Negocios inclusivos: iniciativas de mercado con los pobres de Iberoamérica

06.04.2011 | Investigaciones

En los últimos años surgió una nueva idea en el mundo empresarial: los negocios inclusivos; iniciativas que apuntan a generar rentabilidad e inclusión social a los sectores de menores ingresos. En el libro Negocios inclusivos: iniciativas de mercado con los pobres de Iberoamérica, un grupo de académicos de universidades de Iberoamérica analizan 33 “modelos de emprendimientos que resultaron efectivos para conectar a los sectores de bajos ingresos con los mercados convencionales, con el potencial y la aspiración de mejorar sustancialmente sus condiciones de vida”.


Este libro fue publicado por la Red SEKN, una alianza entre diez escuelas de administración de América y España, entre ellas, la Universidad de San Andrés (UdeSA). “Cada vez son más las organizaciones que tienen en cuenta, con mayor seriedad y profesionalismo, aunque en forma lenta y desigual, las consecuencias sociales de sus actividades económicas”, destacan sus autores en el libro, que acaba de ser presentado en Buenos Aires.

 

“Quince de los 33 casos estudiados otorgaron a los pobres mayor acceso a bienes y servicios, desde atención médica hasta microcréditos, electrodomésticos y servicios públicos tales como gas y electricidad. Además, se generó valor social a través de los beneficios adicionales que traen aparejados, tales como un nivel más alto de ingresos disponibles, mayor seguridad en los espacios públicos o el suministro más seguro de servicios públicos como energía. Varias de estas iniciativas ofrecieron distintos tipos de micropréstamos, que en la mayoría de los casos constituyó la primera experiencia crediticia de los pobres”, resume el informe de 421 páginas, cuyos editores buscan incluir en los planes de estudios de posgrados y carreras empresariales.

 

Durante la presentación del libro el pasado 22 de marzo en el Aula Magna del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), Gabriel Berger, uno de los editores de la publicación y director del Centro de Innovación Social de la UdeSA, precisó que en los últimos años “el concepto del negocio inclusivo fue centro de un encendido y legítimo debate entre quienes vieron el potencial de acercar el mercado a los pobres, y quienes pensaban que “venderles más a los pobres era el problema, y no la solución”. Ezequiel Reficco, de la Universidad de los Andes (Colombia), remarcó que el motor de los negocios inclusivos “es que el pobre trabaje en la cadena de producción” a partir de emprendimientos “que tengan en cuenta su realidad”. En ese sentido, Patricia Márquez, de la Universidad de San Diego (Estados Unidos), consideró que “hay que romper el mito del pobre como sobreviviente, puesto que es un emprendedor al que hay que apoyar”.

 

Carmen Correa, gerente Programático de Negocios Inclusivos de la Fundación Avina (Uruguay), evaluó que “las grandes empresas muchas veces no tienen el conocimientos de las necesidades de las bases” pero reparó en las Pymes quienes “por su flexibilidad, pueden innovar más rápido en la lucha contra la pobreza”. Asimismo, Carmen Correa puso especial énfasis en que los negocios inclusivos “también deben ser rentables”. Sobre ese aspecto, Antoni Ballabriga, director de Responsabilidad Corporativa del Grupo BBVA (España), sugirió como herramienta para alcanzar el éxito ”integrar a los emprendedores a la cadena de valor para no verlos sólo como consumidores”. Además, propuso  impulsar el liderazgo de emprendedores sociales “dentro de las grandes compañías”. Ballabriga también subrayó que “son necesarios marcos regulatorios que alienten la co-creación de un ecosistema que promueva los negocios inclusivos”. Carmen Correa agregó sobre el final, que las condiciones necesarias para impulsar negocios inclusivos son tener tanto “acceso a la inversión” como “acceso a redes que apoyen a los emprendedores para que así se genere un ecosistema de negocios inclusivos”.

 

En ese mismo sentido, Patricia Márquez puso el acento en la importancia de contar con “el apoyo de los gobiernos locales, provinciales, nacionales”, e igualmente relevante, dijo, es facilitar créditos e incentivos a las empresas de servicios públicos que quieran servir en comunidades marginales, “dado que esos proyectos son muy costosos y la recuperación de la inversión lleva mucho tiempo”.

 

A la hora de analizar la multiplicidad de estas iniciativas en el terreno social, Ballabriga consideró que los negocios inclusivos “aún no se generalizan porque se trata de un fenómeno nuevo y en muchos casos rentables y con impacto social positivo, pero también hay casos que se quedaron en el camino, lo cual hace que no se los vean todavía tan viables”. “Por eso se insiste –siguió- con un ecosistema de apoyo para que tengan resultados”.

 

La SEKN -creada en 2001 bajo el liderazgo de Harvard Business School, en alianza con la Fundación AVINA-  tiene como objetivo “avanzar en el terreno del conocimiento y la práctica de los emprendimientos sociales a través de la investigación conjunta, el aprendizaje compartido, la enseñanza centrada en los alumnos, y el fortalecimiento de las capacidades de las instituciones de formación ejecutiva para servir a sus respectivas comunidades”.

 

Con este libro se propuso ampliar el debate en curso sobre los negocios en la base de la pirámide socioeconómica de Iberoamérica, con marcos conceptuales orientados a la acción; ya que, más allá de generar conocimientos, SEKN busca impactar la realidad mediante la identificación de los desafíos concretos que enfrentan las organizaciones y la descripción de las alternativas elegidas para superarlos. Este libro constituye una invitación para imaginar nuevas posibilidades de negocios, que generen prosperidad económica y una transformación social positiva. Con ese objetivo en mente, presenta ejemplos que demuestran que las iniciativas de mercado con la participación de los pobres pueden servir para construir sociedades más equitativas y justas en la región.