Las ciudades bolivianas se lanzan a medir su huella de carbono

13.10.2015 | América Latina

Santa Cruz de la Sierra y La Paz son dos ciudades de Bolivia que miden su huella de carbono y de agua utilizando las herramientas del proyecto "Huella de Ciudades" de CAF. 


En agosto de este año se inició la implementación del proyecto "Huella de Ciudades", que impulsan CAF -banco de desarrollo de América Latina- y la Coordinadora Regional de la Alianza Clima y Desarrollo (CDKN), bajo la ejecución de la Fundación Futuro Latinoamericano (FFLA) y su brazo técnico Servicios Ambientales S.A.

El alcalde de Santa Cruz, Percy Fernández, comentó que, como un ejemplo a las instituciones cruceñas y a los habitantes de la ciudad, el propio Gobierno Municipal empezó a medir sus huellas de carbono e hídrica.

“Uno de los temas prioritarios identificados en la agenda ambiental regional de CAF está relacionado justamente al rol que tienen las ciudades en la lucha contra el cambio climático, a través de la implementación directa de políticas, desde la esfera de los gobiernos municipales locales, como actores fundamentales", sostuvo el director representante de CAF en Bolivia, Emillio Uquillas.

En 2013 ingresaron al proyecto, como una prueba piloto, las ciudades de La Paz (Bolivia), Lima (Perú) y Quito (Ecuador). Ahora, junto a Santa Cruz, se incluyen también las ciudades de Fortaleza (Brasil) y Guayaquil (Ecuador).

Huella de Ciudades surge como una iniciativa de CAF que busca identificar y desarrollar acciones de mitigación a través de las evaluaciones de la Huella de Carbono y Huella de Agua en las ciudades, incentivando la participación de los sectores involucrados como transporte, agua y saneamiento, energía y otros actores, así como universidades, centros de investigación, ONGs y el sector privado.

La idea surgió debido al ritmo acelerado del crecimiento de la población urbana, principalmente en América Latina, el cual plantea el desafío de mejorar el acceso a áreas urbanizables, energía y agua potable, así como trabajar en la producción de alimentos, congestión vehicular, eficiencia en el uso de energía en el transporte y la construcción, sistemas de abastecimiento de agua y de eliminación de residuos sólidos, entre otros.