Las grandes empresas españolas mejoran la adaptación de los puestos de trabajos

02.09.2011 | Contratapa

Las grandes empresas españolas han mejorado sustancialmente en la adaptación de los puestos de trabajo a las personas con discapacidad, según el "Observatorio de la Accesibilidad" presentado por el grupo de servicios integrales Konecta. Este informe ha examinado a un total de 27 grandes compañías que operan en España, como Vodafone, Bankinter, Sanitas, Iberdrola y Barclays, y ha llegado a la conclusión de que, en términos generales, están muy preparadas en lo que a movilidad física se refiere, pero todavía deben mejorar su accesibilidad sensorial y cognitiva. El estudio contó con la colaboración de la Fundación ONCE y la Fundación Empresa y Sociedad.


 

Graciela de la Morena, directora de Fundación Konecta, explicó que el informe busca informar a empresarios y profesionales (ingenieros, arquitectos, diseñadores, etcétera) sobre cómo "mejorar la accesibilidad de sus sedes para discapacitados y población en general".
A la presentación del estudio asistieron el presidente del Grupo Konecta, José María Pacheco, y el director general de Fundosa, Ignacio Tremiño, quienes coincidieron en señalar el "creciente y sincero interés" que los temas de accesibilidad despiertan entre empresas y administraciones públicas en la actualidad.
La investigación ha sido realizada por expertos de la Fundación Vía Libre, que inspeccionaron in situ las instalaciones centrales de las 27 compañías de la muestra y que las evaluaron de acuerdo con los criterios de accesibilidad universal fijados por Aenor.
Fue precisamente el director técnico de Vía Libre, Carlos Galán, quien dio a conocer los principales resultados del trabajo, que incluye una panorámica general sobre las compañías estudiadas y una guía de buenas prácticas.
Según Galán, las empresas obtienen puntuaciones muy altas en todo lo referente a movilidad física (rampas o ascensores), elementos que están muy regulados por la legislación, pero queda mucho por hacer en la localización clara de espacios y en la señalización sonora y visual.
Eso requiere, entre otras cosas, colocar "interruptores a la altura adecuada, no colocar puertas demasiado pesadas e instalar distintivos táctiles en el suelo", explicó Galán.
En el mismo sentido, De la Morena apuntó que "al final es el entorno el que discapacita" y que, por tanto, "se trata de que los diseñadores tengan en cuenta todas las capacidades humanas a la hora de planificar las sedes".
(Solidaridad Digital)

Graciela de la Morena, directora de Fundación Konecta, explicó que el informe busca informar a empresarios y profesionales (ingenieros, arquitectos, diseñadores, etcétera) sobre cómo "mejorar la accesibilidad de sus sedes para discapacitados y población en general".

A la presentación del estudio asistieron el presidente del Grupo Konecta, José María Pacheco, y el director general de Fundosa, Ignacio Tremiño, quienes coincidieron en señalar el "creciente y sincero interés" que los temas de accesibilidad despiertan entre empresas y administraciones públicas en la actualidad.
La investigación ha sido realizada por expertos de la Fundación Vía Libre, que inspeccionaron in situ las instalaciones centrales de las 27 compañías de la muestra y que las evaluaron de acuerdo con los criterios de accesibilidad universal fijados por Aenor.

Fue precisamente el director técnico de Vía Libre, Carlos Galán, quien dio a conocer los principales resultados del trabajo, que incluye una panorámica general sobre las compañías estudiadas y una guía de buenas prácticas.
Según Galán, las empresas obtienen puntuaciones muy altas en todo lo referente a movilidad física (rampas o ascensores), elementos que están muy regulados por la legislación, pero queda mucho por hacer en la localización clara de espacios y en la señalización sonora y visual.

Eso requiere, entre otras cosas, colocar "interruptores a la altura adecuada, no colocar puertas demasiado pesadas e instalar distintivos táctiles en el suelo", explicó Galán.
En el mismo sentido, De la Morena apuntó que "al final es el entorno el que discapacita" y que, por tanto, "se trata de que los diseñadores tengan en cuenta todas las capacidades humanas a la hora de planificar las sedes".
(Solidaridad Digital)