Además de desarrollar y comunicar su inventario de carbono dando transparencia a sus emisiones de GEI, las empresas deberán demostrar al mercado que desarrollan y promueven buenas prácticas.

La ICO2 creará además oportunidades para el desarrollo de productos financieros destinados a los inversores interesados en las cuestiones ambientales, factor cada vez más importante en la evaluación de inversiones.

La metodología para el cálculo del nuevo índice considera la relación entre la emisión de gases de efecto invernadero de las empresas con sus ingresos.Para calcular el Coeficiente Emisión/Ingresos, que se utiliza en la ponderación de la acción en el ICO2, será utilizado el Ingreso Bruto reportado en el último estado financiero estandarizado (DFP) averiguado en el año correspondiente al inventario de la empresa.

Este indicador, que incluye las acciones de las empresas participantes en el índice IBrX-50 que aceptaron participar de esta iniciativa, con la adopción de prácticas transparentes con respecto a sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEE – en la sigla en portugués), tiene en cuenta, para la ponderación de las acciones de las empresas componentes, el grado de la eficiencia de las emisiones de GEE de las mismas, además del free float de cada una de ellas.

La BM&FBOVESPA y el BNDES tienen como principal objetivo, en esta iniciativa, incentivar a las empresas emisoras de las acciones más negociadas a evaluar, divulgar y monitorizar sus emisiones de GEE, preparándose, por lo tanto, para actuar en una economía llamada de “bajo en carbono”. Además, tienen el objetivo de proveer al mercado con un indicador de rendimiento que se traducirá en una cartera impulsada por la incorporación de factores, incluidas las cuestiones relacionadas con el cambio climático.