Las altas temperaturas de Paraguay cocinaron el “Global Warming Menu”
Un par de huevos, carne, las manos de un chef como Rodolfo Angenscheidt y el calor del asfalto hicieron posible el “Global Warming Menu”, un almuerzo cuyo menú fue cocido con el calor del asfalto de la capital guaraní. Se trata de una campaña de WWF para advertir sonre el problema de las altas temperaturas en Paraguay causadas por la deforestación.
La Organización Mundial de Conservación – WWF - impulsó con el apoyo de la Publicitaria Oniria/TBWA, la agencia de Comunicación Periferia, la Agencia digital Analógica, la productora Maikena y del Chef Rodolfo Angenscheidt la acción llamada “Global Warming Menu”, que consistió en un almuerzo para invitados con un menú de alimentos cocinados con el calor del asfalto asunceno.
“La intención es alarmar acerca del intenso calor registrado en la actualidad y, sobre todo, sobre las causas del mismo y las posibles soluciones para darle un giro paliativo a la situación medioambiental”, indicaron desde el Área de Comunicaciones de WWF.
La acción tiene el objetivo de que la gente ponga atención a uno de los temas más importantes del Paraguay actual: los altos índices de deforestación de los últimos años. En diciembre pasado, la organización Weather Extremes - que monitorea el clima en el mundo - ubicó a Asunción, como la ciudad más calurosa, seguida por Paulo Alfonso (Brasil) y Salto (Uruguay), entre otras.
“La masiva y descontrolada deforestación que está ocurriendo en los últimos años en el Chaco paraguayo, así como los focos de incendio y el humo provocado, refuerzan las crecientes olas de calor que azotan al país”, indicó Raúl Rivarola, Biólogo especializado en Bosques y Sostenibildad de las Comunidades Locales Empobrecidas por la Universidad de Copenhague, Dinamarca.
El Paraguay es uno de los más deforestados de la región. De las 8,8 millones hectáreas (ha). de Bosque Atlántico del Alto Paraná (BAAPA) registrados en el año 1960, que equivalen a la quinta parte de la superficie de Paraguay, se conservan alrededor de 1.700.000 hás. Es decir que, en los últimos 50 años el 80% de estos bosques nativos paraguayos fueron arrasados.
“En una sociedad democrática, la responsabilidad es de todos. Los departamentos de Boquerón y Alto Paraguay - donde están ocurriendo los mayores índices de deforestación - carecen de un plan de uso de suelo oficial aprobado que implique la explotación sostenible del Chaco: creando y protegiendo corredores biológicos que unan las reservas de bosques, reduciendo el índice de deforestación y limitando el uso del fuego en el manejo agrícola y ganadero”, puntualizó Raúl Rivarola, biólogo de la Universidad Nacional de Asunción.