Multas millonarias para Shell y Basf por fallas de seguirdad con empleados
Una jueza brasileña impuso ayer jueves el pago de una multa e indemnización de 490 millones de euros a las empresas multinacionales Shell y Basf, en su calidad de propietarias de una fábrica en Sao Paulo, donde los trabajadores fueron expuestos a materiales tóxicos. Tanto Shell como Basf han decidido apelar al fallo judicial.
Así trascendió en los medios de prensa brasileños, que informaron de las secuelas sufridas por los obreros, que van desde hipertensión hasta cáncer. La fábrica, fundada por Shell en 1977, pasó luego a manos de Basf, que acabó por cerrarla en 2002. Según la jueza María Inés Correa de Cerqueira César Targa, ambas empresas deberán pagar el tratamiento de los trastornos físicos y psicológicos de lás víctimas y sus eventuales deudos. La sentencia beneficiará a más de mil trabajadores afectados. Tanto Shell como Basf han decidido apelar al fallo judicial.
La magistrada ordenó que las empresas paguen los tratamientos médicos de todos los ex trabajadores de la planta, situada en el barrio Recanto dos Pássaros, así como de los hijos de los empleados o de colaboradores que nacieron durante o después del periodo en que tuvieron vínculo con la fábrica.