La Fundación Entorno-BCSD España ha realizado una encuesta a 280 ciudadanos españoles para conocer qué les preocupa y qué actuaciones esperan de las empresas en los ámbitos social, ético y medioambiental. Tras conocer las preocupaciones reales de la sociedad española se invitó a grandes y pequeñas empresas a exponer sus iniciativas de RSC y, a mediados de junio, comenzó la fase de votación. 

Los elevados índices de participación ciudadana indican que la sociedad cree en la capacidad de las empresas para impulsar cambios y, además, quiere participar en el proceso. Sin embargo, la participación de las empresas ha sido algo “más tímida”. Sólo 15 empresas han sido tan “valientes y seguras” como para someter a votación popular un total de 22 iniciativas empresariales.  

Algunas, como SOLVAY han destacado con propuestas en los tres bloques: social, ético y ambiental. Por otro lado, las iniciativas de las pymes han sido de las más votadas. Turcor Lloyds casi llega a los 100 votos en la categoría de de Cambio Climático con “THINKING GREEN Bosque Corporativo Coalición por el Cambio”

FYM Italcementy Group y Empieza Consultora se han destacado por su ayuda a los desfavorecidos y por el apoyo a la creación de empleo, respectivamente. Dos iniciativas inscritas en el bloque de ámbito social.

En materia de conservación, la restauración de la mina de Aspontes realizada por ENDESA ha sido la que parece haber conectado más con las inquietudes de la sociedad española. Y en cuestión de residuos, “la granja de lombricultura, de residuo a recurso” de INVERSA se ha llevado 229 votos de los 1.070 que se han registrado en el portal.

Los casos empresariales más votados se enmarcan en los ámbitos social y ambiental. Sin embargo, los aspectos éticos, que a priori sí representaban una preocupación real entre la ciudadanía, han quedado prácticamente sin respuesta por parte de las empresas.

“Si queremos que la RSC aporte a las estrategias comerciales y de reputación de las compañías, y que repercuta en la cuenta de resultados debemos escuchar y responder a las inquietudes ciudadanas” propone Aranguren.  “Y en este sentido RSC Made in Spain es un buen ideario para el diseño de políticas de RSC: el ciudadano esperaba algún compromiso por parte de inmobiliarias y entidades bancarias para aquellos que tienen mayores dificultades con el pago de hipotecas; alguna propuesta en los modelos de gestión que permita contrarrestar el efecto negativo del beneficio económico rápido; o un cambio en las memorias de sostenibilidad de forma que puedan rendir cuentas a la ciudadanía de forma rigurosa y en un lenguaje que pueda ser entendido por todos, etc.”, concluyó.