidad ni olvidar las necesidades de

la gente?

El proyecto tiene que ser sostenible, es decir no se trata de subsidiarlo. Lo que

más cuesta, por ejemplo en el concepto de la energía prepago, es el contador.

Alcanza cinco veces más que el contador convencional. Nos preguntamos entonces,

¿cómo hacemos para masificar el tema de la energía prepago? Con el fin de

resolverlo, nos metimos en un proyecto para producir un contador prepago, hecho en

Colombia, con conocimiento propio e ingenieros locales. Logramos sacarlo adelante y

a un valor, incluso, menor que el contador convencional. El proyecto fue respaldado

con los mismos aportes que la empresa genera para investigación y desarrollo y ya

llevamos 40 mil usuarios vinculados al programa.

Entonces ¿cuál es la clave del éxito?

Yo no me voy a meter en un proyecto donde esta empresa, en el mediano y largo plazo

esté perdiendo plata. Fundamentalmente tiene que ser un proyecto sostenible.

Incluso es probable que no sea el más rentable, pero tengo claro que EPM no dejará

de ser sostenible por medírsele a ese tipo de iniciativas.

Su imagen

El gerente de EPM, Federico Restrepo Posada, es un aficionado al deporte, en

particular al ciclismo. Ha confesado que es un enamorado del tema eléctrico y en

efecto es evidente la emoción que le da hablar de ese tipo de asuntos, sobre todo

hidroeléctricas. Es un experto en la materia, se graduó de ingeniero civil de la

Facultad de Minas de la Universidad Nacional y parte del tiempo lo ha dedicado a

moverse en las actividades relacionadas con la generación de energía. Fue

presidente de Integral S.A., y ha asesorado muchos proyectos hidroeléctricos.