Nuevo método para evaluar el impacto ambiental en la construcción de edificios
Evaluar con antelación los impactos ambientales que se producen durante la construcción de edificios es desde ahora posible haciendo uso de una novedosa metodología desarrollada por un equipo de investigadores de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). El nuevo método, descrito por el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC), permite predecir, antes de comenzar una obra y sólo con los datos del proyecto, hasta 37 impactos ambientales, una información que, según sus creadores, podría ayudar a mejorar la gestión ambiental en los procesos de edificación.
"Este modelo identifica de forma anticipada los impactos ambientales asociados a la ejecución de un determinado proyecto constructivo, con lo que ya desde las fases de estudio, planificación y preparación del proyecto se puede programar la incorporación de procedimientos de mejora ambiental o la aplicación de medidas preventivas", explicó una de las autoras del estudio, Marta Gangolells, del Group of Construction Research and Innovation (GRIC) de la UPC.
Los investigadores catalanes comenzaron clasificando los aspectos ambientales en nueve categorías: emisiones atmosféricas, vertidos de agua, generación de residuos, afección al suelo, consumo de recursos, impactos locales, impactos asociados al transporte, efectos sobre la biodiversidad y situaciones de emergencia e incidencias.
Esta división se basa en las recomendaciones del Reglamento Comunitario de Ecogestión y Ecoauditoría EMAS (Eco-Management and audit Scheme), una legislación destinada a mejorar el comportamiento medioambiental de las organizaciones.
El equipo ha identificado 37 impactos ambientales, y para cada uno de ellos ha desarrollado un "indicador medioambiental de previsión". Este parámetro, al estar basado en información contenida en los documentos del proyecto, permite evaluar los impactos de una forma objetiva. Estos resultados proporcionarán "un importante impulso a aquellas empresas constructoras que quieran adherirse a un sistema de gestión ambiental, ya sea bajo el paraguas de las normas ISO 14000 (de gestión ambiental para empresas) o del Reglamento Comunitario EMAS", señaló el coordinador del GRIC, Miquel Casals.
Para elaborar el estudio, se analizaron 55 obras residenciales de nueva construcción. A partir de aquí, los expertos del GRIC establecieron rangos vinculados a la magnitud de cada impacto ambiental (inexistente, poco significativa, ligeramente significativa y extremadamente significativa). Finalmente, confirmaron la validez del método al ponerlo a prueba en cuatros proyectos de construcción de obra nueva.
(Ecoticias)