A esto se suma las 7 toneladas de envases plásticos acumulados, como producto de los desastres de enero de 2010, que son un peligro latente al entorno del santuario. Ante esta situación, el Sistema Coca-Cola propuso ayudar a la municipalidad y a la comunidad de Machu Picchu. “El principal objetivo de Sistema Coca-Cola es sensibilizar a la comunidad y a los visitantes del Santuario Arqueológico de Machu Picchu. Se elaborarán materiales educativos como folletos impresos y avisos informativos en la vía pública que muestren la correcta separación y administración de los residuos sólidos, así como la importancia de la preservación del medio ambiente”, señaló Hernán Lanzara, Gerente de Asuntos Públicos de Coca-Cola en Perú. Otras de las soluciones propuestas por el Sistema Coca-Cola son asesorar y capacitar a la municipalidad en el mejor uso del molino de PET, que le fue donado por dicha empresa en 2006, optimizando los tiempos de proceso y mejorando la productividad del recurso humano. Del mismo modo, se dará apoyo técnico y se corregirán los procedimientos.

También se pretende mejorar la recolección de desechos PET con la instalación de tachos de mayor capacidad. Por otro lado, Ecoescuela, el exitoso programa de Educación Ambiental a nivel escolar que promueve Corporación Lindley, se replicará en los colegios de Aguas Calientes para generar en los alumnos y docentes, actitudes y valores favorables al medio ambiente. De esta manera, el Sistema Coca-Cola refuerza su compromiso por apoyar el medio ambiente y las comunidades en donde se desenvuelve.