“La RSE es muchas veces solo una declaración”

06.07.2011 | Destacadas

Así lo expresó el secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Argentina, Homero Bibiloni, en el marco de un Congreso Industrial Bonaerense, que tuvo lugar en la Universidad Nacional de La Matanza.En ese sentido, el funcionario alertó sobre la “negativa tendencia cultural de postergar las soluciones ambientales” y agregó que “quiénes logren adelantarse tendrán mejores posibilidades”. Al respecto explicó que las Buenas Prácticas, la Producción Limpia, los Sistemas de Calidad y los Sellos Verdes “generan rentabilidad empresaria y valor agregado en los productos, al ser incorporados en la práctica diaria de las empresas”.


 

También se refirió a la Responsabilidad Social Empresaria y a la realidad de que “muchas veces es solo una declaración”. Destacó así la necesidad de que se refleje en “una conducta interna y responsabilidad hacia fuera, con inversiones y resultados de mejoras”.
Respecto de la propuesta de empresarios de Almirante Brown sobre seguros ambientales -presentada por Mariano Jäger, director del Instituto de Medio Ambiente de la UNLaM-, Bibiloni expresó su satisfacción por ser “la primera vez que en este tema se desarrolla una iniciativa privada de un grupo de empresas como una alternativa”.
Al referirse a la situación de la Cuenca Matanza Riachuelo, el titular de la cartera ambiental subrayó que “el primer movimiento debe ser de parte de las empresas” aun cuando desde el Estado, y para hacer que las normas sean una realidad, “brindamos programas y fomentos para que sea posible”.
El objetivo principal del discurso de Bibiloni fue transmitir a los empresarios industriales cuáles son las líneas de la SAyDS en relación con la producción y el trabajo así como dar cuenta de las cuestiones centrales para contextualizar las políticas empresariales con la realidad ambiental.
Así, hizo hincapié en la necesidad de un equilibrio virtuoso entre producción, ambiente, empleo de calidad e inclusión social. “Si se privilegia sólo uno de ellos dañamos a los restantes”, expresó.
Además mostró la importancia de vincular lo ambiental con la economía, no en relación a la consideración de los recursos naturales como bienes transables sino a utilizar esta disciplina como una herramienta para calcular “cuanto vale un daño evitado, cuáles son las inversiones necesarias, cuál es el PBI ambiental, etc.”.
Ratificó en ese marco la necesidad de una “presencia activa del Estado para tutelar lo público ambiental”. “Debe existir una alineación virtuosa del sector público entre la Nación, las provincias y municipios”. Asimismo enumeró los actores que deben estar involucrados: las empresas, los trabajadores –“claves para garantizar la reconversión productiva”-, el sistema científico, en la generación de líneas de base y datos ciertos; organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos.
Finalmente llamó la atención sobre los mitos reduccionistas que rodean a los temas ambientales y afirmó que “la problemática ambiental no es reciente” sino que “lleva años de desarrollo” y que las soluciones en ese sentido son “complejas” y requieren de la transversalidad pública y privada. Respecto del rol de los medios de comunicación expresó que muchas veces “entorpecen los procesos de mejoras” al estar “mal informados y mal intencionados”. 
El Congreso fuer organizado por la Asociación de Industriales de la provincia de Buenos Aires, la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires y la Confederación Argentina de la Mediana Empresa.

También se refirió a la Responsabilidad Social Empresaria y a la realidad de que “muchas veces es solo una declaración”. Destacó así la necesidad de que se refleje en “una conducta interna y responsabilidad hacia fuera, con inversiones y resultados de mejoras”.

Respecto de la propuesta de empresarios de Almirante Brown sobre seguros ambientales -presentada por Mariano Jäger, director del Instituto de Medio Ambiente de la UNLaM-, Bibiloni expresó su satisfacción por ser “la primera vez que en este tema se desarrolla una iniciativa privada de un grupo de empresas como una alternativa”.
Al referirse a la situación de la Cuenca Matanza Riachuelo, el titular de la cartera ambiental subrayó que “el primer movimiento debe ser de parte de las empresas” aun cuando desde el Estado, y para hacer que las normas sean una realidad, “brindamos programas y fomentos para que sea posible”.

El objetivo principal del discurso de Bibiloni fue transmitir a los empresarios industriales cuáles son las líneas de la SAyDS en relación con la producción y el trabajo así como dar cuenta de las cuestiones centrales para contextualizar las políticas empresariales con la realidad ambiental.
Así, hizo hincapié en la necesidad de un equilibrio virtuoso entre producción, ambiente, empleo de calidad e inclusión social. “Si se privilegia sólo uno de ellos dañamos a los restantes”, expresó.

Además mostró la importancia de vincular lo ambiental con la economía, no en relación a la consideración de los recursos naturales como bienes transables sino a utilizar esta disciplina como una herramienta para calcular “cuanto vale un daño evitado, cuáles son las inversiones necesarias, cuál es el PBI ambiental, etc.”.
Ratificó en ese marco la necesidad de una “presencia activa del Estado para tutelar lo público ambiental”. “Debe existir una alineación virtuosa del sector público entre la Nación, las provincias y municipios”. Asimismo enumeró los actores que deben estar involucrados: las empresas, los trabajadores –“claves para garantizar la reconversión productiva”-, el sistema científico, en la generación de líneas de base y datos ciertos; organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos.

Finalmente llamó la atención sobre los mitos reduccionistas que rodean a los temas ambientales y afirmó que “la problemática ambiental no es reciente” sino que “lleva años de desarrollo” y que las soluciones en ese sentido son “complejas” y requieren de la transversalidad pública y privada. Respecto del rol de los medios de comunicación expresó que muchas veces “entorpecen los procesos de mejoras” al estar “mal informados y mal intencionados”. 
El Congreso fuer organizado por la Asociación de Industriales de la provincia de Buenos Aires, la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires y la Confederación Argentina de la Mediana Empresa.